La pasada semana, la Guía Michelin deleitó al panorama gastronómico con sus ansiadas Estrellas. Pero este otoño no es la única entidad que ha movido ficha para poner el foco en la cocina de calidad. La Guía Repsol ha lanzado una nueva edición de sus Soletes, esta vez llamados «Soletes con solera».
«Lo de siempre está de moda», comienza explicando la Guía sobre los nuevos reconocimientos, llevando la atención a las raíces, a lo tradicional y a «los sabores de toda la vida». Los Soletes con solera quieren «homenajear a las casas de comidas con arraigo, a las barras que podrían contar miles de historias, a los hornos tradicionales y a las familias que han transmitido el oficio durante generaciones hasta convertirse en una institución».
En la décima edición de los Soletes más de 300 establecimientos han sido reconocidos, entre los que se encuentran «lugares legendarios que conviven con negocios jóvenes que miran hacia atrás y ponen al día recetas que son historia del país».
Con esta nueva entrega, la comarca ve brillar tres nuevos Soletes desde este mes de noviembre. El primero lo encontramos en Benialí, la Vall de Gallinera, con el restaurante L’aplec. La Guía Repsol define la oferta del local como «cocina casera y tradicional», donde recomienda no perderse la olleta de blat, muy identificativa de les Valls de la Marina Alta. Otro dato que la entidad destaca en esta edición es el año de inauguración de los establecimientos, haciendo referencia a la «solera» de estos. L’aplec fue inaugurado en 1987.
La segunda novedad nos lleva hasta Pedreguer, donde se encuentra el Restaurante Armell. Creado en 1985, la Guía destaca que «esta casa de comidas honesta y sencilla ya va por la tercera generación», y promete adentrar al comensal en la cocina tradicional de la zona.
Por último, el tercer establecimiento de toda la vida en la Marina Alta que se lleva un nuevo Solete Repsol es Casa Rosita, ubicado en Jesús Pobre. Una vez en sus mesas, la Guía recomienda pedir arroz con cebolla, cocas, figatells o pelotas de puchero, prometiendo un «viaje al pasado» gracias a su cocina tradicional, casera y sencilla.