José Ramiro Pastor, del PSPV, consiguió ganar las elecciones municipales de 2023 (con 5 concejales para su partido) y crear un gobierno junto a Compromís en Ondara. En la actual legislatura el alcalde destaca la proyección del municipio gracias a eventos extraordinarios como la participación de Nebulossa en Eurovisión y la aparición de la localidad en el Grand Prix del verano. Sin embargo, Ramiro también habla en esta entrevista sobre los retos a los que se enfrenta en el día a día como alcalde: una oposición «desleal», mejorar el acceso a la vivienda o la atracción de talento joven y emprendimiento al pueblo.
PREGUNTA. ¿Qué sintió cuando los habitantes lo eligieron como alcalde?
RESPUESTA. Nosotros, cuando me volvieron a elegir como alcalde en estas elecciones del 2023, nos sentimos muy orgullosos del trabajo realizado. Yo llevaba 6 años de alcaldía y dentro de la coyuntura que había -con el aumento de la derecha en todo el país y que había hecho caer lo que eran los gobiernos progresistas de muchas autonomías y ayuntamientos- que en Ondara continuaran apostando por el equipo de gobierno que teníamos para nuestra visión era una garantía de lo que habíamos hecho durante los otros ocho años.
P. ¿Qué es lo que le sigue motivando a ser alcalde?
R. Lo que me sigue motivando es poder mejorar la vida de mis vecinos y vecinas. Ya sea desde un punto de vista local como ahora también en la diputación en la cual estoy como diputado provincial.
El día a día, el estar en la calle, que los vecinos y vecinas vengan y propongan cosas o incluso problemas que tienen y poder darles soluciones, gestionar el equipo de gobierno…
Todo eso es una motivación que tengo en el día a día: luchar por las cosas que creo que se merecen y que mejoran la vida de nuestros vecinos y vecinas y que pongamos todas las administraciones públicas al servicio de ellos y ellas.
P. ¿Alguna vez ha pensado en dejarlo? ¿Hay momentos duros?
R. Realmente la alcaldia es una situación complicada. Tú tienes tu empresa, tienes tus clientes, tienes tus productos y tú vas mejorando para hacer. En la administración pública, en la alcaldía, los clientes, los usuarios, los vecinos y vecinas, -y además en una población como Ondara, que son 7.500 habitantes y que todos nos conocemos- el tema es que tenemos un trato directo con los vecinos y vecinas y no siempre se puede hacer lo que uno quiere o lo que quieren los vecinos y vecinas.
Por lo tanto, a veces es muy desgastante este contacto o querer ayudar y no siempre poder ayudar, porque parece que el alcalde puede hacerlo todo y muchas veces he tenido que decir a los vecinos que no se puede.
Lo más importante es dar lo mejor de cada uno, dar lo mejor de mí, que por las noches pueda dormir y decir «he hecho todo lo posible para facilitar la vida de mis vecinos y vecinas» y continuar luchando.
P. ¿Cuál ha sido o está siendo el mayor reto al que se enfrenta como alcalde?
R. Bueno, en esta legislatura nos hemos enfrentado a retos que han sido sobrevenidos, que cuando hicimos elecciones no estaban presentes. Por ejemplo, el reto de la promoción turística y cultural del pueblo o inmediata alrededor de Nebulossa, que es algo que no ha pasado nunca ni pasará más y en la comarca o en la provincia: dos años seguidos la provincia ha tenido representantes en Eurovisión y eso nos ha traído mucha proyección y era un reto aprovechar como ayuntamiento esta proyección que Nebulossa aportaba con sus representantes de Eurovisión en España, esta marca en España, esta imagen de organización, esos son retos que hemos afrontado.
Otros retos durante la legislatura o legislaturas anteriores… no podemos olvidar la pandemia que fue un reto muy complicado de cómo poder hacer acciones municipales para no dejar a nadie atrás, por ejemplo.
P. ¿Cómo se lleva con la oposición?
R. La relación con la oposición en Ondara no es muy sana en estos momentos más que nada porque han sido desleales o creo que no han hecho las cosas correctamente respecto a una denuncia penal a una concejala del Ayuntamiento de Ondara. Han atacado penalmente a una concejala, no han hecho política, sino que han ido a los juzgados directamente a denunciar a una concejala con todo lo que ello comporta para ella personalmente y para su familia. Por lo tanto, las relaciones con la oposición en Ondara no son lo fluidas y adecuadas que deberían ser porque no han hecho política, han hecho juego sucio.
P. ¿Lo de ver Eurovisión en vivo y en directo es lo más extraordinario que cree que le pase como alcalde? ¿Qué tal la experiencia?
R. Bueno, extraordinario… la pandemia también fue un hecho extraordinario negativo pero positivo por cómo se volcó la gente y cómo se comportó y todo el esfuerzo que se hizo para que los sectores productivos no cayeran.
Lo de Eurovisión también es algo muy extraordinario en posicionamiento y que no volverá a pasar y ahí tanto Mark como María lo han comentado: intentar aprovechar al máximo posible la proyección que se ha podido conseguir tanto para ellos como para el pueblo.
La experiencia de acompañar a Mark y a Meri a Eurovisión, en Malmö, fue una experiencia muy bonita y espectacular en el sentido de que ves todo el montaje que hay alrededor de Eurovisión y vivir allí en directo su canción con 15.000 personas de muchísimas nacionalidades levantadas y cantándola, personas que no son españolas cantando «zorra zorra»… Fue muy impresionante y no tiene nada que ver con lo que pasó en las votaciones.
Por eso vale la pena que el ayuntamiento institucionalmente esté allí. Pudimos estar con ellos antes de la actuación (el sábado por la mañana) y después de la actuación y las votaciones el domingo por la mañana y, por lo tanto, acompañarles allí en Malmö yo creo que fue emocionante para nosotros como pueblo, para mí como alcalde y para ellos que estuviéramos allí y yo creo que fue muy positivo, muy emotivo y que valió la pena.
Igual que fue impresionante aquí en la plaza de toros porque los vídeos y el feedback ha sido impresionante en el aspecto organizativo, pero también la vivencia de gente de Ondara, de gente de la comarca, todos coreando la canción y sintiendo una muy buena energía positiva.
P. ¿Cree que la experiencia de participar en el Grand Prix va a dar a visibilidad a Ondara? ¿Cómo surge esta iniciativa?
R. La iniciativa de la participación en el Grand Prix es sobrevenida porque Grand Prix -o la productora- envía una comunicación a todas las poblaciones entre 5.000 y 10.000 habitantes de España para que, si quieren participar, se pongan en contacto con la productora y tal. En nuestro caso nos enviaron el correo, estaba pendiente pero no terminó de cuajar, nos llamaron desde la productora para insistir y la condición que nos marcaron eran que teníamos que enviar un vídeo de preselección de 3 minutos explicando por qué queríamos ir. Envíamos un vídeo, lo hicimos en Semana Santa y fuimos seleccionados.
La verdad es que estamos muy contentos porque también es una proyección del municipio. La primera grabación es pública y se hace el viernes 31 de mayo, que iremos a ver 100 personas del pueblo, 35 a participar en competición y el resto en público. Iremos a las 5 de la mañana a Madrid y se hace toda la grabación en un día.
P. ¿Le preocupa la sequía? ¿Contempla alguna medida para evitar que eso suceda?
R. Me preocupa mucho la sequía, porque esto no es un hecho que pase este año y ya no pasará en 50 años, sino que estamos dándonos cuenta de que este cambio climático -que parece que algunos niegan- está ocurriendo y los periodos de sequía se están repitiendo cada vez más.
Lo que pasa también es que la respuesta a la sequía no puede ser municipal. Ondara puede hacer campañas de concienciación a la gente o puede tomar medidas como una que tomaremos este año en los parques infantiles: no habrá parques infantiles acuáticos, sino que buscaremos alternativas para que puedan haber juegos en fiestas, por ejemplo.
Esto debe ser una respuesta conjunta, conjunta incluso a nivel de comarca o provincia o autonomía. Y comenzar a planificar diferentes métodos para obtener agua potable, también para riego.
Podemos estar reclamando al gobierno central que nos hagan trasvases, pero la sequía afecta a todos los lugares y los trasvases, los ríos o los pozos se llenan de lluvia y es la lluvia la que falta. Por lo tanto, debemos plantear alternativas como pueden ser las desaladoras. Ahí es donde creo que tenemos un poco el futuro para paliar las sequías.
No se pueden realizar inversiones a nivel local; no puede ir Ondara, Dénia o cualquier municipio a hacerlas, son costos muy elevados y deben ser políticas nacionales y autonómicas.
P. ¿Existe miedo ante el próximo verano por los incendios? ¿Se va a aplicar alguna medida?
R. Los incendios son algo más aparte de la sequía. Los incendios ocurren por la falta de lluvia y también por la falta de políticas de mantenimiento de bosques, sobre todo en el interior.
Se puede pedir a los agricultores que no quemen para evitarlos, pero con solo una chispa, la falta de limpieza y la falta de humedad en los bosques son polvorines.
Hay una gran preocupación en toda la comarca. Creo que en toda la provincia hay mucha preocupación de que, si en un momento dado arranca un fuego, será complicado pararlo.
Pero claro, esto no son políticas que se hacen en un mes ni en dos meses, sino que son políticas de años, de hacer políticas autonómicas para poder minimizar los incendios. No hacer ninguno es muy complicado, pero minimizarlo sí que se puede.
Nosotros, por ejemplo, en el área forestal, lo que sí hacemos es, que cada uno o dos años seguidos, lo que hacemos es subir a la montaña, a la masa forestal, desbrozar, mejorar caminos, pero es que es muy complicado. Eso tienen que ser políticas provinciales como mínimo.
P. ¿Le preocupa el éxodo de la gente joven a las grandes ciudades? ¿Contempla alguna medida para evitar que eso suceda?
R. El éxodo viene dado por la falta de oportunidades y también por la falta de poder hacer un proyecto de vida en el pueblo donde has nacido, incluso también por temas de vivienda. Ondara tiene éxodo de profesionales, pero sí que es verdad que es un pueblo, incluso me atrevería a decir la Marina Alta, somos una comarca de oportunidades.
Por lo tanto, el que quiere hacer cine es cierto que en Ondara será muy complicado hacer cine, pero lo que es todo el tejido productivo y oportunidades que pueden haber en la comarca es muy amplio. Por tanto, yo creo que sí que hay éxodo a lo mejor a nivel juvenil, pero ha pasado siempre… quien ha estudiado Ingeniería Informática, que es mi caso, tiene más oportunidades de desarrollarse profesionalmente en València o en Madrid, donde hay grandes tecnológicas, que no a lo mejor en una comarca como esta, donde sí hay grandes tecnológicas, pero que están en desarrollo.
Yo creo que la Marina Alta tiene grandes oportunidades y por este lado de desarrollo profesional yo creo que los jóvenes tienen aquí futuro.
Después está también la parte habitacional, si los jóvenes tienen que pagar un alquiler de 800 euros, de 500 euros, de 600 euros para poder vivir y desarrollar su proyecto de vida aquí y en otras poblaciones hay más posibilidades a nivel de ingreso y más posibilidades a nivel de menos gasto pues…
Por ejemplo, una dificultad que tenemos aquí en la Marina Alta es el tema del transporte, de las infraestructuras. Tú vives en València y en metro puedes acceder a cualquier lugar donde puedas trabajar. En la Marina Alta no; si vives en Ondara y quieres trabajar en Benissa tienes que ir en coche. Claro, las infraestructuras son importantes, ahí la Marina Alta tiene el gran reto de luchar por infraestructuras que nos den competitividad.
Nosotros gestionamos todo lo que son las oportunidades, por ejemplo, a nivel del Departamento de Espai Català o el Departamento de Promoción Económica, Empleo y Turismo, incluso Cultura y Deportes, lo que hacemos es una oferta en la cual se puedan generar oportunidades para que se queden los jóvenes. Por ejemplo, en Promoción Económica y Empleo: Ondara Activa es un programa de formación ad hoc para emprendedores y emprendedoras jóvenes, sobre todo, que quieran implantar su negocio en Ondara.
La verdad es que se generan muchísimas oportunidades para que, si algún joven o alguna joven quiere quedarse en Ondara a vivir y desarrollarse profesionalmente, sea posible. Ondara es un pueblo de servicios y todo el tejido comercial da salida, junto al Departamento de Promoción Económica y Empleo, para que los jóvenes puedan trabajar allí y tener esa primera oportunidad.
P. ¿Cómo es la rutina de un alcalde?
R. La rutina es que por las mañanas me levanto. Tengo la ventaja de poder venir al ayuntamiento después de dejar a los niños en el colegio. Normalmente vengo a las 9, a las 9:15, a las 9:30, me hago el café en el bar: lo más importante es salir del despacho porque te llegan las cosas; con la puerta cerrada, no llegan todas las informaciones o necesidades que pueda haber. Ondara es un pueblo muy de socializar en los bares y ahí hablo con la gente… Estás en la calle y es importante que el vecino te traslade su necesidad.
La agenda viene con reuniones internas del equipo de gobierno, encuentros con vecinos y vecinas a nivel de reuniones externas y también con todas las cosas que a nivel comarcal o institucional tenemos que hacer.
Normalmente me voy sobre las 16:00 de la tarde. Después pasamos a la segunda fase, ya que el tema de la alcaldía es 24 horas: te vas a casa, tienes reuniones de mancomunidades, tienes reuniones de asociaciones o incluso algún vecino que necesita algo, algún suceso a nivel policial que pase y hay que estar en coordinación en cualquier momento que pueda pasar algo para que la alcaldía pueda tomar decisiones, es un no parar.
P. ¿Cuáles son las prioridades para esta legislatura?
R. Las prioridades para esta legislatura son, a nivel urbanístico, generar oportunidades de creación de vivienda. Nosotros llevábamos como gran pilar del programa de gobierno generar vivienda. Eso supone la urbanización de diferentes sectores que puedan tener en el pueblo.
La tramitación urbanística es muy larga, la burocracia es muy larga. De hecho, llevamos hace 4 años una modificación urbanística, que es la unificación de centros escolares, que es uno de los pilares que tenemos de la legislatura para llevarlo adelante.
Entonces, generar oportunidades de vivienda, generar suelo para poder construir, ya sea público o privado, que empresas puedan invertir en el pueblo para hacer vivienda.
Después, continuar con la gestión que se ha hecho en el ayuntamiento. Toda la gestión económica que llevamos que sea una gestión eficiente, que estén las cuentas claras, que cualquier euro gastado esté justificado y eso también nos ayudará a tener retornos en lo que es la gestión y el beneficio de los vecinos y vecinas.
Continuar también atendiendo todas las necesidades que puedan tener. Nosotros, por ejemplo, estamos trabajando para Ondara (como ciudad amiga de la infancia) reforzar lo que es la parte de Espai Jove, todas las oportunidades que antes hablábamos de la juventud.
A nivel de promoción económica, consolidar Ondara como punto estratégico o polo de atracción de talento, de emprendimiento, de empresa y todo esto nos lleva a que más gente quiera venir a Ondara a vivir o generar oportunidades.
A nivel turístico no vamos a competir con Dénia, con Xàbia o con Calp, que son potencias turísticas y porque tienen otras ofertas que no tenemos nosotros. Tampoco somos de interior, en la oferta turística de montaña. Nosotros también queremos ofrecer una parte turística en lo que son servicios y en lo que son actividades culturales. Por eso nos centramos mucho en la explotación de la plaza de toros de Ondara para hacer actividades culturales y turísticas: conciertos, presentaciones de libros, monólogos, abrir o aquellas empresas que podamos alquilar para el verano hacer actos. Y eso también nos genera que la gente venga al pueblo, que lo conozca, que se tome un café en el bar, que conozca tiendas…
Bienestar económico, que es lo que queremos, o que el desempleo en Ondara baje, que estamos en mínimos del 2006, en términos de empleo de vecinos y vecinas del pueblo.
Y después que la gente quiera vivir y convivir en Ondara, que no sea un pueblo dormitorio, sino que tenga el gusto de venir, y eso se ve en la calle. Yo lo identifico muchas veces, que voy por la calle y veo que muchísima gente pasea a las 6 de la tarde, por ejemplo, y que la gente pueda ir a los parques, generar instalaciones de ocio…
P. ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser alcalde?
R. Bueno, lo peor de ser alcalde es aprender a decir que no, porque no siempre puedes ayudar a la gente, o no siempre puedes atender cualquier demanda que pueda tener la gente.
Cierto es que con cualquier decisión que se toma sabes que no va a llover a gusto de todos. Lo peor de ser alcalde es asumir que haya gente que no va a estar de acuerdo con las políticas.
Lo mejor de ser alcalde es el feedback o la sensación que te da la misma población a que lo que estás haciendo está gustando. Que podemos estar de acuerdo o no; hay mucha gente que no me ha votado, pero que está de acuerdo con las acciones que estamos haciendo, porque considera que son buenas para el municipio.
Cuando hablamos de política, a lo mejor podemos hablar de que personas de derechas no estén de acuerdo con los socialistas, que yo soy socialista, pero no me pueden negar que la economía va muy bien, y no me pueden negar que hay empleo e inversión.
Por lo tanto, esa satisfacción de cruzarme con una persona que no me ha votado, que sé que no me ha votado, discutir con ella y tal, pero que al final reconozca que se están haciendo las cosas bien, eso es una satisfacción personal. Y sobre todo ayudar a la gente.
P. ¿Por qué cree que es un buen alcalde?
R. Yo no sé si soy un buen alcalde o no. Creo que el tiempo lo dirá, porque al final también, muchas veces, lo bueno o lo malo no se ve en el momento, sino a largo plazo.
Y además, no quiero valorarme, porque lo que quiero es hacer lo que considero que es mejor para mis vecinos y vecinas, para el pueblo, para el interés general.
Alguien pensará que soy malo y alguien pensará que soy bueno, pero el tiempo dirá si las decisiones que he tomado o lo que he impulsado será bueno para el pueblo.










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