De Joya Levantina hace 120 años a la Joia de la Cultura hoy: la historia gafada de la Plaza de Toros de Ondara De Joya Levantina hace 120 años a la Joia de la Cultura hoy: la historia gafada de la Plaza de Toros de Ondara
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De Joya Levantina hace 120 años a la Joia de la Cultura hoy: la historia gafada de la Plaza de Toros de Ondara

07 de septiembre de 2024 - 09:00

La plaza de toros de Ondara es la única erigida a día de hoy en la comarca de la Marina Alta. Construida como espacio taurino en el siglo XX, el recinto forma parte del patrimonio histórico de Ondara y es uno de los lugares más emblemáticos en el municipio. Con los años, ha adquirido la funcionalidad de espacio abierto para las artes y la cultura, en detrimento de los festejos taurinos.

Dónde está

La Plaza de Toros de Ondara se ubica en la avenida Doctor Fleming, rodeada por las calles General Bosch, Pintor Segrelles y Zurbarán.

Origen de la plaza de Toros de Ondara

Los expertos en la historia de Ondara señalan la prosperidad del negocio de la pasa en la localidad como uno de los motivos principales del crecimiento de la población y la transformación urbana entre el siglo XIX y el XX. La Plaza de Toros de Ondara fue uno de los distintivos de los buenos tiempos de la mencionada época.

A la razón de ser de la plaza se le atribuyen diversas explicaciones. Por un lado, la feria anual de Ondara, datada del 1690, había entrado en decadencia y atravesaba dificultades para atraer a visitantes.

Según los expertos, los dirigentes políticos consideraron que una plaza de toros ayudaría a revivirla y atraer más público. La feria de Ondara era, entre otras cosas, ganadera, por lo que se celebraban también espectáculos taurinos de éxito a modo de entretenimiento durante los días de celebración.

Otros de los posibles motivos por los que se decidió instalar una plaza de toros fueron que no existía otra entre València y Alicante, que la economía local era próspera antes del declive de la pasa o que el anuncio provocó tanto entusiasmo entre la población que fue un objetivo indispensable para la localidad.

Cuándo se construye

En marzo de 1901, se constituyó la sociedad anónima «Sociedad Taurina Ondarense» para llevar a cabo la adquisición de terrenos, la construcción y la explotación de la Plaza de Toros de Ondara. El capital era de 40.000 pesetas, que se ampliaría más tarde con 15.000 más. El primer presidente de esta sociedad fue Vicente Soler Durà. Como secretario estuvo Vicent Giner Gadea y como tesorero Francisco Martínez Iñareta.

Los trabajos para la construcción se pusieron en marcha en abril de 1901 en los terrenos que habían adquirido, conocidos como «bancalets de la Mare de Déu». Tan solo seis meses después del inicio de las obras, el 20 de octubre de 1901, la plaza de toros de Ondara estaba finalizada.

Estilo y características

El arquitecto Luís Santonja fue el autor del proyecto de la plaza de Ondara y director de las obras consiguientes, que ejecutó el contratista Antonio Torres. Con 42 metros de diámetro y capacidad para 6.000 espectadores, era de estilo mudéjar, con 14 palcos y el de la presidencia, barrera, contrabarreras tendidos con 10 gradas, cuatro corrales, patio de caballos, cuadras, conserjería, administración y enfermería.

Inauguración

Pocos días después de la finalización de las obras estaba programada su inauguración con dos jornadas seguidas de espectáculos taurinos el 27 y 28 de octubre. Una empresa de València había arrendado la plaza para su explotación por cuatro años. Sin embargo, el estreno estuvo gafado y no pudo llevarse a cabo como estaba planeado.

La lluvia fue el causante del retraso de la inauguración, que se pospuso al 28 de octubre. La siguiente corrida de toros programada de la inauguración, se pospuso a su vez para el 3 de septiembre. No obstante, esta también contó con la mala suerte de la meteorología y tuvo que posponerse igual un día después.

Crisis y Guerra Civil

La llegada de la plaga de la filoxera castigó duramente a la Marina Alta, dedicada al cultivo de la vid y el comercio de la pasa. Los vecinos de Ondara, como en el resto de municipios, se vieron afectados con problemas económicos para afrontar el día a día. Los accionistas de la «Sociedad Taurina Ondarense» sufrieron las consecuencias y esta debe disolverse en 1910. Las deudas provocan la intervención de Hacienda, que primero embarga la plaza y después la subasta. En 1918, los vecinos de Ondara José Bosch Martí de Veses y Bautista Vives Terenti la adquieren.

La Guerra Civil también marcó un antes y un después en el emblemático edificio ondarense. Fue expoliado después de haber sido requisado por la UGT en 1937. De allí se sacaron muchos materiales necesarios para el ejército republicano. En 1938, debido al deterioro y la peligrosidad que entrañaba el edificio, el Ayuntamiento decidió demoler las partes más ruinosas. Después de la guerra, el paso del tiempo hizo que se derrumbase por sí sola una buena parte de la estructura que quedaba.

El resurgir de la plaza de Toros en los años 50

En 1942, el Ayuntamiento de Ondara abre un expediente para expropiar la plaza de toros, pero los propietarios lo recurren. Les llevó diez años de jucios hasta que finalmente se reconoce a María Luísa Bosch Bosch, hija de José Bosch Martí de Veses, y a Bautista y José Vives Terenti la propiedad de la plaza. En 1955 el Ayuntamiento logra comprar el edificio, con la condición de reconstruir la plaza de toros en máximo diez años.

Un año después, el Ayuntamiento saca a subasta la obra de reconstrucción del edificio con la intención de que una iniciativa privada se hiciera cargo tanto de los trabajos como de la posterior explotación. Este segundo proyecto de la plaza de toros de Ondara fue encargado a los arquietectos Juan Vidal Ramos y Julio Ruíz.

La mala suerte siguió acompañando al edificio, pues la primera subasta quedó desierta. A la segunda, le faltó poco para terminar con la misma suerte. Sin embargo, poco antes de terminar el plazo de presentación de ofertas, el regidor Juan Garrido Ginestar, su hermano Vicent Garrido Ginestar y Juan Noguera Fornés presentan una propuesta.

Trabajos de reconstrucción

Las obras comenzaron en febrero de 1957 con el contratista Juan Gasent Barber. Durante la reconstrucción se emplearon tanto materiales nuevos como algunos que quedaron en la propia plaza medio derrumbada. Los trabajos finalizaron también en tiempo récord, apenas tres meses después, en junio del mismo año.

La nueva plaza se reconstruyó imitando al máximo posible la anterior. Y también se mejoraron sus instalaciones. Se añadió el bar, un pozo para extraer agua, depósitos, instalación de luz y remates cerámicos, entre otros. En esta ocasión, la plaza tenía una capacidad de 4.074 espectadores.

De Joya Levantina a Joia de la Cultura

En la nueva etapa de la Plaza de Toros de Ondara, los arrendatarios del edificio la bautizaron como Joya Levantina. A partir de la reconstrucción, la plaza ya no solo acogería espectáculos taurinos, sino que se ampliaría su utilidad a otro tipo de espectáculos más culturales de cine, canto, baile o presentaciones, entre otros.

Fue ya en 1985 cuando los encargados de la concesión de la plaza resuelven el contrato de forma anticipada y la reversión se materializa en 1986 a favor del propio municipio. Más tarde, en 2001 se declara al conjunto arquitectónico como Bien de Interés Local.

En la actualidad, la cubierta ha sido rehabilitada y los vecinos y vecinas de Ondara disfrutan de la Plaza de Toros de Ondara como sus antepasados. Sin embargo, según apunta el equipo de Gobierno actual (2024), en el edificio no se celebran corridas de toros desde el año 2008. De este modo, se ha llegado a rebautizar a la plaza como la Joia de la Cultura, guardando su utilidad solamente para encuentros culturales y festejos locales.

Recientemente, para el 8 de septiembre de 2024, la Conselleria de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, ha organizado una novillada con picadores en la Plaza de Toros de Ondara, pese al descontento del Ayuntamiento.

Bibliografía

  • Miralles, R. (2012). Gènesi i (quasi) mort de la Plaça de Bous d'Ondara. En Peña Taurina "Maestranza" Dénia (Ed.), Toros en Dénia y la Marina Alta (pp. 114-119). Gráficas García Contrí.
  • Miralles, R. (2012). La Plaça de Bous d'Ondara. De la reconstrucció a l'actualitat. En Peña Taurina "Maestranza" Dénia (Ed.), Toros en Dénia y la Marina Alta (pp. 120-126). Gráficas García Contrí.
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