El precio de la vivienda usada en España ha aumentado un 12,8% interanual durante el último mes de mayo, según el último índice de precios del portal inmobiliario Idealista. Se sitúa ahora en 2.391 euros/m2. Los expertos señalan que el aumento que no cesa se debe en gran medida al desajuste entre la oferta y la demanda, el bajo precio de las hipotecas, la falta de suelo y la subida de los precios de la construcción.
En la Comunitat Valenciana el aumento de precios en un año ha sido del 17,5%, siendo en las provincias de Valencia y Alicante donde más ha subido, un 15,8% en ambos casos.
Aquí, en la Marina Alta, fijamos ahora la vista en las últimas cifras disponibles respecto al número de transacciones inmobiliarias realizadas en uno de sus municipios. En Beniarbeig, en 2023, el 89,4% de transacciones fueron de vivienda de segunda mano y solo el 10,6% de obra nueva, según el informe de febrero de 2025 del Institut Valencià d’Estadística (IVE).
Es una tendencia que se ha mantenido en los últimos años en la localidad, donde los precios se han visto triplicados en los últimos diez años. Los datos recogidos por el portal inmobiliario mencionado sobre el precio de la vivienda en Beniarbeig señalan que el municipio alcanzó su mínimo en octubre de 2016, cuando el metro cuadrado costaba 686 euros. En aquellos años, el movimiento del mercado inmobiliario en la localidad era bastante notable, con compradores de perfil joven que encontraron en el municipio, probablemente, su primera casa.
La plataforma inmobiliaria recoge datos de la localidad desde 2013 hasta ahora, 2025, cuando el último dato recogido es de abril, situando el precio medio del metro cuadrado en 2.336 euros. Vanessa Dean, agente de la inmobiliaria Hello2Spain y residente en Beniarbeig, pone como ejemplo un ático ubicado en su misma finca, cuyo precio se ha triplicado en tan solo dos años.
La agente inmobiliaria manifiesta que en la localidad la segunda mano está a la orden del día, pero que en municipios costeros como Benissa, por ejemplo, la obra nueva tiene más mercado. Según su experiencia, el perfil de compradores con los que trabaja son en gran parte españoles, de València, Madrid, Barcelona o el norte de la península, que se interesan por la zona.
El foco, por tanto, en Beniarbeig es la vivienda de segunda mano, dato que constata Juanjo Mas, alcalde de Beniarbeig, quien afirma que hay demanda para la localidad. «También se han reformado muchas casas de siempre que se heredan o se venden, pero en estos últimos años se han terminado bastantes viviendas de cuando estalló la burbuja inmobiliaria que estaban abandonadas». Respecto a las viviendas de obra nueva, el alcalde afirma que «quedan parcelas por construir, tenemos terrenos, pero son más dedicados a futuros chalés».
Incremento de la población, pese a la subida de precios de la vivienda
Desde 2016, con el mínimo histórico de precios de la vivienda en Beniarbeig, la localidad cada año incrementa su número de población. «Somos de las localidades que más crecemos cada año», manifiesta el alcalde. En 2016 el número de habitantes era de 1.917 y el último padrón de 2024 señala las 2.445 personas en su población, según el IVE.
«El problema es que nos hemos convertido en un pueblo dormitorio. En Beniarbeig tenemos el polígono industrial, que tiene algunas empresas, pero la mayoría de trabajadores vienen de fuera, no residen aquí», remarca Juanjo Mas. Tanto la agente inmobiliaria como el alcalde de Beniarbeig coinciden en que los nuevos residentes llegados a Beniarbeig en los últimos diez años son, principalmente, gente joven «o familias con niños», anota Mas.
El alcalde también explica que el perfil de residentes en las urbanizaciones, fuera del casco más urbano, son generalmente personas extranjeras que deciden pasar la jubilación en la localidad o alrededores. «Algunos están empadronados, pero otros no», por lo que considera que si se empadronasen en el municipio la población aumentaría considerablemente.
Mas concluye observando que pese al aumento progresivo de habitantes, Beniarbeig sigue siendo un municipio pequeño de menos de 5.000 personas. «Es en localidades de menor tamaño como la nuestra, donde más ayuda de la administración autonómica y provincial hace falta. Y más teniendo en cuenta que, este 2025, desde la Diputación nos han retirado el Plan +Cerca que nos subvencionaba con 200.000 euros, esenciales para poder funcionar cada vez mejor. En este sentido, la percepción es que el organismo provincial está atascado».
Los impuestos también se han triplicado.
Y ahora el alcalde quiere destrozar el pueblo ampliando el polígono.
Vays sorpresa se van a llevar los que están comprando pisos cuando vean que en vez de naranjales, tienen naves industriales