Año tras año, la Vall d’Ebo llega al otoño preparando la tradicional cosecha de la poma perelló y tener lista la fruta para su consumo tras el proceso de maduración a partir de noviembre. Los agricultores dedican sus esfuerzos durante todo el año para que así sea y que la exclusiva variedad de la fruta brille hasta el febrero siguiente.
Ya es temporada de perelló en la Vall d’Ebo: el cultivo de las montañas que se niega a desaparecer
Esta temporada la fruta ha sufrido varios contratiempos. «La sequía ha provocado una reducción en la producción. Los árboles han sufrido porque no ha llovido casi y las frutas se han quedado pequeñas», confiesa Juanvi Moll Mengual, agricultor de la Vall d’Ebo. En 2022 el incendio se añadió al mismo problema, pero esta temporada se ha sumado otro inconveniente.
Tras una primera recolección de perelló, los agricultores acostumbran a dejar las manzanas más pequeñas en el árbol. Las esperadas lluvias del otoño son el motivo, ya que con esta agua la fruta se agranda, de modo que la producción se duplica. Los frutales esperaban «llenos y cargados», explica el agricultor. Pero no ha sido así.
En vez de agua, la Marina Alta se ha visto afectada por los temporales de viento. Otro gran enemigo de los cultivos, que los ha tumbado, lanzando a perder la segunda recolección entre finales de octubre y principios de noviembre. Son ya dos años seguidos de resultados truncados.
Desde la Asociació Poma Perelló, los agricultores mantienen el deseo de lograr la Denominación de Origen Protegida y registrar una marca exclusiva que de, por fin, el reconocimiento al perelló de la Vall d’Ebo como se merece. La asociación ya trabajó el pasado año en iniciativas junto a la Generalitat que les diera el impulso necesario.
El mensaje de Juanvi se repite: «O nos ayudan o lo dejamos perder todo. Con el cambio de gobierno en la Generalitat no sabemos que va a pasar con los avances de la Asociació Poma Perelló». Hace unas semanas, mantuvieron una reunión con València «en la que nos dijeron que el proyecto seguía adelante, pero falta que el consentimiento se haga oficial», explica.
Aunque no todo son malas noticias. La poma perelló y las familias que continúan cultivando esta tradicional fruta en las montañas del interior alicantino tienen su cita anual durante este fin de semana. El 18 y 19 de noviembre, la Festa Fira del Perelló de la Vall d’Ebo promocionará entre los visitantes sus excepcionales piezas.
«La del año pasado fue muy bien. Es un gran reclamo para el pueblo, atrae a la gente y gusta», confirma Juanvi, quien invita a toda la comarca a participar de la iniciativa junto a ellos. Dos días que llenan de fiesta, cultura y gastronomía el municipio con una finalidad: poner en valor el cultivo de la poma del perelló de la Vall d’Ebo.
A final resulta que las manzanas son las de menos, lo que queréis es pillar subvenciones y posibles indemnizaciones si la cosecha no salga de lo previsto, cosa que suele pasar en la agricultura.
Porque sin ser experto en el sector, me atrevo a adivinar que las manzanas para su crecimiento necesitan agua, sol, abono y sus correspondientes cuidados,
les da absolutamente igual una denominación u otra.
Haberlo dicho directamente, de que se trata es de pillar un cacho de «Next generation» o cualquier otra subvención pillines sin tantos palabros.