Durante estos días hemos vuelto a recibir la triste noticia de que, por enésima vez, los proyectos del segundo instituto de educación secundaria y el C.E.E. Gargasindi han vuelto a caer en saco roto. De nuevo, el PP vuelve a estar en contra del lado bueno de las cosas y, como si de algo personal se tratara, le quita al pueblo de Calp sus dos nuevos centros educativos.
En esta situación actual, de nada sirve pensar que un sobrecoste de 3 millones de euros, en menos de un mes, no es motivo suficiente de desconcierto para cualquier administración. O incluso si echamos la vista atrás, no podríamos imaginar que teniendo el presupuesto aprobado de 12,7 millones de euros en enero de 2022 por parte de la Consellería (en aquel momento liderada por Compromís) para la construcción del instituto; el equipo de gobierno de la época (liderado por el PP) dejaría pasar la oportunidad, por más de año y medio, de ejercer sus competencias adquiridas.
Tampoco sería conveniente hacer mención de que la misma Conselleria anunciara la construcción de aulas prefabricadas para el presente curso 23/24, viendo como el equipo de gobierno, ahora con siglas políticas variadas, hacía caso omiso de la concesión de dicho proyecto y licitación del mismo. Parece ser que los tiempos no importaban para el ejecutivo local, que aprobó el proyecto en el pleno de diciembre de 2023, siendo ahora un equipo de gobierno entrelazado con Compromís y PSOE; aunque en Conselleria ya imperaba el PP.
Podrían ser conjeturas mías pero, haciendo un breve seguimiento, las siglas políticas sí han importado en momentos puntuales para ciertas personas. Podría decirse que la frase “TOT VA COM CALP” nos vuelve a venir como anillo al dedo.¿Que nos construyen un nuevo edificio frente a las salinas? Parece que ya no causa ningún pavor mediático.
¿Qué nos invaden las calles desde hace meses con “contenedores basura” para la recogida de residuos? No pasa nada porque en breve hay sarao para dar a conocer y celebrar el nuevo servicio.
¿Qué la zona azul ocupa prácticamente todas las calles del municipio? Nos quejamos brevemente del turismo y pagamos la multa si nos llega a nuestro domicilio. Y así, un largo etcétera.
Pero no. Esto va más allá. Se trata de que en nuestro pueblo los proyectos en materia de educación son una lacra avergonzante que arrastra gobierno tras gobierno. No es sólo el hecho de que el segundo I.E.S. se vaya a construir o no; es que se haya consentido llegar a esta situación tan grave que ridiculiza a cualquiera que se quiera excusar con comunicados, fotos y noticias y tirar balones fuera.
Los centros educativos de Calp padecen muchísimas carencias que, día tras día, la comunidad educativa debe soportar: no tener calefacción en invierno, falta de papel y jabón en los baños, patios deficientes sin presupuesto para su remodelación, baños lúgubres pendientes de reforma durante años, conserjes multifunciones que no dan abasto… y así un listado infinito que demuestra la falta de preocupación del gobierno local, por algo tan importante como es la educación.
De hecho, hay quien dice que es uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad. Sí, pero no para Calp. Se pueden convocar manifestaciones multitudinarias (ojalá), se pueden organizar sentadas delante de la Conselleria, incluso “alguna víctima de la política más sucia” podría hacer una huelga de hambre, vete tú a saber.
Solo espero que ningún miembro de este equipo de gobierno abandere ningún acto social mostrando su apoyo a la causa
educativa, porque lo avergonzante pasaría a ser miserable. Sí, es cierto que este tema de suma importancia para cualquier calpino o calpina es muy grave y hay que actuar. Pero que quede clara una cosa: si no hay un instituto nuevo, si no tenemos un nuevo centro de educación especial, si no han construido un centro para el CEIP Oltà, si no hay un quinto colegio (se les llenaba la boca publicitando el quinto), si no disfrutamos de unas instalaciones deportivas dignas para nuestros hijos e hijas; SÍ es por las siglas políticas.
Desde tiempos inmemorables fue el PP quien NO nos permitió tener estos centros, y actualmente, Somos Calpe sigue por el mismo camino. Coloquialmente podría decir que «es el mismo perro, con distinto collar».
Además, siendo éste mi artículo de opinión (que si alguien, llegado este momento no tiene una, yo comparto la mía amablemente) me gustaría añadir: «Dime de qué presumes y te diré de qué careces». Dadas las circunstancias fotográficas.
Paqui Pastor Gutiérrez- Defendamos Calpe
