El Portal de Sala es la única de las tres entradas de la muralla que aún se conserva. Comunicaba el pueblo con la zona de las huertas.
En el periodo musulmán, Pego tenía recinto amurallado que fue ampliado a partir de 1291 para proteger a los pobladores cristianos que llegaron desde Cataluña. Durante la guerra de Sucesión (en el siglo XVIII) las murallas se destrozaron casi en su totalidad. Contaban con dieciséis torres. Por algunas de las calles del centro histórico quedan restos integrados en edificios actuales.