OPINIÓN | Luisina Daives, psicóloga de Amadem
El 59 % de los adolescentes españoles de 10 a 19 años dice haber sufrido algún problema de salud mental. Lo que sitúa a España como el país europeo con mayor prevalencia de alguna de estas patologías diagnosticadas en menores.
El suicidio es la segunda causa de mortalidad de los jóvenes en Europa, cifra realmente espeluznante, únicamente superado por los accidentes de tráfico. Esto significa que 9 millones de adolescentes europeos de 10 a 19 años viven con un problema de Salud Mental, siendo la ansiedad y la depresión los trastornos que constituyen más de la mitad de los casos. Lo que deberíamos de entender es que este segmento de la sociedad es más vulnerable al contexto, se encuentran en una etapa de máxima plasticidad cerebral, lo que significa que aprenden mucho más y que absorben en mayor medida lo que sucede a su alrededor.
Además, están en su proceso de independencia, de construcción de pilares vitales. Atraviesan constantemente un proceso de construcción de identidad, es decir, descubriendo quiénes son y quiénes quieren llegar a ser.
Imagínense cuán importante será la información que reciban, así como la comprensión, afecto y límites, muchos límites. Cómo así también, ayuda y apoyo en los hogares, escuelas o a nivel profesional, cuando la situación lo requiera.
Teniendo en cuenta que este pasado 17 de mayo, se celebró el día contra la homofobia, es de vital importancia que seamos conscientes de lo determinante que será para la Salud Mental de los más jóvenes, que vivamos en una sociedad donde se eduque en valores de aceptación, respeto, libertad y diferencias. En donde dichas diferencias no serán más que aspectos o elecciones de cada persona, ante las cuales, el resto debemos de vivir con naturalidad y con mucha educación. Ojalá llegue un día en que la identidad sexual no sea ni siquiera un tema de conversación, de debate, ni muchísimo menos, una causa desencadenante de problemas de Salud Mental.
Pues parar de hablar sobre ello inventando situaciones que no existen.
Texto absolutamente mal cohesionado: has usado una premisa general (las enfermedades mentales) que podría darse en cualquier persona del mundo (de la índole que sea) y sin ahondar en la causa de los datos que has compartido, para luego soltar como conclusión (nada relacionada con lo mencionado anteriormente, dejando que sea el lector quien intuya por qué se dice tal cosa) la pataleta ideológica de turno, como si fuera la causa exclusiva de lo anterior. Deberías haber empezado por la idea del párrafo de conclusión para ir desgranándola poco a poco para poder centrar el texto en ella.
Del modo en el que lo has redactado, me da la sensación que le restas importancia deliberadamente a las enfermedades mentales para dársela finalmente a algo de lo que ni has hablado a lo largo del desarrollo del texto. En suma, flaco favor le haces a lo que pretendes defender.