El Ayuntamiento de la Vall de Gallinera ha manifestado su «gran satisfacción» tras comprobar la alta implicación vecinal en el primer día del nuevo servicio de recogida de residuos orgánicos Porta a Porta. Según fuentes municipales, «la práctica totalidad de las casas ha realizado una separación cuidadosa», lo que ha permitido obtener un residuo orgánico de alta calidad que será convertido en compost. Este abono natural, que se distribuirá entre la ciudadanía en un plazo aproximado de tres meses, servirá para nutrir bancales, jardines y plantas domésticas.
La jornada ha transcurrido con normalidad, con apenas dos incidencias menores que ya están siendo gestionadas a través del sistema de apoyo «Vall Verda», puesto en marcha por la Oficina Municipal de Medio Ambiente para resolver dudas y acompañar al vecindario en la transición.
El buen arranque del nuevo sistema es resultado de la campaña previa «La Vall Verda: ¿Qué hacemos con la basura?», que ha incluido reuniones informativas en todos los núcleos del municipio, visitas a composteras comunitarias, entrega de materiales formativos a domicilio, publicaciones semanales en redes sociales y canales de mensajería, y atención directa cada jueves en la Oficina Municipal de Medio Ambiente. Esta labor ha sido clave para preparar a la ciudadanía y los negocios para un nuevo modelo de gestión basado en la economía circular.
«La acogida de la campaña ha sido muy positiva», destaca el consistorio, que valora el compromiso ciudadano como un factor clave en este proceso colectivo de aprendizaje y responsabilidad. «Queremos agradecer a la ciudadanía su alto grado de implicación y participación. Ha sido una alegría ver cómo el vecindario hacía preguntas y mostraba su entusiasmo por un cambio necesario para avanzar hacia un modelo respetuoso con la Vall y nuestro entorno».
El sistema busca transformar los residuos en recursos, evitando su envío al vertedero, lo cual genera contaminación y costes adicionales. Además, gracias a la implantación de una tasa variable vinculada a la fracción de rechazo, este año se ha podido frenar el aumento de la tasa fija para la población.
El Ayuntamiento ha asumido directamente la recogida de las fracciones orgánica y resto, así como la gestión del compostaje comunitario. Esto no solo permite reducir costes estructurales y crear empleo, sino también avanzar hacia un modelo más justo, donde «quien menos contamina, menos paga».
Para facilitar la separación, el rechazo debe sacarse en bolsas rojas específicas disponibles en el Ayuntamiento, el horno Alfonso y Casa Carmen. En el caso de los negocios, deberán adquirir pegatinas de tasa en el propio consistorio. Como medida de equidad, los residuos sanitarios como pañales, compresas o tampones no están sujetos a la tasa y pueden depositarse cualquier día con recogida activa. Las familias con personas dependientes pueden solicitar un cubo hermético adicional.
El proyecto «Vall Verda» nace con el propósito de convertir los desafíos ambientales y económicos en oportunidades sostenibles, con una mirada puesta en las generaciones futuras. Para el Ayuntamiento y su ciudadanía, este primer paso representa una apuesta decidida por un modelo de vida más respetuoso con el entorno.