«La soberanía energética se ha convertido en un pilar estratégico» para el Ayuntamiento de la Vall de Gallinera, que ha desarrollado una serie de iniciativas orientadas a reducir la dependencia de fuentes externas de energía eléctrica. Según el consistorio, este esfuerzo, iniciado en la pasada legislatura, se ha llevado a cabo en colaboración con la Diputación de Alicante y la Generalitat Valenciana a través del IVACE, aprovechando diversas subvenciones que, junto con el aporte municipal, han permitido implementar la primera fase del Plan de Sostenibilidad Energética.
Este plan ha supuesto una inversión de 310.965,13 euros y, según el gobierno local, refleja «la búsqueda constante de subvenciones y ayudas para planificar y dotarnos de una soberanía energética respetuosa con el territorio». Además, desde el consistorio aseguran que llevan años trabajando de forma estratégica en cuestiones como la energía y el ciclo integral del agua, con el objetivo de hacer de la Vall un lugar más sostenible y con un futuro garantizado para las próximas generaciones.
Avances hacia un modelo energético autosuficiente
El plan incluye la instalación de placas solares en el edificio consistorial, así como la creación de una Comunidad Energética que ya abarca los núcleos de Benissivà, Benitaia, Benialí y la Carroja, con previsión de conectar a sus socios a finales de este año. También se han instalado puntos de recarga para vehículos eléctricos en Alpatró y Benialí, y casi todos los edificios municipales utilizan parte de su energía procedente de fuentes fotovoltaicas.
Además, el alumbrado público se ha optimizado mediante la instalación de sistemas LED, lo que ha reducido el consumo eléctrico en un 60%. En algunas zonas, como el callejón de la Font de Llombai, se han instalado farolas alimentadas al 100% por energía solar, donde previamente no había alumbrado público.
Impacto ambiental y económico
Las medidas adoptadas han logrado una notable reducción de emisiones de casi 200 toneladas de CO₂ y un ahorro de 368.979 kWh anuales. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también supone un significativo descenso en la factura eléctrica del Ayuntamiento, lo que se traduce en miles de euros de ahorro cada año.
Estrategias complementarias y respeto al territorio
En paralelo, el Ayuntamiento trabaja en otros proyectos como «La Vall Verda», que diseña estrategias para la recogida y gestión de residuos con la futura implantación del sistema puerta a puerta para los desechos orgánicos y de rechazo. Todo ello está integrado en el Plan Estratégico de la Agenda Urbana, cuyo objetivo es repensar la Vall de Gallinera para fomentar un desarrollo sostenible y generar nuevas oportunidades económicas y sociales.
El respeto por el territorio es otro de los ejes del plan energético del municipio. Según el consistorio, las instalaciones se han ubicado en emplazamientos estratégicos para minimizar el impacto visual y ambiental en el paisaje y el entorno urbano.
Red de producción eléctrica respetuosa con el medio ambiente
Recientemente, se han instalado placas solares en el tejado de las Antiguas Escuelas de Alpatró, completando una red municipal de producción de energía limpia. Estas placas proporcionan electricidad a servicios clave como los colivings, los consultorios de Alpatró y Benissili, el Centro Social Joan Pellicer y las propias Antiguas Escuelas.