OPINIÓN | Luisina Daives. Psicóloga de Amadem
En todo el mundo, el derecho a la salud de millones de personas está cada vez más amenazado. Los conflictos devastan vidas y causan muerte, dolor, hambre y angustia psicológica. Actualmente tenemos dos guerras en marcha, a nuestro lado. Además de hambrunas, sequias, pobrezas absolutas, violencia desmedida, y la lista podría continuar. Al menos 140 países reconocen la Salud como un derecho humano en su constitución, pero sólo 4 países, ¡4!, han mencionado cómo financiarla.
Cada 7 abril se conmemora el día mundial de la Salud, para concienciar y trabajar sobre este tema tan crucial, ya que, sin ella, no habrá nada. Éste 2024, el tema del Día Mundial de la Salud es «Mi salud, mi derecho», y fue elegido para defender el derecho de todos/todas, en todas partes, a tener acceso a servicios de salud, educación e información, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes, y a que no se discrimine a nadie.
En relación a la Salud Mental, el objetivo será fomentar la conciencia sobre ella, y combatir el estigma que todavía la rodea, esto puede ayudar a mejorar el bienestar general de la población. El diálogo abierto será la clave para prestar servicios de apoyo y crear entornos inclusivos, y que, por otro lado, ayudaría a liberar la asistencia sanitaria primaria y permitir una mejor atención al paciente.
Acercándonos más a nuestra comarca, seguimos con unas listas de espera tremendas, en donde lo que es una urgencia o debería serlo, se convierte en un problema que al final se agrava y cronifica. También en esta línea seria importante incidir en la psicoeducación del paciente, es decir, que sepamos cada vez mas acerca de qué es y qué no es un problema de Salud Mental, ya que así también dejaremos de generar a veces consultas innecesarias.
Luisina Daives. Psicóloga de Amadem