Javier Gil (Beniarbeig), de clarinetista a gestor cultural y director de uno de los festivales más reconocidos de la Marina Alta Javier Gil (Beniarbeig), de clarinetista a gestor cultural y director de uno de los festivales más reconocidos de la Marina Alta
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Javier Gil (Beniarbeig), de clarinetista a gestor cultural y director de uno de los festivales más reconocidos de la Marina Alta

04 de agosto de 2024 - 03:53

Como director del Festival de Música de Cine de la Marina Alta, Sonafilm, Javier Gil Pérez ha labrado una larga trayectoria hasta ser todo un experto en bandas sonoras. Sus inicios como músico abrazaron la disciplina del clarinete en la banda de música Beniarbeig y desde entonces sus conocimientos y habilidades en el mundo de la cultura no han hecho más que aumentar.

El viernes 2 de agosto arrancó el reconocido festival que llega este 2024 a su ya sexta edición. Toda una declaración de intenciones, pues desde que arrancó en 2019 ha pasado por diversas localidades de la Marina Alta que no dudan en sumarse al ambicioso proyecto. Este año son cinco los municipios diferentes que lo avalan.

El director del Sonafilm nos acoge en esta entrevista para que conozcamos más de cerca todo su recorrido y nos cuenta cómo pasó de clarinetista a gestor cultural, todo el trabajo que hay detrás de un festival como este y nos abre su lado más íntimo para entender cómo ha conformado su pasión por la música a lo largo de los años.

PREGUNTA. Cuéntanos un poco sobre ti, tu biografía y recorrido en el mundo de la música.

R. Comencé a estudiar música porque mi padre es músico, mis abuelos eran músicos y en Beniarbeig hay mucha tradición de estudiar música, igual que en la gran mayoría de pueblos del territorio valenciano. Empecé estudiando en la banda de música del pueblo, luego pasé al conservatorio con el grado profesional y cuando terminé, fui a hacer el superior en Castellón, la licenciatura.

He tocado toda la vida en las charangas de la Marina Alta y al llegar a un nivel un poco más profesional, comencé a tocar en una orquesta que había en Gandia. Entré en la organización, empecé a cogerle gusto al tema de la gestión cultural, y en un momento dado, hace 11 años, se me ofreció un proyecto de música de cine en una orquesta mucho más grande, a nivel más completo. Fue entonces cuando creé la Universal Symphony Orchestra, que nació en 2014. El primer concierto lo hicimos el 19 de septiembre de 2014, este año celebramos nuestro décimo aniversario.

Empezamos a hacer conciertos en Sevilla, Almería, Granada, Zaragoza, Tarragona con giras de conciertos de música de películas. Siempre hemos trabajado en las bandas sonoras. Al ver que tenía una plantilla de 70-80 músicos, me di cuenta de que muchos de ellos tenían grupos pequeños, como un cuarteto de cuerda o un quinteto de viento. Ahí empecé a abrir un poco el abanico de ofertas que hacíamos y también empecé a trabajar con grupos de cámara, que es a lo que nos dedicamos hoy en día.

Fundamos además la asociación Aljub Music. Durante este tiempo, hemos tenido la suerte de poder tocar en el Wizink Center de Madrid, en el Fórum de Barcelona, trabajamos hoy en día para productores internacionales que, cuando vienen a España a hacer sus conciertos, nos contratan. Hace cuatro años, empecé a hacer el Máster de Gestión Cultural en la UOC, que terminé hace tres años.

P. Entonces, ¿la Universal Symphony Orchestra, orquesta residente del Sonafilm, fue una iniciativa tuya?

R. Sé. Yo empecé a trabajar en otra orquesta y unos productores de Andalucía nos ofrecieron hacer un proyecto de música de cine, pero quienes dirigían esa orquesta no quisieron sumarse, y yo sí que me lancé. Como cualquier persona que abre un negocio, hice un préstamo y me arriesgué. Ya conocía a muchos músicos de la otra orquesta y me dijeron que contara con ellos.

Lo bueno que creo que tiene la Universal Symphony Orchestra es que, siendo profesionales, somos una gran familia. Nosotros, desde hace diez años, somos prácticamente los mismos. Incluso tenemos parejas dentro de la orquesta que se han conocido aquí. Somos un equipo. Cuando viene gente de fuera por primera vez a tocar un concierto con nosotros, siempre nos dicen que hay muy buen ambiente de trabajo, lo que creo que es clave para hacer lo que hacemos.

P. ¿Son todos músicos de la Marina Alta?

R. Todos son de tierras valencianas. No es por nada en particular, sino porque estamos todos aquí, y creo que en la Comunidad Valenciana hay músicos de sobra y muy buenos.

Tengo muchos compañeros de carrera tocando en la orquesta, incluso profesores. El director es de Alberic, José Martínez Colomina, y para mí es como si fuera un hermano mayor, porque lo conozco desde mucho antes de formar la orquesta.

P. ¿Y por qué os especializáis en bandas sonoras de música de cine? ¿Por algo en concreto?

R. Eso fue lo que nos ofrecieron. En aquel momento, hace diez años, no había tantas orquestas que se dedicaran a las bandas sonoras. Hoy en día, sí hay más, y dentro del mundo de la música para orquesta sinfónica, la música de cine es probablemente el género que llega a más gente. Porque habrá mucha gente que nunca haya ido a escuchar la Quinta Sinfonía de Beethoven, pero el cine le gusta a todo el mundo. Tienes un abanico de público mucho más amplio al que puedes llegar.

Aquí en España, el tema de la educación musical prácticamente no incluye a los compositores de música de cine. Para mí se abrió un mundo muy grande cuando comencé a trabajar con música de cine, al conocer y estudiar compositores que podrían estudiarse en las escuelas.

¿Por qué no estudiamos a John Williams, a Morricone, a Jerry Goldsmith? Muchos de ellos todavía están vivos. No podrás ver a Beethoven o a Mozart, pero yo tuve la oportunidad de ir a Berlín a ver a John Williams, y para mí fue el mejor concierto de mi vida.

P. Dentro de todo este mundo de las bandas sonoras y la música de cine, ¿con qué autor te quedas?

R. John Williams, porque es una leyenda viva y su música es archiconocida. Otro que me gusta mucho, aunque no tiene nada que ver, porque es música mucho más sintetizada, es Hans Zimmer. También me apasiona Jerry Goldsmith, porque me gusta mucho el sinfonismo. Ennio Morricone, por supuesto, y hay algo que me gusta mucho, especialmente desde que he empezado a ir a festivales de música de cine: los compositores españoles. Últimamente estoy escuchando más música de compositores españoles, porque he comenzado a trabajar con su música desde hace dos o tres años. Mucha gente no sabe el tesoro que tenemos aquí en compositores de música de cine y las bandas sonoras espectaculares que hay. Tenemos auténticas joyas.

P. Hablando de tus trabajos, cuéntanos un poco más sobre el Sonafilm. ¿Cómo y cuándo nace la idea?

R. La orquesta comenzó en 2014 y en 2017 o 2018, cuando empecé a conocer el tema de los festivales de música de cine, siempre me llamó la atención la idea de hacer un festival en la Marina Alta que fuera mancomunado, en el que pudieran participar todos los pueblos, y cada uno realizara un tipo de evento diferente. Empecé a presentar la idea, pero en ningún lugar se atrevían a llevarla a cabo.

En 2019 hicimos el primer concierto de la Orquesta Sinfónica en la Marina Alta, en Calp, y miembros del Ayuntamiento de Ondara vinieron a ver el concierto. Les gustó y nos dijeron que querían hacerlo en la plaza de toros. Mi compañero Emili Sentí propuso al Ayuntamiento de Ondara ponerle el nombre de festival, no de concierto. Y así intentamos hacer un festival para ver cómo iba la primera edición, y realizamos el mismo concierto de Calp, pero en la plaza de toros de Ondara.

El Ayuntamiento propuso ponerle el nombre de Sonafilm. Fue un éxito, llenamos 1.600 o 1.700 asientos de la plaza. Al año siguiente, en 2020, nos sorprendió la pandemia, pero justamente en la plaza de toros de Ondara fue donde se realizaron más eventos culturales en ese momento, por las condiciones del recinto. Contaron con la orquesta pequeña y recibimos una subvención del Institut Valencià de Cultura, lo que permitió la segunda edición.

En 2021, hablando con Raül García de la Reina, concejal de Cultura de Dénia, le propuse unirse al proyecto y a partir de ahí comenzó a ser un proyecto mancomunado. Al año siguiente se unió El Verger, el año pasado, en 2023, Calp y Teulada, y este año entra Beniarbeig, lo cual ha sido una gran alegría para mí, ya que es mi pueblo. Este año ya son cinco poblaciones las que forman parte del proyecto, se ha ampliado mucho más el alcance, y la gente ha comenzado a ver que cada año vamos creciendo poco a poco, dentro de las limitaciones en infraestructuras y presupuestos que tenemos.

Sin embargo, aprovechamos al máximo cada céntimo. Yo también trabajo mucho por pasión. Hoy en día no es un negocio, pero al final es aportar un proyecto cultural a la Marina Alta que creo que tiene futuro. Y la prueba está en que cada año vamos a más.

P. ¿Qué supone un festival de estas características?

R. En esta sexta edición del festival, van a participar 250 músicos, no solo de la orquesta, sino también de otros grupos y formaciones que se suman al evento. Para nosotros es muy especial porque, aunque normalmente trabajamos en Barcelona y Madrid, tocar en casa tiene un significado especial. Cuando vamos a estas grandes ciudades, a menudo nos unimos a proyectos que ya están montados, que son espectaculares.

El año pasado, por ejemplo, estuvimos trabajando en proyectos como Assassin’s Creed, Joe Hisaishi, el videojuego de Zelda, y Dragon Ball con el cantante original en el WiZink Center de Madrid. Pero el Sonafilm son espectáculos que disfruto mucho porque son proyectos que yo elijo, organizo y en los que selecciono las piezas que quiero tocar o a quien se dedica cada edición. Tengo la suerte de contar con amigos y conocidos de otros festivales que me asesoran y apoyan mucho.

Este año, en Teulada, estamos preparando un concierto con música de Shigeru Umebayashi, producido por Pedro Mérida, un nuevo productor con el que estamos trabajando. Sinceramente, no conocía a Umebayashi antes, pero al escuchar su música quedé fascinado. Es un concierto muy recomendable.

Es importante mencionar que los compositores que participan en el Sonafilm lo hacen desinteresadamente. No solo ceden sus obras, sino que en ocasiones crean música especialmente para ser interpretada en el concierto. En el Sonafilm, tanto el año pasado como este, se han estrenado piezas importantes. Por ejemplo, las últimas temporadas de La Casa de Papel se estrenaron en Calp, con la cantante original.

Este año también tenemos estrenos. Tocaremos la tercera parte de Tadeo Jones, compuesta por Zacarías M. de la Riva, Cuerpo de élite de Vicent Ortiz, un compositor valenciano, y piezas de Darío Palomo. Además, contaremos con la presencia del presidente de la Fundación SGAE, lo cual indica que el festival está ganando reconocimiento e interés. Estamos muy contentos y satisfechos con la evolución del festival y el apoyo recibido.

P. Como director del festival, ¿cuál es tu papel?

R. En un festival pequeño como este, prácticamente me encargo de casi todo, aunque cuento con la ayuda de los regidores de los Ayuntamientos que participan. Además de ser el director del festival, soy el gerente de la orquesta, lo que significa que gestiono las programaciones y muchas otras tareas, y ahora que Pedro está aquí me ayuda mucho con eso porque lleva toda la vida trabjando estos ámbitos.

Mi trabajo incluye desde manejar las redes sociales, supervisar la cartelería, buscar patrocinadores, coordinar la orquesta, hacer presupuestos, asegurarme de que los auditorios cumplan con todos los requisitos. Básicamente, hago un poco de todo.

Cuando organizo el festival, doy indicaciones a los regidores sobre lo que se necesita, pero ellos tienen muchas otras responsabilidades. Yo me concentro exclusivamente en el festival. En muchos pueblos, hay varios festivales, así que no pueden centrarse únicamente en este. Además, disfruto haciéndolo.

Siempre busco rodearme de personas que sepan más que yo, porque es la mejor manera de crecer y hacer avanzar el festival. Este año, con Carlos Palencia, en comunicación hace dos años, y el productor Pedro Mérida, me siento mucho más aliviado, incluso para tareas aparentemente simples como hacer listas de invitados o coordinar eventos.

Por ejemplo, en el Casino de Ondara, que es uno de nuestros patrocinadores, organizamos cenas para los invitados. Hacer listas de autobuses, gestionar las reservas de alojamiento y otros detalles logísticos requieren muchas horas de trabajo. Además, debemos coordinar el programa y los instrumentos necesarios para cada concierto, lo que es especialmente desafiante cuando hablamos de siete eventos en un mes.

Quiero agradecer a todos los patrocinadores, como el hotel ASA, Baleària, La Piemontesa, Casinos Cocktails, Rossman, Ennova y a los media partners, como LaMarinaAlta.com y Dénia.com, porque sin su apoyo, el festival no podría realizarse. Su contribución es esencial para cubrir los gastos, ya que cada concierto implica una serie de costes, pero hay otros que son en común, que es a lo que nos ayudan todos los patrocinadores. Sería imposible de otra manera.

P. ¿Cómo músico también participas en los conciertos?

R. Yo empecé tocando en la orquesta, y desde 2014 hasta 2020 me encargué tanto de tocar como de la organización. Era un reto enorme porque, mientras los músicos llegaban al concierto, yo llevaba ya diez horas allí preparando todo. Cuando llegaba el momento de actuar, debía estar al 100%, pero ya me encontraba exhausto. A pesar de lo gratificante que fue, decidí dejar de tocar para enfocarme en la gestión cultural, un área en la que siento que puedo aportar más.

Actualmente, disfruto de los conciertos de otra manera, programándolos y organizándolos. Me emociona ver cómo la orquesta, un proyecto al que he dedicado tanto esfuerzo, sigue adelante. Desde 2022 que ya no formo parte de la orquesta como músico, pero sigo involucrado en su desarrollo, asegurándome de que todo funcione bien y que los invitados se sientan bienvenidos. He encontrado en la gestión cultural una forma de vivir la música que me llena y me permite disfrutar de los conciertos desde otra perspectiva.

P. ¿Qué instrumento tocabas?

R. Soy profesor de clarinete y actualmente me dedico a la docencia. Tengo la carrera de clarinete y combino mi labor docente con la realización de algunos conciertos, además de participar en la banda de Beniarbeig. Mi etapa como músico profesional en orquesta terminó en 2019, con mi último concierto.

Ahora, me dedico principalmente a la enseñanza. Dirijo varios coros, como el coro de La Xara, el coro de Santa Ana de Ondara y el coro de Beniarbeig. Además, soy profesor de clarinete en la escuela de Beniarbeig y de lenguaje musical en Pego.

P. ¿Qué es lo más gratificante para ti del mundo de la música?

R. Al principio, era una gran satisfacción ver a nuestra orquesta tocar en lugares importantes como el Wizink Center o el Fórum de Barcelona. Estas experiencias eran motivo de gran orgullo. Sin embargo, hoy en día, lo que más me llena es ver que los músicos quieran formar parte de nuestra orquesta. Es reconfortante escuchar de músicos profesionales que estamos haciendo un buen trabajo o recibir a compositores que aprecian lo que hacemos.

Ahora valoro mucho más el aspecto humano e individual. Más allá de los elogios externos sobre la calidad de la orquesta, lo que más me gratifica es recibir comentarios positivos de los propios músicos y compositores, como cuando un compositor nos dijo que nuestro concierto de música española había sido el mejor que habían escuchado en el país. Esos pequeños reconocimientos son los que realmente me llenan.

P. ¿Tienes próximos proyectos a la vista?

R. Este año, el 7 de diciembre, estaremos en el Fórum de Barcelona nuevamente con Overlook Events, una productora francesa que organiza eventos en todo el mundo. En esta ocasión, presentaremos un espectáculo dedicado a la música de John Williams, centrado en toda la saga de Star Wars.

Para 2025, estamos trabajando en varios proyectos emocionantes. Estamos en conversaciones con importantes productores que organizan giras de compositores famosos como Hans Zimmer. Y otros proyectos muy interesantes que se llevarán a cabo en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao.

Por ello siempre insisto a la gente que aproveche para asistir al Sonafilm, son eventos de gran calidad a precios mucho más accesibles. Por ejemplo, el concierto de John Williams en diciembre tiene entradas a partir de 120 euros en otras ciudades, mientras que el que celebraremos en Ondara el 24 de agosto es de solo 25 euros.

Invito a la gente a aprovechar estas oportunidades porque los eventos que ofrecemos son de alto nivel. Además, de una programación variada que abarca desde música de rock con el concierto de bandas sonoras de series en Dénia, escuchar la música en directo de Nosferatu mientras ves la película en Beniarbeig, el concierto de compositores españoles en Calp, Jonh Williams en Ondara o el de Shigeru Umebayashi en el Auditori Teulada Moraira…

También, los eventos incluyen actividades adicionales como charlas y oportunidades para que los estudiantes de música interactúen con compositores reconocidos a nivel nacional. Animo a todos a participar y aprovechar estas experiencias únicas.

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