En 1245, Jaume I conquistó Alcalalí a los árabes. A partir de entonces, comienza una larga historia de donaciones y compras de este territorio a manos de diferentes nobles y señores.
El monumento que marca la historia del municipio es la Torre Medieval, que se levantó en el siglo XIV para proteger al pueblo de los ataques de piratas y bandoleros.
En 1609, el municipio quedó despoblado por la expulsión de los moriscos y en 1610 se otorgó carta puebla a los nuevos vecinos, sobre todo procedentes de las islas Baleares.
En la segunda mitad del siglo XIX, Alcalalí absorbió al hasta entonces municipio independiente de la Llosa de Camacho.