Con motivo del próximo concierto del Réquiem de Mozart, que se celebrará el domingo 13 de abril en el Auditori de Beniarbeig, la Orquestra de la Marina Alta ha publicado una entrevista con Francesc Estévez, director de la orquesta comarcal. En esta entrevista, Estévez repasa su trayectoria musical, comparte las razones que le han llevado a elegir esta emblemática obra y adelanta algunos de los proyectos que marcarán el futuro de la orquesta.
PREGUNTA. ¿Cómo descubriste tu vocación por la dirección orquestal?
RESPUESTA. No se puede decir que haya un momento concreto en el que decides ser director de orquesta. En mi caso, ha sido una evolución natural a partir del estudio de mi instrumento, el piano, que por sus posibilidades y características propias te conduce hacia la orquesta.
P. ¿Cuál ha sido tu trayectoria hasta llegar a la dirección de la Orquesta de la Marina Alta?
R. Después de estudiar dirección de orquesta y composición en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, hice cursos de verano en la Escuela Superior de Música de Viena y en la Bachakademie de Stuttgart. La estancia que realicé el verano de 1998 en Estados Unidos fue determinante para fundar la Orquesta de la Marina Alta, junto con amigos y grandes músicos que aún hoy forman parte de la orquesta y con quienes comparto este apasionante proyecto musical.
P. ¿Por qué habéis elegido el Réquiem de Mozart para el concierto del 13 de abril?
R. Es la última obra inconclusa de Mozart y una de las grandes obras de la historia de la música. No podía faltar en esta primera temporada de la OMA dedicada a Mozart.
P. ¿Cómo describirías el proceso de preparación de una obra tan emblemática como el Réquiem de Mozart?
R. Al no ser una obra terminada por el propio Mozart, presenta más dificultades. Hay tres versiones finales en cuanto a la instrumentación, y las decisiones del director son clave para definir cómo se presenta la obra.
P. ¿Cómo es trabajar con solistas como Teresa Albero, Serena Pérez, Jesús Álvarez y Sebastià Peris, y con el Coro de Cámara de Valencia?
R. Con Serena Pérez es la primera vez que trabajamos juntos. Teresa Albero ya cantó con nosotros El amor brujo de Falla y en una gala lírica. Jesús Álvarez es un colaborador habitual, como lo fue en la 9ª de Beethoven en noviembre de 2023. Sebastià Peris es un amigo con quien comparto el amor por Bach. Hemos trabajado juntos en obras como la Pasión según San Juan, cantatas de Bach, la Misa de la Coronación, la Paukenmesse de Haydn y ha estrenado obras mías como la cantata El hijo de la lechera, el oratorio Fray Pedro el Descalzo, y en Lucerna y Ginebra el ciclo de lieder Riurau que viu, con textos de nuestro amigo Lluís Fornés.
P. ¿Hay algún movimiento del Réquiem que encuentres especialmente conmovedor o que disfrutes especialmente dirigir?
R. Sin ninguna duda, el Lacrimosa. Es la última música que escribió Mozart, y solo llegó hasta el compás número 8.
P. ¿Cómo valoras la respuesta del público de la Marina Alta hacia la música clásica y, en particular, hacia la obra de Mozart?
R. Muy positiva. Nuestro ciclo de conciertos de primavera y verano está plenamente consolidado, y programamos habitualmente obras como la Gran Partita, una obra maestra con la que cerraremos la temporada de la orquesta en el Auditorio de Beniarbeig.
P. ¿Cómo ves la evolución de la Orquesta de la Marina Alta en los últimos años?
R. Después de interpretar la 2ª sinfonía de Mahler en febrero de 2024, la orquesta se encuentra en uno de sus mejores momentos. Esta evolución nos ha animado a iniciar una temporada estable de conciertos en el Auditorio de Beniarbeig que esperamos consolidar en los próximos años, gracias al Ayuntamiento de Beniarbeig y al apoyo de la Fundación Dénia.