OPINIÓN | Somos Calpe
Los escándalos de corrupción continúan salpicando al Partido Popular, y ahora parece que el tiempo le ha dado la razón a, nuestra líder, Ana Sala, quien dejó este partido y ahora puede opinar sin ataduras.
Por un lado, en la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, exlíder del PP, ha sido condenado por corrupción. Las investigaciones revelaron que, durante su gestión, Zaplana habría cometido delitos de blanqueo de capitales y malversación de fondos públicos, apropiándose de grandes sumas mediante una red de empresas y cuentas en el extranjero. Estos fondos, obtenidos de forma ilícita, habrían sido ocultados para evadir a las autoridades y beneficiarse personalmente de recursos destinados al servicio público.
Y, más cerca todavía, en Calp, nuestro pueblo, se investiga la posible exhumación ilegal de nichos. Al parecer, estas exhumaciones se habrían realizado sin la debida autorización y fuera del marco legal, lo que implica una posible vulneración de los derechos de los familiares de los difuntos y de las normativas municipales. En esta trama, también está implicado un exedil del Partido Popular, tras exhumar ilegalmente a un difunto de un nicho del cementerio municipal para enterrar en él a la abuela de un técnico municipal.
Ana Sala, alcaldesa de Calp y líder de Somos Calpe, dejando claro que no echa de menos la sombra de la corrupción, declara: “Estoy satisfecha de haber tomado distancia”.
Como partido municipalista, en Somos Calpe creemos que es hora de exigir que el PP rinda cuentas. La ciudadanía merece partidos políticos y líderes honestos y transparentes, y esta reciente serie de escándalos demuestra la urgencia de tomar medidas. Estos hechos no solo muestran el desgaste ético del PP, sino también el riesgo que supone para la integridad de las instituciones públicas.
