Mientras que el gobierno local vaticina que este municipio puede atravesar en un futuro no demasiado lejano «épocas de gran sequía y restricciones» el equipo socialista ya proyecta soluciones municipales para atajar el escenario apocalíptico que describía el actual equipo de gobierno en el pasado pleno.
En la visita que el equipo socialista realizo el año pasado descubrimos que la instalación depuradora, pese a tener capacidad para un municipio de 50.000 personas, genera un importante flujo de agua salada que es vertida al mar.
También conocimos que, a día de hoy, el regadío municipal y el baldeo de las calles se realiza con la misma agua potable que sale de los grifos (y bolsillos) de los calpinos.
Por otro lado, los técnicos señalaban que el coste de desalar el agua que produce la depuradora solo ascendería a unos 400.000 euros. Desde el convencimiento pensamos que es un gasto asumible, no solo desde la necesidad, sino sobre todo desde la previsión y la ejemplaridad. El municipio dispondría de esta agua desalada para regar las zonas verdes municipales, los huertos urbanos y para que la empresa de limpieza viaria pudiera disponer de esta agua reciclada, no apta para el consumo humano pero idónea para una limpieza efectiva de las calles.
Mientras se consolida el hecho que el litoral mediterráneo sufrirá el cambio climático en forma de sequías, hemos visto como los sucesivos gobiernos populares no han invertido ni un euro en mitigar los efectos de una realidad que hasta hace poco negaban.
Para el PSOE supone una obligación para las generaciones venideras priorizar la inversión en economía circular, en este caso para una estación desaladora que amplié las instalaciones de la depuradora municipal. Será uno de los primeros proyectos que la alcaldía socialista pondrá en marcha junto a la instalación de placas solares en los edificios públicos.
En el caso del abastecimiento hídrico, no nos limitaremos a mejorar las instalaciones existentes, revisaremos el plan de sequías para garantizar la calidad de vida del municipio y la sostenibilidad del modelo económico local. Además, asistimos atónitos a la subida del precio del recibo del agua a los ciudadanos por parte del equipo de gobierno mientras se despilfarra la misma sin prever una alternativa.
Es una obligación moral para cualquier ayuntamiento la de invertir en economía circular, energías renovables y, sobre todo, en ejemplaridad, pedagogía y sostenibilidad. El futuro será verde, o no será.
Marco Bittner, secretario de Organización y Comunicación del PSPV-PSOE Calp
