OPINIÓN | Compromís Teulada i Moraira
Desde Compromís por Teulada y Moraira hemos tenido conocimiento —y lo hemos podido comprobar— de que la empresa que está realizando las obras en la carretera de Teulada a Moraira ha solicitado, apenas una semana después de iniciar los trabajos, una modificación del proyecto y la suspensión temporal de las obras hasta que se apruebe dicha revisión.
Un hecho que vuelve a poner en evidencia la improvisación y la absoluta falta de planificación del Partido Popular, actualmente al frente del gobierno municipal. Esta actuación, anunciada por primera vez en el año 1999, se ha convertido en el símbolo de un modelo de gestión basado en la propaganda, las promesas vacías y la incapacidad de ejecutar proyectos con garantías.
Durante esta última semana, el gobierno local ha querido vender como una gran “ampliación” una intervención que, en la práctica, consiste únicamente en la construcción de muros de contención en un tramo de 400 metros. No hay tercer carril, ni asfaltado, ni mejora estructural de la vía.
Mientras tanto, la ciudadanía sufre las consecuencias de una obra mal planificada: colapso del tráfico, atascos constantes y un impacto directo sobre vecinos, vecinas y sectores económicos en plena temporada turística. ¿De verdad era necesario generar este caos por una actuación tan limitada? ¿No se podrían haber aplicado alternativas como señalización clara, semáforos provisionales o personal regulando el tráfico?
26 años de promesas que nunca llegan. Esta carretera es una vieja conocida en los discursos del PP. Hagamos memoria:
- 1999: Julio España (PP), presidente de la Diputación, visita Teulada y anuncia la ampliación de la carretera.
- 2003: Pepe Císcar, exalcalde de Ciutadanos por Moraira y candidato del PP en ese momento, incluye la carretera en su programa para “unir el pueblo”.
- 2014: Antoni Joan Bertomeu (PP) promete el inicio de las obras para 2015… año electoral.
- 2017: Se anuncia que la Diputación ha dado el visto bueno al proyecto y se iniciará tan pronto como sea posible
- 2021: Dos meses después de la moción de censura que hace alcalde a Raúl Llobell (PP), Carlos Mazón visita Teulada y Moraira y proclama que las obras “comenzarán de inmediato”.
Y ahora, 2025. Cuatro años después de aquel “inicio inmediato”, las obras han comenzado… pero ya se han solicitado modificaciones y paralización. Todo indica que estamos ante un nuevo episodio de desorganización institucional. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
- Septiembre 2022: La primera licitación, valorada en 299.532 €, queda desierta. La única empresa que se presenta no aporta la documentación exigida.
- 2023: Año electoral. El gobierno del PP aparca el proyecto para centrarse en la campaña.
- Octubre 2024: Se retoma la licitación. Ahora el presupuesto asciende a 389.031 € (90.000 € más).
- Marzo 2025: Se inician las obras, en plena Semana Santa y previsiblemente el verano, coincidiendo con la máxima afluencia de tráfico y visitantes.
- Abril 2025: ¿Paralización provisional del proyecto? A petición de la empresa.
Una de las razones por las que pasan seis meses entre la adjudicación y el inicio efectivo de las obras es que el Ayuntamiento no solicitó el permiso necesario a la Diputación —titular de la vía— hasta junio de 2024, y esta autorización no se concedió hasta finales de febrero de 2025. Tanto el Ayuntamiento como la Diputación están gobernados por el Partido Popular. Dos administraciones del mismo color político incapaces de coordinarse siquiera para ejecutar una actuación de 400 metros de muro.
Después de más de dos décadas de anuncios, promesas y fotos, la ciudadanía de Teulada y Moraira sigue siendo víctima de un estilo de gobierno que antepone la propaganda a la gestión real y efectiva.
Seguiremos informando, porque como en toda obra que se hace en nuestro municipio, esto no acaba aquí.