La entidad ecologista se adhiere al manifiesto de la Plataforma Salvem la Vall, junto con decenas de organizaciones, para exigir la paralización total y definitiva del proyecto. La Plataforma ha organizado una manifestación el próximo domingo, 18 de febrero, para mostrar su rechazo al PAI «Medina» a desarrollar en la localidad de Llíber, enclavada en el prelitoral de la comarca de la Marina Alta.
Se trata de una convocatoria que ha recibido el apoyo de decenas de organizaciones en defensa del medio ambiente, culturales y sociales. Desde la entidad califican el hecho de «destrozo territorial, que resultaría de la construcción de casi 500 viviendas en una zona de alto valor ecológico», como es la Muntanya Llarga.
«Nos encontramos de nuevo con un PAI desfasado, aprobado inicialmente en 2001, que no responde a las necesidades reales de un territorio con fuerte identidad como es la Vall de Pop. En este sentido, en lugar de atender la necesidad urgente de preservar los territorios no urbanizados para hacer frente a la pérdida de paisajes naturales y biodiversidad, el apremiante cambio climático y sus notables consecuencias, se promueve otro desarrollo urbanístico, de carácter depredador y con trasfondo especulativo, que con la construcción de 488 chalets unifamiliares y sus respectivas piscinas, en una superficie total de 406.213 m², solo empeorará las sequías, las olas de calor, las inundaciones, los incendios y muchas otras problemáticas socioambientales», ha expresado Acció Ecologista-Agró.
Denuncian que el PAI «Medina» de Llíber, que duplicará la población del municipio alicantino en un brevísimo período de tiempo, desencadenará una serie de afectaciones medioambientales que motivan la oposición y justifican las demandas sociales que apuntan a la paralización total y definitiva del proyecto.
En primer lugar, critican el emplazamiento en una zona contigua al Paisaje Protegido de la Serra de Bèrnia y del Ferrer, que «inevitablemente se verá afectado visual, estética y ecológicamente con remoción de la cobertura vegetal, el impacto y desplazamiento de la fauna propia del lugar». Y que, dicen, contraviene el planteamiento defendido por la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana al encontrarse desconectado del núcleo urbano de Llíber y dentro del Paisaje de Relevancia Regional «Depresiones y sierras desde Gallinera a Castell de Castells».
«Se suman otras externalidades negativas vinculadas a una drástica reducción en la cantidad y calidad de agua. Así como mayores dificultades en los procesos de saneamiento. Todo en una zona que sufre un estrés hídrico importante y donde se producen restricciones en el uso de agua potable, sin requerir un exhaustivo informe debidamente actualizado del organismo de cuenca, que justifique la suficiencia y disponibilidad de estos recursos», añade la organización.
Expresan que «la saturación del territorio no solo exprimirá el agua, sino que proyectará grandes deficiencias en infraestructuras viarias y servicios sanitarios y sociales». En cuanto a la movilidad, cabe destacar la «falta de sostenibilidad que caracteriza este desarrollo urbanístico, ya que los residentes de las nuevas viviendas dependerán totalmente del uso de vehículo privado para sus desplazamientos, teniendo en cuenta que no existe ni se prevé transporte público en la zona. Con el aumento de las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero y el perjuicio para la salud que esto comportaría».
En cuanto a los servicios sanitarios y sociales, denuncian que el aumento de la población provocaría «mayores deficiencias» en materia de atención sanitaria y de recogida de residuos sólidos urbanos.
Por estos motivos, Acció Ecologista-Agró apoya a la Plataforma Salvem la Vall, con la firma de su manifiesto y la asistencia a la manifestación convocada para el próximo domingo a las 11:00. Además, desde el colectivo ecologista hacen un llamado a la movilización masiva para «poner fin entre todos al resurgimiento de planes y proyectos propios del siglo pasado, que como el de Medina de Llíber reducen la capacidad de resiliencia de nuestros territorios ante la emergencia climática y que son contrarios a los compromisos ambientales adoptados a escala internacional».
