"Lenta y gradual". Así está siendo la desescalada en la hostelería valenciana. Desde el lunes, los bares y restaurantes pueden abrir hasta las 22h. Y por tanto, se puede volver a cenar fuera, una actividad que llevábamos meses sin poder hacer.
La flexibilización de las restricciones y la reducción de la incidencia acumulada por covid-19 en la Comunitat Valenciana (una de las mejores regiones de Europa), está dando un respiro a los hosteleros, un sector muy ahogado por la situación que venía semanas pidiendo ampliar su horario.
Tras un lunes de inestabilidad meteorológica, este martes las terrazas de las localidades de la Marina Alta han vuelto a respirar ambiente. En mesas de máximo 6 personas, los dianenses, javienses, calpinos... han podido salir al típico 'tomar algo' por la tarde y a cenar.
Cenar, por cierto, en un horario nada habitual para los españoles: a las 20h. Y es que si quieres cenar fuera tienes que empezar con tiempo para asegurarte de estar a las 22h en casa.
Lo que en Reino Unido, Holanda o Irlanda es totalmente normal (incluso supondría cenar tarde), para un español es muy difícil de entender pero las ganas de salir y volver a socializar (casi) como siempre, superan cualquier costumbre arraigada.
Asociaciones como Aethma han lanzado la campaña #AdelantaTuCena para animar a la ciudadanía a cenar a las 20h y así apoyar al sector sin saltarse ninguna restricción.
Tras dos meses de cierre absoluto (salvo el servicio para llevar), el 1 de marzo la Generalitat anuncia que los hosteleros pueden volver a abrir las terrazas. Eso sí, solo hasta las 18h y con un aforo del 75%. Una medida insuficiente para muchos de los restaurantes y bares de la comarca que, por el tiempo tan cambiante que vivimos en estos meses -tan pronto sale el sol como empieza a llover-, decidieron directamente no abrir.
El 15 de marzo la Generalitat anuncia que vuelve la vida al interior de los bares. Pero eso sí, con solo un 30% de aforo. Fue entonces cuando muchos de los hosteleros de nuestra comarca decidieron volver a subir la persiana, encender fogones y ponerse a trabajar.
Ahora, la hostelería comarcal ha recibido con alegría la nueva medida: apertura hasta el toque de queda.
Con cautela, eso sí. Y con miedo de que las cosas vuelvan a empeorar y les obliguen a cerrar. Pero siguiendo todas las normas de seguridad e higiene y manteniendo la misma ilusión y ganas. Así afrontan hosteleros y clientes la vuelta gradual del sector, que no solo es el motor económico de la Comunitat Valenciana, sino que también supone un símbolo de unión y socialización de los ciudadanos.