«A una población en rebeldía solamente la puedes aplacar mediante una ocupación militar». Es una de las afirmaciones que hace José Gayà después de escribir y dirigir, junto a Pau Soler, el documental Venim de lluny.
El director habla de sus conocimientos sobre la Marina Alta desde su estudio en Pedreguer y descubre uno de los principales hilos conductores del documental: las revueltas populares. No tarda mucho en confirmar que su reciente trabajo ofrece un «contexto crítico de la historia, no es la oficial».
Algo que ve como un impedimento para presentar el documental a nivel nacional, por ejemplo, en la televisión pública. «Le damos una vuelta a la historia y hablamos de la gente de abajo, no solo de reyes. No ofrecemos una visión buena de los borbones, eso suele molestar e incomodar mucho».
A la sociedad de les comarques centrals valencianes se la consideró un pueblo rebelde por luchar contra el feudalismo en la Segunda Germanía. Idea que se prolongó hasta la Guerra de Sucesión. No es ningún secreto, como cuenta el director. «Cuando en 1700 entran las tropas y arrasan Dénia, por ejemplo, esta se queda con solo 112 habitantes», aventura Gayà.
«El conocimiento de los jóvenes sobre nuestra historia es escaso»
Sin embargo, es probable que a gran parte de la sociedad valenciana actual se le escapen detalles de sus raíces como este. Precisamente por esto, Venim de lluny nace con una idea didáctica. Para que la población de la Marina conozca sus orígenes y no se olvide de ellos. Una tarea que Col·lectiu Mirades, la productora audiovisual independiente promotora del documental, lleva realizando años.
De su colaboración con diversos centros educativos de la Comunitat Valenciana salió a la luz que «el conocimiento que tienen las personas jóvenes de nuestra historia es bastante escaso». Por este motivo, el proyecto también cuenta con una serie de capítulos puramente históricos sobre cada una de las épocas tratadas, que quedarán a disposición de las enseñanzas en institutos.
Aunque Gayà no solo se muestra orgulloso de esto. La otra mirada que logra el clímax del documental es la de las mujeres mayores que protagonizan una parte importante la película. Ellas son las encargadas de mostrar la realidad que la comarca vivió durante la Guerra Civil y después de ella.
«Las mujeres han sido invisibilizadas y apartadas de la historia»
Así es como el director aprovecha para recordar uno de los momentos más conmovedores de la presentación de la película. «Se llenó todo. Había unas 300 personas o más y con la primera escena, en la que las mujeres se presentaban, aplaudieron todos de repente y fue muy emotivo. Ellas eran las estrellas».
Cuenta la anécdota vivida con Maria González (94 años), la protagonista del Verger y de Dénia, que estuvo en el túnel de la capital comarcal durante los bombardeos. No era seguro que pudiese acudir al estreno, sin embargo, se presentó una hora y media antes.
«Cuando terminó la película, al salir los créditos, me giré para estrecharle la mano, pero ella ya se había levantado. Vino lo más rápido que pudo hacia mi para abrazarme. Fue muy bonito», recuerda. La visión femenina en Venim de lluny pretende poner de relieve otra parte de la historia silenciada y que procuran destapar sus creadores.
«Lo que intentamos es dignificar a los sectores de población menor, en este caso, a través de las rebeliones populares y las mujeres, las cuales han sido invisibilizadas y apartadas de la historia. Siempre nos han hablado de reyes pero no nos han hablado de la gente de abajo que somos el 90% de las personas», asegura Gayà convencido.
Los pueblos de la Marina
El estreno en Dénia no será la única oportunidad del público para empaparse de su historia. La productora ha podido sacar el documental a delante con el apoyo, la participación y la colaboración de varios Ayuntamientos. Por este motivo, Dénia, Gata de Gorgos, Pedreguer, Benissa, Ondara, Teulada, Orba, Xaló, El Poble Nou de Benitatxell, Els Poblets, El Verger y Parcent tendrán su propio corto documental especializado y centrado en cada uno de ellos.
Narraciones importantes como la tradición alfarera y la historia del barro en Orba; el cultivo de la naranja en El Verger como uno de los primeros pueblos en introducirlo; las fábricas de llata (hoja seca de la palma) en Gata de Gorgos o las de muebles en Teulada. Todas ellas verán la luz en pequeños estrenos en las localidades cooperantes.
m agnifico e instructivo trabajo enhorabuena y makina avant