La última conferencia de Encontres a Beniarbeig 2024 puso su atención en el «Art conceptual frente al feixisme decadent». La charla estuvo a cargo de Pilar Parcerisas, que explicó al público la reacción de una generación nacida en la postguerra que convirtió su propuesta artística en un arte político. Antes de presentar a la conferenciante, Tomás Llopis anunció la nueva fecha para el encuentro aplazado el pasado 8 de febrero. «Feixisme i avantguardes. L’art no és mai neutral», que estará a cargo de Joan M. Minguet, tendrá lugar finalmente el próximo jueves 7 de marzo.
Seguidamente, Llopis destacó el enfoque de comisaria de exposiciones de Pilar Parcerisas en la presentación de la invitada ante los espectadores. Subrayó así su extenso currículum que incluye exposiciones como Idees i Actituds. Entorn de l'art conceptual a Catalunya, 1964-1980 y publicaciones como Conceptualismo(s). Poético, políticos y periféricos. En torno al arte conceptual en España, 1964-1980.
Parcerisas comenzó su intervención haciendo referencia a su mencionado libro, donde revisa el arte conceptual en España durante los años sesenta y setenta, época en la que el franquismo, aunque debilitado, reforzó su aparato represivo. Esta situación llevó a una generación de artistas a rebelarse contra el concepto de estado asociado a figuras autoritarias como el padre, la familia, la religión y la política, creando un arte vanguardista con una fuerte carga política y un nuevo lenguaje visual.
La conferenciante destacó la importancia de los movimientos artísticos en Cataluña, especialmente el Grup de Treball, que cuestionaba el arte de estilo en favor de un arte de actitud, rechazando el objeto artístico en favor de propuestas más mentales e implicando al espectador. Esta energía se canalizó hacia la transformación de la institución artística con la inserción de la praxis política y la lucha de clases en la actividad artística.
Parcerisas exhibió varios trabajos de estos artistas, incluyendo carteles de solidaridad con el movimiento obrero y proyectos como «Recorreguts», que buscaban recaudar fondos para los presos políticos. También mencionó la politización del año 1974 y la muerte de Puig Antich, así como la participación de artistas como Ferran García-Sevilla, Jordi Benito, Fina Miralles, y otros en el programa conceptual.
El evento concluyó con un coloquio donde el público expresó su interés en esta exposición como un testimonio incómodo, pero preciso de su tiempo, según los principios de artistas comprometidos que desafiaron al fascismo sin renunciar a su oficio.
