El Ayuntamiento de Pedreguer ha llevado a cabo una intervención en la fuente de la Glorieta, una joya ornamental situada en el centro del jardín de la localidad. La intervención tenía como objetivo limpiar y arreglar la fuente, compuesta por una piscina de piedra con una estructura de columnas y una figura de Neptuno coronando el conjunto. La piedra de la piscina, con colores beige, gris y negro y vetas blancas, evoca al mármol.
La estructura de hierro fundido presenta una decoración en relieve formada por el busto de un hombre con el pelo largo y bigote que lleva la típica gorguera plegada de la nobleza renacentista; una cesta calada llena de frutas, flores y hojas; una roseta en el centro de una estrella; la cabeza de una mujer con cintas y guirnaldas; y flores que recuerdan a las margaritas.
Por el momento, falta información sobre el año en que se construyó la Glorieta de la Cruz o la fuente, ni del autor del proyecto u otros aspectos similares. Podemos partir de la premisa de que la fuente ornamental no se hizo antes de 1887, ya que ese año se inauguró el depósito y la red de agua potable que abastecía a las fuentes públicas de Pedreguer. Además, el jardín debe haberse construido a finales del siglo XIX, puesto que se ubica en la zona del ensanche de Pedreguer, frente al Colegio de San Tomás de Aquino que comenzó a levantarse en 1882. Este edificio, que se conoce como las Escoles Velles, ahora es la sede de la Casa de Cultura. Esto comportó la urbanización de las calles de los alrededores, como la actual Gabriel Miró (popularmente calle de los Árboles), la del Colegio o la del Rector Salvador Ferrandis, también llamado "almacenes" por los numerosos establecimientos relacionados con la comercialización de la pasa. En este nuevo espacio también se realizaron infraestructuras culturales como los teatros Serrano o Lola Millanes y una plaza de toros.
En la Glorieta, además de la fuente ornamental, había otra de agua potable. Sabemos que algunas fuentes de esta red de agua potable fueron construyéndose a finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX. La fuente de abastecimiento de agua de la Glorieta se situaba en el extremo norte del jardín, sobre el murete de la cerca y se accedía a ella desde la calle. La mayoría de estas fuentes pervivieron hasta la construcción de la red de agua potable hecha entre 1965 y 1967, que permitió la llegada del agua a cada casa del pueblo.
La fuente ornamental tuvo una remodelación que la dotó de nuevos chorros e iluminación. Según el cronista local J. Server, esto se hizo en 1968 y publicó algunas líneas al respecto en "Efemérides bienales" en la revista de Fiestas de Sant Bonaventura de 1969.
La plaza ajardinada y los elementos que la integran están catalogados como Bien de Relevancia Local (BRL), concretamente como Espacio Etnológico de Interés Local. La fuente centenaria necesitaba una intervención de mantenimiento, limpieza y puesta en valor. En general presentaba una gruesa costra calcárea como consecuencia de la acción del agua que afectaba las partes de piedra y hierro. Además, sufría algunos desperfectos causados por el paso del tiempo, acumulación de suciedad en general, la afectación de los agentes meteorológicos o la intervención humana. La piscina de piedra tenía filtraciones, algunos morteros estaban deteriorados, faltaban algunas boquillas de los chorros y, de los existentes, algunos estaban deteriorados u obstruidos. Los repintados de la parte metálica eran abundantes y, a veces, no dejaban ver los detalles de la decoración.
La intervención en la fuente de la Glorieta se ha llevado a cabo entre el 9 de enero y el 3 de marzo de 2023. Resumidamente, la obra ha tenido los siguientes pasos: limpieza mecánica a base de cepillos y agua para quitar la costra calcárea, pero sin afectar los bajorrelieves de la piedra, pero ha sido manual en los rincones donde no llegaban los cepillos. También se han utilizado productos químicos en algunos sectores. Sustitución de los morteros deteriorados. Supresión de los restos de un grafiti. Arreglo del mecanismo que mantiene el nivel del agua de la piscina y de la caja de metal que lo protege. Eliminación de las numerosas capas de pintura, imprimación con una nueva capa de pintura anti-humedad y aplicación de pintura gris oscuro. Realización de nuevas boquillas de bronce que forman los chorros, para sustituir las que faltan. Adecuación del cableado eléctrico existente y colocación de luces LED.
Los trabajos de limpieza han estado a cargo de los hermanos Juan Tomás y Pere Noguera González, especialistas en el trabajo de la piedra, y Vicent Fornés Vives ha montado la nueva iluminación. Esta restauración ha implicado diversas áreas y ha sido coordinada por las concejalas de agua, servicios municipales y patrimonio.
