El paisaje de nuestro municipio debería protegerse siempre y no se está haciendo bien. No solo es una cuestión de gustos, como dice nuestra alcaldesa recurrentemente, sino una cuestión de sostenibilidad y contaminación visual. Somos conscientes que Calpe no puede parar drásticamente determinadas actuaciones aunque sí puede ordenarlas y abordarlas con una perspectiva que cuide mejor nuestro entorno. Para ello hemos propuesto que en toda promoción urbanística se obligue a presentar un estudio de impacto sobre el paisaje y así dibujar con ello un pueblo mejor. La legislación urbanística así lo aconseja, además del sentido común.
Resulta cuanto menos sorprendente que hasta ahora, no haya una herramienta de este tipo en nuestro ordenamiento. Lo más curioso que hemos descubierto sobre esto es que en 2016, el propio partido popular propuso limitar la construcción de viviendas agrupadas en algunas zonas del municipio, como Toix y Oltá. Y además, propusieron incluir, pero solo allí, la obligación de presentar un estudio de paisaje en aquellas parcelas que tuvieran más de 1600m2.
Hace unas semanas, preguntamos al ayuntamiento si se habían presentado estudios de impacto en diversas actuaciones en nuestro municipio que afectaban de forma desproporcionada en el paisaje, como han sido promociones que superan las 20 alturas en el Saladar, por ejemplo. Su respuesta nos dejó perplejos. No era necesario. A pesar de que en el PGOU sí se recoge esta posibilidad, matizan, solo es aplicable en áreas consolidadas y áreas de borde. La zona del saladar, por ejemplo, libertad total. En Toix y Oltá, donde las viviendas tienen un volumen reducido, son chalets unifamiliares, atendemos el impacto sobre el paisaje. Ahora bien, en el Saladar, no hace falta.
No hay que olvidar, para entender estas incoherencias, aquí soy muy estricto, allí no tanto, que hace unos años el PP eliminó el límite de alturas en la zona del Saladar pero no incluyó como requisito incluir en este caso ningún estudio de paisaje. Quizá no había que entorpecer los intereses de unos pocos con medidas que protegieran, de igual por igual, nuestro territorio. Perdemos, todos los demás.
Nuestra propuesta pretende poner orden en el modelo urbano de nuestro municipio, mediante herramientas que ayuden a la ciudadanía a disfrutar de los paisajes, por lo menos los que nos quedan. Permitiremos que nuestro crecimiento sea más homogéneo, sobre todo garantizando incluso en el sector promotor las mismas oportunidades a todos por igual. Las grandes torres proyectadas al lado de las Salinas y que se licencia se coló en un malabarismo digno de reconocer, seguramente se habrían podido evitar si esta herramienta que proponemos hoy hubiera estado incluida en nuestro plan general. No se dieron cuenta.
