El pleno del Ayuntamiento de Ondara ha aprobado la suspensión temporal de licencias urbanísticas y declaraciones responsables con certificación ECUV para el uso de vivienda-apartamento en todo el término municipal. La medida, que tendrá una duración inicial de un año prorrogable, salió adelante con los votos favorables de PSPV y Compromís, mientras que el Partido Popular se posicionó en contra.
La decisión se adopta ante el aumento de solicitudes para transformar locales comerciales en viviendas, especialmente en formato de vivienda-apartamento. Según el informe técnico municipal, en 2025 el 37,5% de las peticiones de nueva vivienda correspondieron a este tipo de conversiones, de las cuales un 66% fueron viviendas-apartamento.
El alcalde de Ondara, José Ramiro, explicó que la suspensión responde a la «incidencia creciente en el área técnica por las solicitudes de cambio de uso de bajos comerciales a vivienda-apartamento». Subrayó que el Ayuntamiento «no está en contra de este tipo de vivienda», pero sí considera necesario revisar la normativa, ya que las viviendas-apartamento «no están reguladas en las normas urbanísticas actuales». Ramiro planteó además la conveniencia de reflexionar sobre el modelo residencial que se quiere para el municipio: «Debemos pensar si una vivienda de 24 metros cuadrados es una vivienda digna y si es el modelo que queremos en Ondara».
Por su parte, el portavoz de Compromís, Lluís Fornés, apoyó la suspensión aunque pidió disponer de más información técnica antes de consolidar una posición definitiva. Advirtió que «paralizar durante un año es paralizar un pueblo», y recordó que este tipo de licencias también contribuyen a los ingresos municipales. Fornés sugirió la posibilidad de aplicar la suspensión de manera más específica y anunció que solicitará información complementaria al área técnica. El alcalde indicó que el asunto se debatirá nuevamente en una comisión informativa previa al próximo pleno, con el objetivo de alcanzar un mayor consenso.
En representación del Partido Popular, Àlex Hernández manifestó su rechazo a la suspensión, pese a coincidir en la necesidad de regular las viviendas-apartamento. A su juicio, paralizar las licencias «supone un problema grave en un contexto de escasez de oferta de vivienda». Hernández defendió la reconversión de locales comerciales como una alternativa «sostenible» que ayuda a ampliar la oferta habitacional, reducir precios y revitalizar el centro urbano. Añadió que este tipo de viviendas puede ser una opción adecuada para jóvenes, personas mayores o con movilidad reducida, y recordó que la Generalitat Valenciana establece una superficie mínima de 24 m² para estas viviendas. «No se trata de poner trabas, sino de garantizar que las viviendas sean dignas, con ventilación, iluminación y condiciones adecuadas», concluyó.






