El abandono territorial y demográfico que da como resultado un despoblamiento agravado con el paso del tiempo lleva activo desde los años 60 en todo el territorio valenciano. Alrededor de una cuarta parte de las localidades de la Comunitat Valenciana siguen perdiendo población de forma sostenida en las últimas décadas.
La Ley 5/2023, de 13 de abril, de la Generalitat, integral de medidas contra el despoblamiento y por la equidad territorial en la Comunitat Valenciana señala algunas causas del problema como «la crisis del sistema agropecuario tradicional, la concentración económica en las ciudades, el acelerado proceso de urbanización o la falta de servicios y oportunidades». Todo ello, ligado a la «falta de conciencia sobre los problemas que comportaba el desequilibrio territorial y unas políticas públicas desacertadas que ahondaban en esa inequidad», provocó el colapso del sistema rural valenciano abocando a los municipios más pequeños y en el interior hacia el inevitable fenómeno demográfico de la despoblación.
Esta ley establece los indicadores o criterios que se consideran para determinar los municipios que se encuentran en riesgo de despoblación. Estos son la densidad de población, que debe ser inferior o igual a los veinte habitantes por kilómetro cuadrado; el crecimiento demográfico, menor o igual al 0%; la tasa de crecimiento vegetativo, menor o igual a -10%; el índice de envejecimiento, mayor o igual al 250%; el índice de dependencia, mayor o igual al 60%; y la tasa migratoria, menor o igual a 0%.
El caso de la Marina Alta
El Institut Valencià d’Estadística publicó el pasado mes de octubre las últimas cifras sobre los Indicadores demográficos de despoblamiento de la Comunitat Valenciana. Basándose en los datos del portal estadístico de la Generalitat, el Observatori Marina Alta apunta a que la media de la comarca ha mejorado desde 2018 en algunos indicadores, pero ha empeorado en otros.
Las mejoras se observan en el caso de la densidad poblacional, pasando de 226,67 habitantes por kilómetro cuadrado en 2018 a 252,1 en 2023. También respecto a la tasa migratoria, del 3,04% al 10,18% en cinco años, y en el índice de dependencia, que en 2018 era de 61,54% y el pasado año era del 60,71%.
No obstante, los indicadores que han empeorado son los del crecimiento demográfico, que pasa del 32,58% en 2018 a 14,68% en 2023, en la tasa de crecimiento vegetativo, pasando de -1,98% a -3,22% en cinco años, y en el índice de envejecimiento, que ha aumentado del 169,6% al 184,81%.
La Marina Alta disminuye el número de municipios en riesgo de despoblación en cinco años
Históricamente, es el interior y las zonas montañosas de la comarca donde se localizan los municipios con unos indicadores de despoblación mucho más intensos. Los datos disponibles se remontan solamente al 2018, sin embargo, el Observatori apunta a que en cinco años, la Marina Alta ha pasado de tener ocho localidades en riesgo de despoblación a cinco.
Al respecto, señala que Castell de Castells, la Vall d’Ebo, la Vall de Gallinera y la Vall de Laguar, además de la Vall d’Alcalà, «siempre han estado considerados municipios en riesgo de despoblación». En 2018, también se encontraban en riesgo las localidades de Alcalalí, Sagra y Sanet i Negrals.
Considerar una localidad en riesgo moderado de despoblación es cuando se alcanzan los requisitos en, al menos, cuatro de los indicadores, o bien la población del municipio es igual o inferior a 100 habitantes, según indica el Observatori Marina Alta en su última recopilación de datos.
En el caso de Alcalalí, en 2018, su tasa de crecimiento vegetativo era de -14,64%, la tasa migratoria era del -6,01%, el índice de envejecimiento estaba en el 549,02% y el índice de dependencia en 104,09%, alcanzando esos cuatro indicadores. En 2023, ya no se considera en riesgo, ya que ha mejorado su tasa migratoria subiéndola al 13,53%.
Por lo que respecta a Sagra, en 2018 cumplía con cinco de los indicadores, estando en riesgo alto despoblación. Eran los indicadores de crecimiento demográfico (0%), tasa de crecimiento vegetativo (-20,31%), tasa migratoria (-1,03%), el índice de envejecimiento (625,93%) y el índice de dependencia (101,55%). Actualmente, ha mejorado su crecimiento demográfico (4,99%) y su tasa migratoria (11,99%).
En cuanto a Sanet i Negrals, la localidad alcanzaba los cuatro indicadores de tasa de crecimiento vegetativo, que estaba en -11,11%, la tasa migratoria era del -0,31%, su índice de envejecimiento era del 312,86% y el índice de dependencia era del 80,50%. Mientras que en 2023, su tasa migratoria ha subido al 17,10%, saliendo del rango de municipio en riesgo.
Las cinco localidades en riesgo de despoblación de la comarca
Castell de Castells, la Vall d’Ebo, la Vall de Gallinera, la Vall de Laguar y la Vall d’Alcalà son las cinco localidades en riesgo de despoblación de la comarca en la actualidad. En riesgo muy alto se encuentra la Vall d’Ebo, en riesgo alto quedan Castell de Castells, la Vall de Gallinera y la Vall d’Alcalà, y en riesgo moderado está la Vall de Laguar.
A continuación se presenta una tabla con los indicadores de cada uno de estos municipios actualizados con los datos de 2023, según la Generalitat:
| Municipio | Habitantes | Densidad de población | Crecimiento demográfico | Tasa de crecimiento vegetativo | Tasa migratoria | Índice de envejecimiento | Índice de dependencia |
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Castell de Castells | 445 | 9,69 | -4,30% | -41,12% | 6,52% | 435,14% | 81,48% |
| La Vall d’Alcalà | 174 | 7,61 | -1,14% | -17,82% | 12,07% | 491,67% | 67,62% |
| La Vall de Gallinera | 581 | 10,83 | -2,35% | -22,38% | 10,50% | 330,91% | 68,30% |
| La Vall de Laguar | 873 | 37,87 | -1,24% | -55,10% | 30,93% | 372,41% | 88,77% |
| La Vall d’Ebo | 230 | 7,09 | -28,79% | -33,48% | 0,43% | 1.025% | 64,29% |
Además de tener una baja densidad de población en general, exceptuando a la Vall de Laguar, lo que tienen en común estás localidades es un bajo nivel de crecimiento demográfico, todos se encuentran por debajo del 0%. Por otro lado, también llama la atención el altísimo índice de envejecimiento, que en el caso de la Vall d’Ebo llega al 1.025%.
La gente se va porque no hay trabajohay que viajar1horapara trabajar no hay tiendas no hay bancos en no hay gasolineras lo que si hay en abundancia es la tranquilidad y el canto de los pajaritos pero claro eso no llena el plato cada día habría que reflexionar carreteras estrechas vos estime atots sls de shi dalt😍