El pasado jueves, 3 de febrero, se celebró la segunda sesión dels Encontres a Beniarbeig con la conferencia de Antoni Furió, catedrático de historia medieval de la Universitat de València y director de la publicación de las Obras Completas y la Correspondència de Joan Fuster, que reunió unos 70 asistentes.
El acto fue presentado por el escritor, Tomàs Llopis, quién además de recordar y de agradecer las participaciones anteriores del profesor Furió, a los Encuentros de 2014 y de 2018, glosó brevemente la figura del conferenciante y recordó su implicación en la divulgación y el estudio de la obra fusteriana, objetivo compartido con la edición de este año.
Antoni Furió inició la intervención con la lectura de una carta, datada el 3 de diciembre de 1963, del abogado denier Josep Antoni Devesa dirigida al ensayista de Sueca en que lo informa de las posibilidades de organizar en la capital de la Marina algunos actos valencianistas, dado que había habido un cambio a la alcaldía. A continuación el conferenciante mostró varios documentos, uno de los cuales el boletín de suscripción a los Cuadernos Pego del año 75, que le permitieron en primer lugar reconstruir el paisaje humano del valencianismo en la comarca y afirmar que en total se conservan entre veinte mil y treinta mil cartas al archivo de Joan Fuster. La diferencia en las cifras se explica en el hecho que la primera corresponde a las cartas en sentido estricto y la segunda al conjunto de documentos, notas, tarjetas postales, telegramas, manifestaciones de adhesiones al escritor e incluso papeles adjuntos a la correspondencia, que Fuster archivó cuidadosamente.
Por esta razón, pues, este archivo, conservado en el Espacio Fuster de Sueca, constituye por un lado la historia de las relaciones personales del escritor pero también el archivo más completo que existe del valencianismo des la posguerra hasta la muerte del ensayista.
Fuster, explicó el conferenciante, fue un hombre especialmente reservado en cuanto a su vida privada, no en habla a sus ensayos ni en los artículos que publicó, ni siquiera en su Dietario, que son anotaciones sobre los diversos temas que lo interesaron, pero es en la correspondencia donde suelta las anotaciones de cariz íntimo que mejor podrían permitir el acercamiento más fiel a su biografía.
Después de dar noticia del estado de publicación de las Obras Completas y de la Correspondencia, Furió se centró en el interés documental y en la dimensión histórica del escritor y de su obra epistolar. A continuación trató de responder a la pregunta de que ha hecho posible la escritura y la conservación de una obra tan ingente, y apuntó varios factores que lo hicieron posible. Por un lado el hecho que Fuster hubiera vivido siempre en su casa de Sueca, cosa que obligaba sus interlocutores y a él mismo a recorrer las cartas y a una comunicación diferida que, además, se ha conservado gracias a los acuerdos entre las instituciones implicadas en el legado y el heredero del escritor.
Antoni Furió acabó su intervención dando unos datos contundentes, fueron más de ciento corresponsales originarios o residentes a la Marina, con quién Fuster se relacionó. La cifra es importante si tenemos en cuenta el ámbito geográfico de la colección, que alcanza no sólo los Païses Catalanes sino también la América del exilio catalán de posguerra.
La próxima sesión será el 24 de febrero y en ella, la periodista, Empar Marco, hablará de "Fuster periodista y articulista".
