La Cooperativa Cireres Muntanya d'Alacant cierra sus puertas tras 40 años por la nula producción este 2023 La Cooperativa Cireres Muntanya d'Alacant cierra sus puertas tras 40 años por la nula producción este 2023
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12 de mayo de 2023 - 14:13

La provincia de Alicante cuenta con una importante producción de cerezas, destacando la zona protegida por la Indicación Geográfica Protegida «Cireres de la Muntanya d'Alacant» en Alpatró, la Vall de Gallinera, creada en 1991. En este ámbito, les Valls de la Marina Alta (la Vall d'Ebo, la Vall d'Alcalà, la Vall de Gallinera y la Vall de Laguar), Planes y Benimarfull ofrecen condiciones agroclimáticas ideales para el cultivo del cerezo gracias a su relieve montañoso y cercanía a la costa, lo que permite obtener cerezas tempranas y de excelente calidad.

El cultivo de cerezas es uno de los más implantados y tradicionales en esta zona geográfica del territorio valenciano, cultivado en muchas ocasiones en explotaciones familiares.

Además, hay que tener en cuenta que la producción agrícola de las Valls está marcada por minifundios y bancales de piedra seca situados en una orografía que dificulta el trabajo diario de tantas familias que trabajan este cultivo desde tiempos inmemoriales, en unos municipios marcados por el incremento en los últimos años de un notable despoblamiento.

La producción media anual de cereza en la Cooperativa Cireres Muntanya d'Alacant, por poner un ejemplo, oscilaba en años normales de producción entre los 500.000 kg y los 800.000 kg de variedades predominantes como son Burlat, Early Lory, Prime Giant, Stark Hardy Giant, Picota Ambrunesa y Sweet Heart.

En los últimos cinco años, la cereza ha sido afectada por la climatología y esto ha provocado un notable descenso de la producción. El año 2018 fue una temporada de producción estándar y en Cireres Muntanya d'Alacant COOP CV se recogieron un total de 700.000 kg, mientras que en 2019 se recogieron unos 200.000 kg y en 2020 fueron 28.000 kg, en 2021 se recogieron 107.000 kg y en 2022 se recogieron alrededor de 4000 kg.

En cuanto al 2023 y como caso excepcional, cerrará sus puertas al público después de más de 40 años de funcionamiento debido a la nula producción de cereza en el norte de la provincia de Alicante.

El escenario del cambio climático en este territorio marca diferentes condicionantes:

  • Períodos de lluvia anormalmente largos, como es el caso del mes de marzo de 2022 en el Vall de Gallinera que acumuló 927 litros en 14 días seguidos de lluvia.
  • Acumulación de horas frías en períodos no favorables, como por ejemplo el traslado de la acumulación de horas frías a los meses de enero y febrero, cuando realmente se debería concentrar en noviembre y diciembre para una mayor viabilidad del cultivo.
  • Variaciones bruscas de temperatura que durante la época de floración perjudican la polinización.

Respecto al escenario de la producción de la cereza en esta orografía de minifundios dispone de estos condicionantes:

  • Elevados costos de producción: se estima que una hectárea de cultivo de cereza, en este lugar del territorio, tiene un costo anual de 8500 €, que vendrían a ser 708 € por fanegada de costo anual.
  • La no adaptación de la cobertura del seguro de rendimientos a este territorio de minifundios: a pesar de tener el mismo costo del seguro, haber declarado durante 5 campañas seguidas siniestras por falta de cosecha comporta reducciones hasta el 50% de la producción asegurada.
  • La aparición de una nueva plaga, como es la Drosophila suzukii que provoca grandes daños en la cosecha, siendo el principal problema el desconocimiento de tratarla por gran parte de los y las productoras y el poco apoyo técnico de los servicios oficiales de la Generalitat Valenciana.
  • Inadaptación de las variedades actuales en este contexto de cambio climático.
  • Problemas de erosión por falta de mantenimiento de los márgenes de piedra en seco que mantienen las terrazas de cultivo, la falta de la rentabilidad de las explotaciones impide el mantenimiento de estas infraestructuras.
  • Abandono de gran parte de las parcelas de cultivo que provoca la propagación y dificulta el control de los incendios forestales.

Estas problemáticas, arrastradas desde hace más de 10 años, se suman al pasado incendio de los municipios alrededor de la Vall d'Ebo del pasado verano, donde se arrasó gran parte de los cultivos, agravando así la producción de cereza. Y los cuales posiblemente no serán recuperados dado que el presente cultivo cada vez es más inviable.

Con estos dos escenarios, entrelazados entre sí, el panorama agrario en estos pequeños pueblos en peligro de despoblación del norte de la provincia de Alicante, hacen un llamado desesperado a la Generalitat Valenciana para que resuelva:

  • Ayudas pertinentes y adaptadas a las personas productoras de esta zona geográfica que puedan favorecer la sostenibilidad de la producción y la inmediata recuperación económica de este cultivo que ha sido sometido a una continua catástrofe durante los últimos 5 años, además de ayudas destinadas a mantener la piedra seca de los márgenes para evitar la erosión del terreno y el abandono del cultivo.
  • Adaptación de los seguros a las peculiaridades del territorio.
  • Investigación técnica por parte de los servicios oficiales para adaptar las nuevas variedades al continuo cambio climático.
  • Investigación técnica por parte de los servicios oficiales para controlar las nuevas plagas.

El patrimonio agrícola es claramente el principal pilar económico que sostiene estos municipios, y de este sector dependen otros factores socioeconómicos que afectan al mundo rural: el turismo sostenible, la densidad de población, el mantenimiento de servicios mínimos... Es una evidencia que si no se toman medidas urgentes y contundentes en la agricultura, esta está condenada a desaparecer y con ella, los pueblos del entorno rural.

Los diferentes municipios afectados realizan un llamado a las Administraciones Públicas del Estado para que declare este punto del territorio como zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil, lo que viene a ser, zona catastrófica y que además otorgue las ayudas pertinentes para paliar el abandono del cultivo.

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