El medio natural es tan fascinante como amplío, rico e interesante, y la Marina Alta es una zona de abundante exuberancia natural. Entre sus muchas posibilidades, la comarca, por su ubicación costera en la cuenca mediterránea y la altísima variedad de hábitats que tiene, es un lugar de gran relevancia para la observación de aves.
Este año se ha presentado un enorme trabajo de recopilación de la avifauna de la Marina Alta, que recoge «258 especies de aves residentes, estivales o hibernantes, así como las de paso y ocasionales». El libro Les aus de la Marina Alta, editado por el Institut d’Estudis Comarcals IECMA, tiene como a autores a los expertos Joan Sala, Isabel Caminal, Cristina Sala e Itziar Colodro.
Toparse con esta guía es, sin duda, todo un mundo por descubrir. Reúne fichas sobre cada una de las aves que es posible encontrar en algún momento en la comarca, además de más de 600 fotografías que muestran la belleza exacta de cada especie.
Indagando sobre el extraordinario mundo de las aves en nuestro territorio, encontramos a Pep Cantó, «ornitólogo, naturalista y educador ambiental desde hace más de 30 años en el Parque Natural de la Font Roja», tal como se define, aunque emplea el término «pajarero» en tantas ocasiones como conocimientos expresa. Natural de Alcoi, es graduado en Dibujo Publicitario por la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad, algo que muestra en sus trabajos como pintor naturalista.
El papel de las aves en su entorno
Pep nos ilustra que tan importantes son las aves para el entorno que, al final, comparten con los humanos. «Son excelentes bioindicadores». Anota en este sentido que el cambio climático está afectando a las aves de diversas maneras. Por ejemplo, que cada vez hay menos que crían o pasan el invierno aquí porque las condiciones han cambiado.
«Si antes los zorzales migraban hasta Valencia para pasar el invierno, ahora se quedan en Francia porque ya no necesitan bajar tanto al sur para encontrar un clima más cálido. Además, teniendo primaveras tan cálidas y secas, los pájaros no crían aquí, porque no hay agua, no hay floración y si no hay floración no hay invertebrados, que es su comida».
Por otro lado, el ornitólogo señala la función esencial en el control de plagas. Por ejemplo, apunta a que las golondrinas pueden comer grandes cantidades de moscas y mosquitos al año, por lo que «mejor insecticida que las aves, ninguno».
Las aves en la Marina Alta
«La diversidad de hábitats del territorio valenciano permite que muchas aves lo utilicen, ya sea para criar, pasar el invierno o como parada durante sus migraciones hacia África o hacia el norte de Europa», afirma el ornitólogo. Y concretamente en la Marina Alta es donde lo detenemos para conocer la riqueza de aves que se pueden observar.
Cantó señala desde el cormorán moñudo en el Peñón de Ifach de Calp, «una especie bastante escasa en la Comunidad Valenciana», hasta la curruca zarcera en el interior, como en la Vall de Laguar o la Vall d’Alcalà, la nidificación del petirrojo en el interior, que se produce en Castell de Castells, o el águila pescadora en la Marjal, con su proyecto de reintroducción que se está llevando a cabo en Pego.
Aunque si preguntamos por las más comunes o fáciles de avistar, este es el listado de Pep Cantó:
- Gorrión común: una de las especies más conocidas y que aparece rápidamente a degustar migas de pan o de restos de comida humana en terrazas y otros espacios.
- Verdecillo: los machos presentan tonalidades amarillas intensas y son muy abundantes en el litoral.
- Curruca cabecinegra: se mueve rápida e incansablemente buscando insectos entre la vegetación. En invierno come pequeños frutos, propagando sus semillas de forma notable.
- Mirlo común: es muy conocido. El macho tiene un plumaje negro y un pico amarillo en época de celo, el de las hembras es marrón.
- Golondrina común: sus nidos de barro en forma de bol son fácilmente detectables en casas y edificios. Finalizado el verano es un espectáculo verlas emprender su migración hacia zonas subsaharianas.
En cuanto a las más difíciles de avistar, el experto menciona el águila perdicera, «que se puede ver en ciertas zonas interiores, pero están contadas», el búho real o el vencejo pálido, «que solo viene entre mediados de abril y agosto para criar, y luego se marcha».
Recomendaciones para la observación
Para hacer una escapada y triunfar en la observación de las aves «lo principal es madrugar. Las aves están más activas durante las primeras cuatro o cinco horas del día, que son las más productivas para observar diferentes especies», señala Cantó. Por otro lado, la documentación, saber a dónde ir y llevar prismáticos son otros de los consejos del experto «pajarero».
Por último, pero no menos importante, respetar el entorno, la fauna, las propiedades privadas… «Básicamente, hay que ser respetuoso con todo lo que te rodea. A veces no es necesario irte a la montaña o a un parque natural, ya que en parques urbanos también puedes encontrar aves adaptadas a la vida en la ciudad».
El auge del «pajareo», «birding« o «birdwatching»: una actividad respetuosa por explorar
Según señala el experto, la península ibérica, y concretamente la costa mediterránea, tiene una riqueza de especies que no se encuentra en otras zonas de Europa. Esto atrae a muchos aficionados y expertos de otros países que vienen aquí buscando estas especies únicas. Es otra de las bondades de las aves en el territorio valenciano.
«Generan una riqueza económica considerable, sin embargo, creo que esta oportunidad está muy poco explorada, aunque sí ha experimentado un auge considerable en los últimos diez años», opina Cantó. Es lo que actualmente se conoce como birding o birdwatching, pero «es el pajareo de toda la vida».
En los años 2007 a 2010, las Abubillas venían a mi jardín junto a Vía Augusta,picoteando a fondo la tierra. Nunca más he visto una.
Porque??