La operación Kerma de la Guardia Civil ha servido apra detener en Calp a un fugitivo relacionado con delitos de estafa y apropiación indebida. El hombre, buscado por diversos juzgados nacionales, fue identificado después de huir del lugar donde una mujer que estaba sufriendo un delito solicitaba ayuda. El Juzgado de Guardia e Instrucción de Dénia ha decretado su ingreso en prisión.
Operación Kerma
Las investigaciones comenzaron en septiembre de 2019, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que una mujer había sido víctima de un delito en la localidad de Calp. Según las fuentes, un posible testigo huyó del lugar sin auxiliar a la víctima ni comunicar los hechos delictivos.
Una vez analizada toda la información obtenida, el Área de Investigación del Puesto Principal de Calp, con la finalidad de esclarecer los hechos denunciados por la mujer y de dar con la identificación del testigo que pudiese aportar más datos y las circunstancias de los hechos investigados, dio inicio a operación Kerma.
En una primera fase de la operación, los agentes lograron identificar al testigo de los hechos. Se trataba de un varón de 49 años de edad, al cual le constaban 6 requisitorias judiciales en vigor de búsqueda, detención e ingreso en prisión por diversos hechos relacionados con los delitos de estafa y apropiación indebida. Uno de estos señalamientos provenía de la Audiencia Provincial de Alicante.
Una vez identificado el testigo, y el motivo por el que huyó del lugar, solo quedaba su localización y detención. En primer lugar, los investigadores debían localizar la vivienda donde se alojaba el hombre, ya que en las bases de datos oficiales no constaba ninguna dirección fiable. Tras un trabajo de investigación, los agentes lograron relacionarlo con un domicilio de la localidad de Calp.
«Un ladrón de guante blanco»
En la madrugada del día 25 de septiembre de 2022, y tras un permanente dispositivo de vigilancia en el domicilio citado, se procedió a la explotación de la operación. Próximo a la zona del domicilio, los investigadores localizaron a un hombre que circulaba con una motocicleta de gran cilindrada con un casco integral que dificultaba su reconocimiento facial. Además, los agentes se percataron que el mismo adoptaba medidas de seguridad y de contra vigilancia, por lo que decidieron identificarlo.
Una vez identificado, comprobaron que se trataba del hombre buscado y procedieron in situ a su detención. A los agentes les llamó la atención que el detenido hablaba seis idiomas y se caracterizaba por su locuacidad y don de gentes.
Los investigadores pudieron comprobar que el hombre, con su palabrería, se había ganado la confianza de sus víctimas, apropiándose de forma ilícita de altas cantidades económicas que las víctimas le habían entregado por el pago de supuestos servicios en el ámbito inmobiliario de lujo. Los agentes se encontraban ante el prototipo de un «ladrón de guante blanco». Tras hacer entrega del detenido al Juzgado de Guardia e Instrucción de Dénia, este decretó su ingreso en prisión.
