Desde la Marina Alta a Nueva York: hacer las Américas en busca de algo mejor
La Marina Alta es cuna de emigrantes. A principios del siglo XX se produjo un gran fenómeno migratorio de personas procedentes de la comarca hacia otras tierras más allá del charco para labrarse un futuro más certero y, por qué no, hacer fortuna con ello.
Se estima que, entre el 1900 y el 1920, más de 15.000 vecinos y vecinas recorrieron un duro y largo camino hasta llegar a Estados Unidos, la tierra prometida. Teniendo en cuenta que los estudios cuantifican en 174.000 los españoles que emigraron a Norteamérica, el caso de los de la Marina Alta supondría casi un 10% del total. Una cifra cuantiosa para tratarse solamente de una comarca valenciana.
Pero, ¿qué fue lo que impulsó a tantas personas a buscarse un futuro mejor tan lejos de casa?
Las razones del fenómeno
Durante el inicio de siglo, la realidad socioeconómica en la Marina Alta se basaba en el cultivo de secano. La mitad de las tierras se convirtieron en grandes viñedos para el comercio de vino y de la pasa moscatell, y el resto de bancales se destinaban a los olivos, almendros, algarrobos y cereales, como el arroz.
De los procesos y formas de trabajar el cultivo principal, la uva, hasta conseguir la pasa, la Marina Alta guarda una muestra significativa de construcciones que marcaron este momento de la historia. Los riuraus a día de hoy se extienden a lo largo de los pueblos y guardan pedacitos de la época, haciendo recordar a los descendientes de dónde provienen. La Ruta dels Riuraus de la Marina Alta es el gran referente sobre el cultivo de entonces en la actualidad.
Pero este tipo de vida concentraba la riqueza en manos de unos pocos, los terratenientes, que explotaban sus campos y recurrían a jornaleros para hacer el trabajo duro. Algo que dejaba a la mayoría de población en una situación de pobreza severa debido a los bajos salarios y a las condiciones de vida precaria que de ello derivaba.
Una forma de subsistir que empeoró con la llegada de la plaga que acabaría con los extensos viñedos. Durante la primera década del 1900, la filoxera se expandió desde, principalmente, Gata de Gorgos, Pedreguer y Benissa hasta el resto de municipios de la comarca. Este hecho, unido al mísero día a día al que se enfrentaban las familias, propició la valentía de sus gentes para emigrar hacia otros continentes, con la esperanza de algún día regresar, o no, pero con la vida mejor resuelta.
Por ello, las grandes razones para emigrar giraban en torno a la falta de alimento para toda la familia, el poco dinero para casarse, pagar deudas o, simplemente, mejorar la calidad de vida.
Efecto llamada
Extensos estudios, como el de Juli Esteve en el libro L'emigració valenciana als Estats Units i el Canadà: El somni americà contra el caciquisme i la fil·loxera, demuestran que el goteo de emigrantes hacia América del Norte comienza en 1901, pero no es hasta 1912 cuando se produce una proliferación de marchas desde la terreta.
Buena parte de ellas fueron motivadas por el efecto llamada de aquellos que se aventuraron años antes y comprobaron que allí se necesitaba mano de obra y que la fortuna estaba asegurada. El trabajo de Esteve documenta que en Nueva York se podía llegar a ganar en una semana, lo que en la comarca se cobraba en un año.
Y es que Estados Unidos empezaba a desarrollarse. La proliferación de fábricas, la explotación de las minas y la construcción de infraestructuras requería mucha mano de obra. Los destinos de los emigrantes eran diversos. Argel, Canadá o América Latina fueron de los más populares, pero existió un punto de llegada predilecto, ya que sus archivos corroboran la veracidad de los hechos.
Se trata de Nueva York, cuya gran puerta de entrada se ubicaba en la isla de Ellis. Este lugar alberga un extenso registro de inmigrantes, donde se puede consultar en la actualidad los datos de los recién llegados a principios del siglo XX, tal como recoge Teresa Morell en el apéndice del libro Valencians a Nova York. El cas de la Marina Alta (1912-1920).
Una vez elegido el puerto de destino, a los emigrantes de la Marina Alta les quedaba mucho por soportar hasta poder desembarcar en un terreno desconocido, pero con abundantes esperanzas para vivir. Un largo viaje que quedó en la historia de las familias de la Marina Alta y que reflejan a la perfección cómo fue la vida del siglo pasado en la comarca.
Bibliografía
- Morell, Teresa (2012). Valencians a Nova York. El cas de la Marina Alta (1912-1920). València, Edicions 96.
- Esteve, Juli (2021). L'emigració valenciana als Estats Units i el Canadà: El somni americà contra el caciquisme i la fil·loxera. InfoTV.