Un total de 51 millones de euros es lo que prevé la Conselleria de Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergència Climàtica i Transició Ecològica destinar a las zonas afectadas por los últimos grandes incendios en la Comunitat Valenciana. Ayer por la tarde, la consellera de área, Mireia Mollà, se reunión con los alcaldes y alcaldesas de los municipios afectados por el incendio originado en la Vall d'Ebo con la intención de comunicar los planes de actuación más inmediatos y aquellos que se podrán desarrollar pasado un tiempo prudencial.
El primer millón de euros "inmediato"
En primer lugar, 1.000.000 de euros se destinará "de forma inmediata" a las actuaciones preferentes post incendio que se dirigen a "garantizar la seguridad de las personas", comentó la consellera. Estas son la protección y adecuación de las vías, sobre todo, en "zonas de alta pendiente de más de 35º".
En estos terrenos las especies arbustivas pueden quedar en los lindares de carreteras y caminos de la zona afectada y pueden suponer un grave peligro con lluvias o fuertes vientos. Con estos fenómenos meteorológicos intensos podrían producirse desplazamientos de tierras o desprendimientos de la madera quemada, que podría provocar un peligro para las personas residentes y usuarias de estas vías.
En segundo lugar, Mollà avanzó que los Ayuntamientos podrán disponer de los documentos técnicos necesarios que los acrediten para retirar la masa forestal arbustiva del incendio y proceder a su aprovechamiento.
Tirar de fondos europeos para la restauración ambiental
El resto de financiación, los 50 millones restantes prometidos se prevé disponerlos de la dotación de fondos europeos. Tanto Begís como las Vall d'Ebo contarán en un futuro con ellos para dedicarlos a la restauración ambiental de la zona quemada. Estos se asignarán en base a la superficies o hectáreas forestales quemadas, por tanto, el presupuesto podría rondar los 15 millones para Ebo y 35 para Begís.
El objetivo final de los fondos es la "restauración ambiental que suele empezar dos años o dos años y medio después del incendio", pasado un tiempo prudencial. Sin embargo, Mollà afirmó que en zonas lluviosas como Ebo la restauración podría comenzar antes. "La abundante agua que viene con las DANAS podría dañar el terreno y erosionarlo, algo que pondría en riesgo el desplazamiento de tierras". Pero, por otro lado, la consellera contempló que si estas lluvias no causaran daños podrían ser beneficiosas para recuperar el terreno "en mejores condiciones, ya que el agua es un elemento fundamental para la recuperación de la naturaleza", insistió.
40 millones más para el fondo de cooperación forestal
Mollà cometó otra propuesta planteada. Se trata de los fondos de cooperación forestal que se definirán dentro del presupuesto de 2023. "Es una réplica del fondo de cooperación municipal, que estará dotado de 40 millones de la Generalitat y al cual lo complementan las Diputaciones. Lamentablemente aquí en Alicante no existe la voluntad por parte de la Diputación de esa complementación", añadió.
En este nuevo plan de cooperación forestal se distribuirán los fondos en base a la superficie forestal de cada municipio de la Comunitat Valenciana. "Algo que beneficiará a los pueblos y zonas rurales que cuentan con más terreno que las grandes ciudades", concretó la consellera. La cantidad se entregará de forma directa a la localidad para que gestione su propio plan local contra incendios forestales.
"En esta legislatura hemos conseguido que el 80% de localidades de la Comunitat tengan aprobados sus planes. Empezamos con 61 y ahora ya tenemos aprobados 401. Tenemos muy planificado el terreno valenciano forestal y, por tanto, lo que necesitan los municipios son recursos para poder ejecutarlo", concluyó Mollà.
