"Una política fiscal regresiva y amable para las grandes fortunas", así considera Ximo Perles, portavoz de Compromís per Calp, las medidas aprobadas ayer mismo por el ejecutivo de Ana Sala en el pleno ordinario de diciembre.
El gobierno local aprobó ayer la ampliación de la bonificación del 95% de la plusvalía de herencias a todas las viviendas y no solo la habitual. Hasta el momento la bonificación sólo afectaba a la vivienda habitual de la persona fallecida, y en primer grado de consanguinidad. Ello supondrá dejar de recaudar cerca de 800.000 euros, una situación que, en palabras de Perles "como el gobierno no tiene capacidad de gobernar, les viene bien tener menos dinero".
Para Compromís se trata de un impuesto "injusto" puesto que, en palabras de Perles, "no va a afectar a las personas que hereden una casa porque ya contaban con esta bonificación, sino que afectará a quienes tienen dos o más viviendas y, por tanto, es una bonificación para las personas más ricas".
Al mismo tiempo, Calp también aprobó ayer volver a cobrar la tasa de ocupación de vía pública para restaurantes y bares, tras un año sin recaudarse a causa de la pandemia.
Esta decisión también ha sido criticada por la formación valencianista puesto que a su juicio, mientras se eliminan impuestos a grandes fortunas, "este gobierno sí que grava la renta del trabajo".
A partir de ahora, los hosteleros deberán volver a pagar, eso sí según el consistorio, será un 40% menos que en 2019, antes de la pandemia ya que se aplicará un método de cálculo que tendrá como referencia el precio de mercado del local en temporada baja. "Si la situación ahora es mejor que el año pasado, se podría bonificar el 50% en vez del 100% pero no volver a cobrar como antes porque la situación todavía es complicada", ha defendido Perles. El Consistorio ingresará por este concepto 120.000 euros.
