La nueva inquilina de la Marjal Pego-Oliva se llama Brisa, llegó el pasado 22 de septiembre, procede de las Islas Baleares y tiene entre 250 y 280 días de vida. Pero, la futura «reina del cielo» ha llegado al parque natural para seguir con la reintroducción de este tipo de ave rapaz como relevo del anterior ejemplar, Estell, de cuyo paradero hace meses que no se sabe nada.
La de Brisa no ha sido una vida fácil. Nació en las Baleares donde fue rechazada por su madre. Eso le ocasionó problemas a la hora de poder alimentarse, proceso tan importante en los primeros compases de vida de cualquier animal. A pesar de ello, Brisa emprendió el vuelo, pero por desgracia las malas condiciones físicas la obligaron a desistir, cayendo en el agua del Mediterráneo, donde fue encontrada sin apenas fuerzas para sobrevivir. Por suerte sus rescatadores le salvaron la vida.
A partir de este momento Brisa ha pasado por un proceso de recuperación, entre otros lugares a un centro especializado de Santa Faz. Ya con mejores condiciones, se decidió enviarla a la Marjal de Pego, “porque se trata de una ubicación con condiciones perfectas para poder acabar su recuperación y también vivir”, explicaba ayer Itziar Colodro, miembro de la Fundación Migres, una de las patas de este proyecto de recuperación del águila pescadora en la Marjal pegolina, de forma conjunta con el Servei de Vida Silvestre de la conselleria de Medi Ambient, la Fundació Iberdrola i els ajuntaments d’Oliva i Pego.
Ya en el paraje pegolino, Brisa deberá estar unos días de rehabilitación, “se le ha hecho un injerto de plumas en la cola, que sufrió heridas cuando cayó en el Mediterráneo”, apuntó Colodro, quién cree que en una semana el ave podrá empezar a volar.
Ayer los técnicos encargados del proyecto le colocaron a Brisa un GPS, “para saber donde está en todo momento y detectar posibles amenazas, ya se hizo con los anteriores inquilinos”, matizó Colodro.
Asimismo, se espera que Brisa sea la punta de lanza para seguir adelante con el proyecto, porque se espera que lleguen más ejemplares, aunque todavía no hay fechas definidas. “Estamos muy orgullosos de este proyecto, queremos que el águila pescadora vuele en nuestros cielos como lo hacía en el pasado, creemos que es muy importante apostar por este tipo de iniciativas tan importantes para la fauna y la flora de nuestro parque natural”, comentó el alcalde de Pego, Enrique Moll.
