Continuando con los trabajos que se están realizando en el servicio de alcantarillado municipal, hace unas semanas, el Ayuntamiento del Poble Nou de Benitatxell inició la ejecución del Plan de Control de Vertidos, cuyo propósito es la vigilancia de la calidad de las aguas residuales que los usuarios del servicio vierten a las tuberías del alcantarillado municipal. El objetivo es garantizar que las aguas puedan ser depuradas adecuadamente por las 29 estaciones de tratamiento de aguas residuales existentes en el término municipal.
Las aguas depuradas regresan al medio natural y es fundamental que no contengan ningún elemento contaminante que pueda afectar a la flora y la fauna. Por ello, es necesario asegurar que las aguas que llegan a las estaciones de tratamiento no contengan ningún elemento contaminante que no pueda ser eliminado durante el proceso de depuración.
Dentro de este plan se ha diseñado una hoja de ruta con un total de 12 puntos de control, que cubren tanto el centro urbano como las zonas residenciales. En ellos se realizarán a lo largo del año 48 muestras analíticas anuales.
Estos trabajos son ejecutados por la Diputación de Alicante mediante una subvención de 9.697,54 euros, mientras que la operativa y gestión de la información se lleva a cabo conjuntamente por las empresas públicas de la Diputación, Proaguas, y Poble Net Serveis Municipals, la empresa pública del Ayuntamiento.
En la primera fase, se ha marcado como objetivo identificar posibles vertidos existentes en el alcantarillado municipal que puedan ser problemáticos para determinar su procedencia y llevar a cabo una campaña de concienciación social con los usuarios del servicio, para que comprendan la importancia y trascendencia de sus acciones.
De hecho, una de las principales problemáticas, de la que el Ayuntamiento ya se ha hecho eco, es la alta presencia de toallitas higiénicas, las cuales causan atascos en los colectores y averías en las bombas de aguas residuales, generando elevados gastos de mantenimiento.