Antonio Catalá Catalá, de Jávea, tras su paso por la política local, accedió a la política nacional siendo elegido Diputado en las Cortes en 1867. Tras la revolución de La Gloriosa en 1868 dejó de serlo, pero en mitad de enero de 1875 se incorpora a la política provincial siendo elegido Diputado de la Diputación de Alicante. Es curiosa la aceleración de algunos procesos ya que el 27 de enero el Presidente de la de la Junta Provincial de Agricultura, Industria y Comercio de Alicante le pide un informe sobre el pantano de Isber y Antonio Catalá le contestó el 2 de febrero de 1875 con el siguiente escrito:
“Este país, como secano, necesita agua para la mejora de su agricultura y el pantano de Isber puede subvenir a dicha necesidad. Las personas inteligentes que han visto aquella cuenca la consideran como una obra de la naturaleza hecha a propósito para un gran depósito de aguas. En mi opinión y la del público es de alta conveniencia la realización del proyecto del referido pantano.”
Seguramente conocía la memoria que estaba realizando para la construcción del Pantano Toribio Iscar Sáez y todos los trabajos preparatorios para llegar a una meta. Y es que, este pantano estaba pensado para abastecer, por su situación, las poblaciones que están en el territorio del Rio Girona, pero también podían beneficiarse las del otro lado del Segaria, como Dénia, Jávea, Gata de Gorgos, Pedreguer…
Es importante hablar del trabajo que han realizado Joan Miquel Almela Cots y Fernando Sendra Bañuls con su publicación El Pantà d’Ísber, un projecte frustrat (1772-1945) editado por los Ayuntamientos de Orba y de la Vall de Laguar, ya que en cierto sentido es la historia de una frustración que ilusionó a muchos durante un tiempo, contrarió a otros pero no dejo indiferentes propiciando muchos debates y discusiones entre los vecinos de los pueblos que podrían utilizarlo. Es un relato de los entresijos de esa idea que con el paso del tiempo va unas veces avanzando, otras retrocediendo, otras abandonadas, a veces resucitadas y al final desechadas o reconvertidas.
Bienvenida sea esta publicación sobre un área geográfica de nuestro territorio. En mis trabajos de investigación me encontré con algunos documentos en el Archivo de la Diputación de Alicante sobre este Pantano que están, en parte, transcritos en mis Anales de Xàbia/Jávea 1873-1885 y también encontré datos en el libro La Rectoria de Carlos Cardona Doménech y en su Blog.
Pues bien dejando a un lado la evolución de esa idea en el panorama de la Marina Alta, me interesó conocer algunos datos biográficos del autor de la Memoria y del exhaustivo y concienzudo trabajo que realizó para que el proyecto alcanzara su fin y pudiera mejorar la situación social del territorio y paliar las necesidades con el abastecimiento de aguas para el riego y la producción de la cañamiel o caña dulce que entonces se estaba introduciendo.
Para saber algo de Toribio Iscar Sáez acudí a la Enciclopedia Espasa. Consulté a la Real Academia de la Historia, que ha publicado un extenso Diccionario Biográfico Español; al Portal de Archivos Españoles. No encontré nada. Incluso escribí a algún académico correspondiente de la Real de la Historia de Valladolid y hasta al Registro civil de Matapozuelos para obtener su partida de defunción, pero todo fue en vano. No obtuve ningún resultado.
Y nuestros autores dan algunas pinceladas sobre su persona que son de agradecer. Nos hablan del ingeniero nacido en Matapozuelos (Valladolid), maestro de obras, agrimensor y perito agrícola por las Academias de Valladolid y Madrid. Falleció el 25 de octubre de 1925. El motivo de esta búsqueda se debía a que conociendo la obra de este personaje era insólito que nadie hubiese publicado algún dato biográfico sobre él. El hecho en sí es que con su nombre figuran los siguientes proyectos que creo no sean los únicos y pueda haber alguno más.
En 1863 fue Director de caminos vecinales de Segovia al que se le autoriza por Real decreto de 21 de enero de 1863 a desecar y sanear los terrenos ocupados por la laguna llamada Alba en la provincia de Segovia.
En 1868 por Real decreto de 15 de abril de 1868 los hermanos Mugártegui e Iscar Sáez obtienen la concesión para la desecación de la Laguna de Antela (Río Limia en la provincia de Orense). Su proyecto estuvo muy bien considerado por la Junta Provincial de Agricultura.
En 1875 realiza la Memoria sobre el pantano de Isber y a este hecho hay que añadir que se le atribuye la construcción de la torre del campanario de la iglesia del Nacimiento de Nuestro Señor, de Orba. Hemos de indicar que para la realización de esta Memoria y proyecto se instaló, seguramente en Laguar o inmediaciones ya que así lo indica cuando hizo observación del régimen de lluvias para ver la utilidad y aprovechamiento del mismo Pantano que deseaba poner en marcha.
En 1884 presentan por escrito Francisco Rispa Perpiñá y Toribio Iscar Sáez, la solicitud de la inclusión de la línea entre Bermeo y Pedernales en el Plan General de Ferrocarriles y que se declarara de servicio general la de Guernica a Bermeo, según orden del Ministerio de Fomento del 31 de junio de 1884 (Gaceta de Madrid, 08-08-1884).
Si hoy se quieren conservar los humedales hubo un tiempo en que la desecación se prefería para evitar perjuicios a la salud y la prevenir las infecciones.
La publicación de estos datos tiene el objetivo de conocer quien ha podido recoger algunos aspectos biográficos de su persona para colocarlo en el Panteón de nuestros Hombres Ilustres. Toribio Iscar se lo merece por sus ideas y por su trabajo. Seguro que entre papeles y en los resquicios de algún archivo existen datos que nos lo dan a conocer para sacarlo del panteón de los desconocidos. A lo mejor alguien lo ha hecho ya, pero sin gran difusión.
