Desde hace días se advierte en la comarca que estas Navidades no serán blancas, precisamente. No por probabilidad de nieve, por supuesto, sino porque se está viviendo un episodio de altas temperaturas más típico de la primavera que del recién estrenado invierno.
Hace apenas unos días, el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante afirmaba que durante los días festivos afectará a la provincia «una masa de aire anormalmente suave para las fechas y con un ligero flujo de poniente». Lo que se traduce en unas altas temperaturas que han podido rozar los 25ºC estos últimos días en el litoral. Sin embargo, para el 24 y 25 de diciembre, las temperaturas máximas estarán entre los 18 y 20ºC.
La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología pronostica un cielo soleado durante todo el fin de semana y con unas temperaturas que permitirán disfrutar de un aperitivo en las terrazas. Casi igual que por la noche, cuando la del 24 de diciembre las temperaturas rondarán entre los 15ºC y los 17ºC.
Pero la entidad también alertó a principios de semana de un fenómeno excepcional, refiriéndose a él como «Navidades amarillas». Meteored explica el fenómeno y aclara que se trata de la combinación de dichas temperaturas suaves con polvo en suspensión.
Esta masa de polvo afectará directamente a las Islas Canarias, pero se desplazará hasta la península, sobre todo, durante el domingo. La calima podría llegar a alcanzar la Marina Alta levemente esta noche, aunque se retirará para regresar la madrugada del domingo al lunes, pero de forma leve en comparación con el resto de la península.
