Una «joya oculta» de la naturaleza en la Marina Alta se hace eco a nivel nacional
La naturaleza regala estampas y sensaciones liberadoras que merece la pena sentir a menudo. Es algo indispensable para conectar o, más bien, desconectar del mundanal ruido de aparatos, bullicio y vehículos que nos acompaña desde que amanece hasta que anochece.
Uno de esos lugares que te transportan a otro plano astral y te alejan de todo el estrés de la rutina se encuentra bien cerca. La Marina Alta alberga paisajes y lugares remotos en los que perderse, pero hoy el protagonista es uno en concreto.
Les Vall de la Marina Alta se hacen un hueco en la prensa nacional a través del periódico El País y de uno de sus periodistas de viajes, Paco Nadal. Tratadas por el comunicador como un «lugar fascinante», Nadal las destaca en un artículo sobre lugares ocultos en cada comunidad autónoma y que merece la pena visitar.
El periodista las elige entre todos los pueblos, ciudades y parajes que alberga la Comunitat Valenciana y las ensalza como una «joya oculta» a la que no se presta tanta atención al ser eclipsada por los lugares más típicos y concurridos.
Según su narración, Nadal descubre «los tres valles de la Marina Alta: Gallinera, Alcalà y Ebo» separándose de la costa, «donde años de desarrollo sin control han dejado un muro de apartamentos y chalés». Así, califica su viaje desde el litoral hacia el interior de la comarca como un viaje en el tiempo, teniendo que atravesar una especie de «túnel».
Un periplo que somete al viajero a adentrarse en el paisaje histórico más típico de Alicante, vestido de «huertas y azarbes, almunias y acequias, aldeas blancas de callejuelas frescas, palmerales y campanarios que despuntan sobre la techumbre de adobe de las casas morunas». Una definición que bien puede ilustrar al visitante que nunca ha respirado la esencia de la comarca en sus pulmones.