Los últimos días, los medios de comunicación han alertado sobre las medidas compartidas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las distintas autonomías en materia de gripe aviar tras detectar un aumento del riesgo por la proliferación de casos en Europa, los movimientos migratorios y el descenso de las temperaturas. La Conselleria de Agricultura, por su parte, también ha activado medidas de protección tras confirmarse un foco en aves en cautividad y la presencia del virus en aves silvestres en distintos humedales del territorio autonómico, aunque sin ofrecer localizaciones concretas.
Tras conocer cuáles son los municipios de la Marina Alta incluidos en las «zonas de especial riesgo» y las medidas a adoptar, según la Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca y del Ministerio, la pregunta es: ¿La gripe aviar está afectando a la Marina Alta?
La Xarxa Agrícola de la Marina Alta, proyecto de CREAMA encargado de crear sinergias entre diversos agentes del sector agroalimentario de la comarca, ha contestado a algunas dudas que puede ocasionar este tema en la población para aclarar qué significa esto en la práctica, qué riesgo real existe y qué deben hacer los vecinos que tienen gallinas u otras aves de corral. Agustí Espí, graduado en Ciencias Ambientales y técnico del proyecto, ha avanzado que, tras contactar con la Oficina Comarcal Agraria (OCAPA), ubicada en Pego, «no tienen constancia de ningún brote ni de ningún caso de gripe aviar en la comarca».
PREGUNTA. ¿En qué situación real se encuentra la Marina Alta respecto a la gripe aviar? ¿Debemos preocuparnos?
REPSUESTA. A la Oficina Comarcal Agraria no se les ha notificado ningún caso y tampoco han detectado ninguno por su parte. Desde Conselleria, además, no se ha comunicado la necesidad de tomar medidas especiales adicionales en la Marina Alta más allá de lo que marca el Ministerio. El origen de la alarma está sobre todo en la resolución estatal, que ha elevado el nivel de riesgo y ha introducido medidas de refuerzo.
Por qué la Marina Alta es zona de especial riesgo
P. Si no hay casos en la comarca, ¿por qué se considera la Marina Alta una zona de especial riesgo?
R. La clave está en nuestro territorio. Somos zona de riesgo principalmente por la Marjal Pego-Oliva, un humedal muy importante, y por la presencia de acantilados y puntos de costa como el Cap de la Nau de Xàbia, que funcionan como corredores y áreas de descanso para las aves migratorias.
Cuando las aves hacen su migración o se detienen en zonas de descanso, uno de esos lugares es la marjal de Pego-Oliva y también nuestros acantilados. Desde ahí arrancan para cruzar el Mediterráneo.
El principal problema está en las aves acuáticas, sobre todo los ánades y su familia (patos, gansos, ocas). Son portadores del virus, pero en muchos casos no desarrollan la enfermedad. El riesgo aparece cuando esas aves silvestres entran en contacto con gallinas o aves de corral de pequeños corrales particulares próximos a la marjal u otras zonas húmedas.
Cómo actúa el virus y por qué hay más casos ahora
P. ¿Por qué el virus aparece ahora con más fuerza? ¿Las aves migratorias lo llevan siempre activo?
R. Las aves migratorias actúan como reservorio del virus: son ellas las que lo transmiten. No es que “de repente llegue” ahora, sino que el virus está ahí y va cambiando. Los virus de la gripe, igual que la gripe humana, mutan. Hay años en los que casi no nos enteramos de su presencia y otros en los que se producen brotes más grandes porque surge una cepa más contagiosa o más perjudicial.
Todo apunta a que este año se ha dado una cepa más problemática. En ese contexto, ya se han sacrificado alrededor de dos millones de animales, lo que ha llevado a que las autoridades refuercen las medidas».
P. ¿Cuáles son las principales recomendaciones para quienes tienen aves de corral?
R. El mensaje principal es evitar por todos los medios el contacto entre las aves de corral y las aves silvestres. Eso se traduce, en la práctica, en varias medidas:
- Confinar las gallinas y el resto de aves de corral en gallineros cerrados.
- Si se quieren sacar a pastar o a un patio exterior, deben estar en corrales protegidos con malla antipájaros por la parte superior, de manera que no puedan entrar aves salvajes.
- No darles agua procedente de marjales, acequias, estanques o afluentes accesibles a aves silvestres. El agua debe proceder de una fuente protegida o tratada, de grifo.
- Evitar que las aves de corral puedan compartir puntos de agua o alimento con animales silvestres.
La idea es proteger el agua, el alimento y el espacio de las aves de corral frente a la posible entrada de aves silvestres. En la práctica, si tú tienes los animales normalmente encerrados y quieres que pasten un rato al aire libre, lo ideal es contar con un espacio vallado también por arriba. Si no lo tienes, al menos estar presente, vigilar que no se acerquen aves silvestres y volver a encerrarlas después, como se ha hecho toda la vida.
El Ministerio, sin embargo, es más estricto. Apuesta por mantener todo el tiempo a las aves confinadas o, si están fuera, que sea siempre en recintos completamente cubiertos».
Cómo puede detectar un particular un posible problema en su corral
P. Una persona que tenga gallinas o patos en su casa, ¿cómo puede sospechar que algo no va bien?
R. No es sencillo. El primer signo, ya hablando de un problema relativamente serio, sería una mortalidad alta en poco tiempo. Por ejemplo, si tienes 15 animales y se mueren cuatro en un intervalo corto, eso debe activar las alarmas. En ese caso, la persona debería apelar a la responsabilidad y avisar de lo que ha pasado.
Hay otros signos más sutiles, como que los animales dejen de poner huevos o baje mucho el número de puestas o que las aves se muestren apáticas, muy quietas, sin ganas de pastar o moverse. Aquí hay una dificultad. En corrales pequeños y aves que viven más o menos al aire libre, es normal que, cuando bajan las temperaturas y hay menos horas de sol, disminuya la puesta de huevos. Eso puede dificultar el diagnóstico.
Por eso es importante observar también el comportamiento. Si un animal está apático, apartado del resto, lo razonable es separarlo, dejarlo tranquilo, vigilar su evolución. Si se muere o hay más animales con síntomas, hay que avisar y consultar. La detección precoz puede evitar un problema mayor».
Qué hacer y a quién avisar en la Marina Alta
P. Si un vecino detecta alguno de estos síntomas, ¿a dónde debe dirigirse?
R. En la comarca, la referencia es la Oficina Comarcal Agraria de Pego (OCAPA). Lo adecuado es llamarles y hablar con la veterinaria, explicar qué ha pasado y seguir las indicaciones que se den desde allí. Como ya sabemos, la identificación precoz del problema puede impedir que se convierta en algo mayor.
Lo que nos preocupa es que, a veces, la gente actúa de otra manera. Por ejemplo, si se les mueren cuatro animales, los recogen, los entierran y ya está. Eso impide que los servicios veterinarios puedan valorar si hay un problema sanitario detrás. Es importante que la gente utilice el sentido común y se ponga en contacto con la oficina agraria.
Riesgo para humanos, mascotas y aves urbanas
P. Uno de los miedos recurrentes es si la gripe aviar puede afectar a las personas o a las mascotas. ¿Qué sabemos de eso en el contexto actual?
R. La gente lo está preguntando mucho. Lo principal es que, en la situación actual, no se considera que haya un riesgo significativo para las personas ni para nuestras mascotas. Las aves urbanas, como tórtolas, palomas o gorriones, no están actuando como un reservorio tan problemático del virus como los ánades y otras aves acuáticas.
En cuanto a la población humana, el riesgo de contagio es prácticamente nulo, salvo en personas que tengan un contacto muy directo y frecuente con aves de corral. Y aun así, si se mantienen condiciones normales de higiene, es complicado que se produzca un contagio».
¿Hay que dejar de consumir huevos o de intercambiarlos?
P. Puede haber particulares que tienen gallinas, consumen sus huevos e incluso los comparten o intercambian entre vecinos y amigos. ¿Debería pararse esa práctica por precaución?
R. Desde mi punto de vista, no es necesario dejar de consumir huevos, siempre que estemos hablando de corrales sin síntomas y manteniendo unas mínimas condiciones de higiene. La clave es entender que la vía principal de transmisión entre animales está siendo el contacto con las heces y el agua contaminada, no el consumo de huevos.
Tú cocinas el huevo y, en esas condiciones, no se considera que haya una vía de transmisión a partir del huevo. El problema está en que las heces de aves infectadas entren en contacto con aguas de marjales, balsas, acequias o puntos donde beban otros animales.
En situaciones de alta densidad de aves, como cuando vemos bandos de flamencos u otras especies concentradas, puede haber contagio simplemente por el contacto cercano entre animales. Pero, insisto, el principal problema está en las aguas contaminadas y en las heces, no en el consumo de huevos correctamente cocinados.









