La Vall de Gallinera no se rinde a pesar de la incertidumbre con su cultivo más preciado: las Cerezas de la Montaña de Alicante. El sábado se celebró la XXI Fiesta de la Cereza, con un matiz. En el cartel de este año pusieron de relieve la palabra «fiesta reivindicativa». El pasado 2023 la producción de la fruta fue nula y este 2024 la irregularidad en la maduración ha sido la protagonista.
Pese a las dificultades, como cada año, la localidad, con Benialí como centro neurálgico de la celebración, se llenó de cerezas, estands con productos artesanales, actividades para todos los públicos y un ambiente más que acogedor. La programación arrancaba a primera hora con una excursión interpretativa desde Benirrama hasta Benialí.
Las charlas y coloquios también toman una buena parte de protagonismo en esta fiesta. Este año, las «tendencias de transformación» y las «perspectivas de futuro» coparon la atención de los asistentes.
Como no podía ser de otra forma, la gastronomía formó también una parte importante de la jornada. El conocido cocinero Jordi Morera deleitó junto a sus ayudantes con un showcooking que congregó a los paladares más curiosos de la Festa de la Cirera.
Una de las actividades más peculiares del festejo es siempre el Concurso Internacional de lanzamiento de hueso de cereza en la calle La Font. Grandes y pequeños participaron sin temor a sus capacidades para ofrecer un digno espectáculo más que temático y representativo.
Reconocimientos del XXI Campeonato Mundial de Lanzamiento de Hueso de Cereza de la Vall de GallineraAntes de dejar caer la noche, el Grup de Danses Mallorquines Escola de Ball de Galilea, de Puigpunyent, pueblo mallorquín hermanado con la Vall de Gallinera, ofreció una actuación para el deleite de los asistentes. La tradición forma una parte crucial de la fiesta en el municipio que no abandona su empeño por potenciar la riqueza cultural que lo caracteriza allá por donde mires.
