Cualquier acción solidaria enriquece la vida y el entorno de la sociedad que cree en una causa y apuesta todo por ella. Este domingo, los corredores de la Marina Alta volverán a enfrentarse a una nueva prueba del Circuit a Peu y será por una buenísima causa. Ludai, la asociación que gestiona el Centro de Desarrollo Infantil de Atención Temprana de la Marina Alta (CDIAT), será beneficiaria de la recaudación de la octava prueba de la competición comarcal, esta vez organizada por el Centro Comercial Portal de la Marina en Ondara.
El parque comercial escogió a la asociación y a su labor para destinar los fondos en su primera Volta a Peu del Circuit. Una acción que desde Ludai agradecieron desde el primer momento y, para dar todo su apoyo a los atletas de la Marina Alta, los profesionales del centro estarán presentes en la organización de la carrera.
La asociación Ludai, cuyo nombre surge de la inspiradora frase «luchando para darles un futuro de igualdad», da cobertura a la necesaria atención temprana a menores de 6 años con trastornos y problemas de desarrollo y a sus familias. Nace en 2008 gracias al trabajo de un grupo de madres y padres de la Marina Alta y como forma de cubrir una necesidad sin amparo en la comarca hasta el momento.
Investigaron sobre las posibilidades y concluyeron que un Centro de Desarrollo Infantil de Atención Temprana era la mejor solución. Laura Llorca, actual directora del centro, y Jesica Romero, presidenta de la asociación durante muchos años, fueron algunas de las personas con las que comenzó toda la larga trayectoria de Ludai.
Al principio, los servicios que podían ofrecer eran mínimos, como fisioterapia y terapia ocupacional, y eran de pago. Sus primeros pasos comenzaron a darse desde Pedreguer, con un espacio cedido por el Ayuntamiento en la finca del Campell. Hasta que en 2010 consiguieron alquilar un local en Dénia y la administración dianense también arrimó el hombro.
Pero el gran momento de todo el esfuerzo llegó en 2012, cuando el centro se incorpora oficialmente a la red de centros concertados de servicios sociales para personas con diversidad funcional de la Conselleria de Bienestar Social. Se trata del primero de la comarca adaptado a la normativa para constituirse como centro de Atención Temprana y Desarrollo Infantil.
Las áreas de trabajo con los niños y niñas usuarias y sus familias se multiplicaron considerablemente. La estimulación directa, con psicología, pedagogos, logopedia, terapia ocupacional, fisioterapia pediátrica, entre muchos otros servicios, se incorporaron para cubrir las necesidades de los más pequeños de la Marina Alta. Actualmente, trabajan en el centro 11 profesionales dedicados a la atención temprana, con una gran vocación y empatía.
Ahora, 16 años después, el centro Ludai es un espacio subvencionado al que las familias recurren de forma gratuita. Y siempre resulta un alivio. Así lo atestiguan Loida Santuro y Luisa Fernanda, dos mamás usuarias del centro, quienes han experimentado una gran evolución en sus hijos desde que acuden. «Los cambios han sido muy drásticos a mejor y este servicio es una gran forma de entender qué les pasa a nuestros niños y cómo poder apoyarlos desde la familia», aseguran.
Pese a su larga trayectoria, la asociación sigue «luchando», tal como reza su nombre, para lograr las mejores condiciones de sus 160 familias usuarias. Por este motivo, hablamos con la actual presidenta de Ludai, Mayte Cabrera, quien nos explica, en este fin de semana solidario, cómo fueron los inicios de la entidad sin ánimo de lucro y cuál es la situación del centro en la actualidad.
PREGUNTA. ¿Cómo se da a conocer la asociación desde su fundación en 2008 y también a partir de estar registrada como centro al que acudir en desde 2012?
RESPUESTA. Peleándonos un poco. Nos presentamos en todos los Ayuntamientos de la comarca. Unos nos apoyaron, otros no. También tuvimos que recurrir a muchas iniciativas propias como la venta de lotería, de calendarios solidarios, cenas que resultaron multitudinarias. A nivel social, agrupaciones como Fallas o filaes nos ayudaron, y con eventos deportivos, como el que tenemos el domingo con la carrera del Portal de La Marina. Todo el mundo se volcó con nuestra asociación nueva.
El problema, que ya denunciamos hace tiempo y que siempre intentamos solucionar, es que el servicio es a nivel comarcal y estamos ubicados principalmente en Dénia, pero se está haciendo pequeño. Tenemos unas 160 familias usuarias y vamos a más.
P. ¿Te refieres a que la necesidad más inmediata de Ludai es ampliar el centro tanto en dimensión como en ubicación? Es decir, extenderlo a otros municipios.
R. Sí. Nuestra demanda y necesidad principal es el espacio. Ahora mismo es reducido, limitado y necesitamos o un local más grande donde sea, o ampliar el servicio instalándolo en otros municipios.
Hace unos años, hablamos con Benissa, por diversas vías, y nos ofrecieron lo que pudimos conseguir en Pedreguer en el primer momento. Nos dijeron que también tenían un espacio donde podíamos dar cobertura con el servicio a esa parte de la comarca. Aunque obviamente no es el centro, no aporta todo lo que necesitan las familias, pero es un inicio.
La idea es agrandar este, encontrar otro espacio más grande en Dénia para ampliar el servicio, o incluso crear otro centro nuevo más allá de este y el de Benissa.
P. Haces referencia a 160 familias usuarias, ¿es porque dais apoyo a todo el núcleo familiar, aparte de centraros en los niños?
R. Claro, es algo mucho más holístico. Se trata la familia, a nivel materno, paterno, si hay problemas a nivel de la pareja en si, a nivel hermanos. Se focaliza en la atención terapéutica de los niños, en la que a veces los padres también entran como coterapeutas para poder ayudar, pero en realidad tratamos en global a todo el entorno. De hecho, la atención temprana va de eso. Engloba muchas más cosas, por eso es difícil a veces encasillarlo o limitarlo. Depende de Bienestar Social, de Sanidad, de Educación, es un poco complicado.
P. ¿Y cómo mejora la calidad de vida de esas familias una vez trabajan con la asociación?
R. Uno de los objetivos prioritarios del centro es ese. Hay niños muy limitados o que no llegan a los objetivos realistas, pero trabajando con nosotros mejoran en algún aspecto u otro la calidad de vida. Por ejemplo en funcionalidad, a la vez que mejora la situación de la familia que se encontraba en una postura muy complicada antes de esas mejoras y se les da una esperanza.
Con todo ello, los niños están más contentos, viene más motivados. Además de que interactuamos mucho a través del juego, por tanto, no se notan trabajando como tal. Las familias reciben una atención global y están mejor.
P. ¿Cuál es el grado de implicación de la Administración? ¿El centro es adquirido con fondos propios, a través del Ayuntamiento o cómo?
R. Este local lo alquilamos nosotros como asociación. Siempre nos ha ayudado el Ayuntamiento de Dénia, pero hay cosas a las que no llega. La asociación en su momento compensó muchas cosas, antes de que fuese subvencionado, a nivel del trabajo del centro, pero los gastos y el local corren a nuestra cuenta.
P. ¿Cuál dirías que es la atención más urgente de las que presta Ludai?
R. Creo que cuando los niños son prematuros, los terapeutas o el profesional que se necesite se desplaza al domicilio o donde se encuentre la familia. Es un tratamiento mucho más delicado, concreto y de seguimiento. Porque a la larga el niño o la niña puede o va a tener alguna dificultad por el hecho de ser prematuro, que a lo mejor después no tanto, pero para prevenir y llevar un seguimiento mucho más consistente se presta ese servicio.
Sea como sea, se estudia siempre el caso desde el equipo, que además es algo interdisciplinar, con reuniones semanales constantes. En niños que puedan tener una dificultad más grande, como un trastorno, un síndrome, por ejemplo, el trabajo es mucho más global.
Aunque hoy en día desde Conselleria se están implementando una serie de cambios, que no nos gustan mucho, en los que se indica que a los usuarios les vea solamente un terapeuta que tenga que saber de todo. Un profesional puede tener una visión global, pero habrá cosas concretas de las que, por ejemplo, un logopeda no puede encargarse de la misma forma que lo hace un fisioterapeuta.
P. ¿Y cuál es el motivo de estos cambios? ¿Recortar en recursos?
R. No lo sabemos. Nuestra percepción es que son cambios que se están realizando a nivel político. Ha habido movilizaciones desde la asociación de Atención Temprana que hay en València porque piden ciertas cosas que en la realidad son difíciles de llevar a cabo.
Ahora están en el transcurso de determinar todos esos cambios. Se han concretado algunos puntos que consideramos que no deben ser así, pero así lo marca ya la instrucción y el decreto. Se han negociado algunas cosas, pero no es el ideal en el que trabajábamos y nos gustaba.
P. Aparte de querer centralizar las atenciones en un solo terapeuta, ¿hay algún otro punto que se quiera implantar y en el que no estéis de acuerdo?
R. Por ejemplo, demandan cambios a nivel del centro, de adaptaciones por unas medidas en concreto cuando los usuarios cada vez más nos piden atención a domicilio y también nos desplazamos a los centros escolares. No tiene sentido.
También, quien decide las sesiones de los niños, ya no es el equipo que trabaja día a día con la familia y está viendo al usuario, sino que es un equipo externo a través de un informe el que decide que necesidad tienen. Son cosas que a lo mejor están haciendo para agilizar todo, pero con las que se pierde la calidad del trabajo de centros como el nuestro.
P. Para el desplazamiento hasta el centro, ¿hay ayudas o subvenciones o corre a cargo de las familias por completo?
R. Si, totalmente. Esa es una de las quejas que llevamos reivindicando mucho tiempo. Nos gustaría reunir a los alcaldes de la comarca para ver de qué forma pueden aportar algo desde cada municipio, para ampliar los puntos de atención de algún modo. Porque es verdad que al estar el centro principal en Dénia, es una localidad que tira mucho, pero sobre la que recaen también muchas cosas. El servicio funciona, pero se puede ampliar y ayudar más a nivel comarcal.
P. Las familias acceden de forma gratuita a los espacios y servicios que ofrecéis. ¿Cómo llegan a vosotros?
R. Ahora mismo la solicitud de plaza la tiene que realizar la propia familia, con indicación e informe de pediatría. Pero toda la tramitación la tiene que realizar la familia vía telemática. Y se ha percibido que hay familias que se pierden por el camino. Antes el pediatra mismo derivaba hacia el servicio.
Por tanto, no era igual. Antes de estar subvencionado el centro, el pediatra o el maestro nos recomendaba o la familia misma al detectar la situación acudía. Accedían desde otras vías. A partir de ahí, el equipo interno del centro valoraba qué necesitaba el niño y la familia en general y se iniciaba el proceso de intervención. Eso sigue haciéndose, pero las decisiones no dependen tanto de nosotros.
P. Por último, ¿cómo se puede externamente seguir apoyando a Ludai? ¿La asociación también funciona con socios y donaciones?
R. Sí, son socios que ayudan desde la distancia. Personas que buenamente deciden ayudar a la asociación. Pero eso, al principio de nuestra trayectoria, cuando necesitábamos mucha más ayuda, había mucha gente que nos apoyaba en este sentido. Después ha ido todo rodado. Pero no se genera esa necesidad hoy en día, aunque existen los socios que ayudan desde siempre, con una cuota anual marcada por la asociación. Ahora tendremos unos 50 socios.