La Vall d’Alcalà lleva dos meses sufriendo cortes de luz por fases e, incluso, completos. Su alcalde, Pablo Martínez, supone que el problema se debe a diversos trabajos con cambios en la alta tensión del municipio. Y dice supone porque el problema más grave es que ni el propio portavoz municipal ha recibido explicación alguna por parte de la compañía encargada, Iberdrola.
Las llamadas a la compañía son constantes cuando en el municipio desaparece el suministro eléctrico sin previo aviso. Sin embargo, la respuesta que obtienen es la que vuelven a suponer: están trabajando en ello.
Algo que no contenta, en absoluto, a una población ya de por sí más apartada y con carencias de conexión, accesos y comunicación con el resto de la comarca. «Nos quedamos completamente tirados. La falta de suministro en las viviendas y en los negocios conlleva muchos problemas», asegura Martínez.
El alcalde cuenta que ayer mismo estuvieron todo el día sin luz. Unas 10 horas hasta prácticamente las 8 o 9 de la noche. Varios vecinos observaron que estaban cambiando un transformador, pero ya llevan tiempo realizando obras y adecentando las infraestructuras que la compañía debía hacer. Sin embargo, el pueblo desconoce si todas estas actuaciones son para solucionar los problemas, ya que no obtienen ninguna claridad en las respuestas de la gran empresa.
Por este motivo, Martínez hace un llamamiento, para que la sociedad conozca la realidad y los problemas que la Vall d’Alcalà sufre desde hace demasiado. ¿Su petición a la compañía? Que le remitan algún comunicado informativo o que, al menos, le avisen de los días y hora en los cortes de la luz. Todo con el objetivo de poder transmitir algún tipo de dato a sus preocupados vecinos.
«Si de verdad quieren luchar contra la despoblación, esto no puede pasar». La Vall d’Alcalà en una población con menos de 170 personas empadronadas, donde llevan luchando desde hace años contra este fenómeno. «Queremos que la gente venga a vivir, pero sin servicios mínimos no podemos. Existen muchas carencias», comenta preocupado el alcalde.
«El Ayuntamiento solo no tiene suficientes recursos para luchar contra estos sucesos. Si las administraciones de estos pueblos no luchamos junto a las empresas nuestro futuro se hace muy complicado».