El trajín fallero ya comenzó a adueñarse de ciudades y pueblos del territorio valenciano desde principios de semana. En la Marina Alta, cualquiera que visitara la capital de la comarca sufrió los cortes de tráfico debido a la preparación de las Fallas, al igual que pasará también en Pego.
Pero será en otro municipio de la comarca, donde hace más de 20 años que el espíritu fallero recorría sus calles, donde este 2024 habrá un parón. Pamis, el núcleo de población menor en Ondara, acostumbrado a plantar su monumento durante estos días, no quemará su falla. Y es que, «la comisión ha decidido no hacerla y descansar», ha confirmado el regidor de Fiestas de Ondara, Miguel Gomis.
Unas 10 personas conforman la comisión en el núcleo, quienes elaboran artesanalmente y en comunidad su monumento. El duro trabajo hasta ver la recompensa una vez finalizada la plantà ha podido con ellos esta temporada. Sin embargo, según ha detallado el concejal, se trata de un breve paréntesis y no del abandono total de la ya tradición fallera de Pamis.
Con anterioridad, solamente en dos ocasiones habrían desistido en el intento de sacar a lucir su monumento. Una, en 2020, con la llegada de la pandemia, como el resto de fallas en toda la geografía, y la segunda en 2021, también debido a las restricciones en vigor.
En 2022, Pamis pudo recuperar el gigantesco monumento artesanal, confeccionado para el 2020, que recreó la emblemática Torre del Reloj de Ondara, con una construcción de nueve metros de altura a base de madera, cartón, corcho y pintura. En 2023, los vecinos y vecinas del núcleo se centraron en la guerra de Ucrania, con un monumento que simbolizaba un tanque lanzamisiles y otro material bélico, con casi 3 metros de altura.
