El mar, sus productos y sus vivencias son un potente símbolo de identidad en la Marina Alta. Como comarca costera de referencia, los puertos y lonjas forman parte del día a día en ella. Históricas cofradías de pescadores en Dénia, Xàbia, Calp y Moraira avalan su reputación marinera.
Es en la costa de la Marina Alta donde sus pescadores llevan generación tras generación encontrando el producto perfecto que servir a las mesas. Desde caballas a jureles, rapes, merluzas, calamares, pulpos, galeras, y, como no, la joya de la corona, la gamba. La roja de Dénia ha adquirido una fama estratosférica, pero no es el único manjar reconocido y de calidad propio de la comarca.
«La gamba blanca desde hace unos diez años ha aumentado mucho su presencia y es ahora el producto estrella en la lonja», explica Paco Català, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Calp. La pesca en la villa del Peñón sigue principalmente el método de arrastre y en la actualidad llegan frescos a la localidad entre 1.000 y 2.000 kilos de gamba blanca diarios.
Para llegar a esta cantidad, los marineros la pescan a profundidades de entre 100 y 200 metros. «Es un producto fresco y, por tanto, con mucha calidad, pero la mayor parte de la gamba blanca de Calp se vende fuera, como en Murcia o Alicante». Por este motivo, ponerla en valor y darle el reconocimiento que merece dentro del propio municipio es uno de los objetivos en los que trabaja tanto la Cofradía como los organismos del Ayuntamiento.
«Podría ser un gran atractivo gastronómico»
«La idea es darle fuerza y salida, involucrar a la hostelería, al mercado, que la pongan en la mesa. Nos gustaría que más cantidad se quedara en Calp para el comercio local, porque con los muchos restaurantes que hay, podría ser un gran atractivo gastronómico», reconoce Català.
Esta semana el Gobierno local ha solicitado a la Oficina española de patentes y marcas registrar la marca «Gamba blanca de Calp». «Este nombre refuerza la identidad local y ayuda a posicionar el producto en el mercado». Tal como asegura el Patrón Mayor, se trata de un reconocimiento esencial para poner en valor el trabajo de la familia marinera calpina.
Las bondades de la Gamba Blanca de Calp
La gamba blanca de Calp «tiene un gusto más suave que la gamba roja, pero destaca por su gran versatilidad en la cocina». Con ella se pueden elaborar platos como la tortilla de gambas, arroz meloso, gamba frita con ajos tiernos o guisada. Pero en la localidad, hervida o directamente a la plancha es el uso más tradicional, «puesto que así se conserva su sabor natural».
De proximidad, del mar a la lonja, clasificada con mucho cuidado y lista para consumirse al momento. «Es un producto muy sano, porque viene directamente de su medio natural, sin procesos artificiales. El pescado fresco no tiene rival. Aunque no se conserve tanto tiempo como el congelado, su sabor y calidad son incomparables».
El pasado fin de semana, la Cofradía de Pescadores de Calp preparó con sus propias manos la primera Jornada de la Gamba Blanca. «Para futuras ediciones, nos gustaría que participaren los restaurantes locales, aportando tapas o platos elaborados con la gamba blanca». Catalá considera crucial que los comensales puedan encontrar este producto en el menú de los propios establecimientos de Calp, «no solo en acontecimientos puntuales», para dar fuerza al proyecto y posicionar la gamba como producto de referencia.
El legado centenario calpino
La Cofradía de Pescadores de Calp ha celebrado este año su legado centenario, una tradición que ha proveído siempre a sus vecinos del mejor producto. Afrontar el futuro será complicado de no recibir el apoyo que proponen. «Años atrás teníamos unas 40 embarcaciones, ahora solo tenemos 13. Las instalaciones todavía están pensadas para aquel volumen de pesca, y esto hace que todo sea más difícil».
Dar visibilidad al producto, que se apueste por los sabores de la lonja calpina y mantener el consumo de proximidad, garantizaría que no se pierda toda esa tradición. El mar y sus oficios forman parte del alma de Calp, por ello, «si trabajamos juntos, podemos conseguir que este producto se mantenga vivo y que las futuras generaciones continúen disfrutándolo», concluye el Patrón Mayor.