Jovi Lozano-Seser: «En el siglo XXI el periodismo es aún más heroico porque tenemos que convivir con mil amenazas» Jovi Lozano-Seser: «En el siglo XXI el periodismo es aún más heroico porque tenemos que convivir con mil amenazas»
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Jovi Lozano-Seser: «En el siglo XXI el periodismo es aún más heroico porque tenemos que convivir con mil amenazas»

11 de febrero de 2024 - 08:00

Jovi Lozano-Seser, periodista y escritor de Ondara, ha ganado por segunda vez el Premio Ciutat de València de relatos cortos por su obra Assegut a la dreta del pare, un libro en el que reivindica el papel «heroico» del periodismo y pone en valor la profesión en un contexto en el que existen «miles de amenazas».

Con este premio, el ondarense se convierte en el primer escritor en recibir dos veces este galardón en su categoría. Ya son más de cuarenta los reconocimientos literarios que ha acumulado en su trayectoria, la cual comenzó con los volúmenes de cuentos Sis contes i una novel·la incerta.

Entre sus obras, destacan también Efectes Secundaris o Últimes existències, al igual que el género de la novela con títulos como El traductor o Després de maig, abans de l'estiu.

PREGUNTA. ¿Qué se siente al ganar por segunda vez el Premio Ciutat de València?

RESPUESTA. Pues no me esperaba ganar el premio por segunda vez. El Enric Valor, que lo gané hace tres años, sí que me lo esperaba, porque había algo mágico en el libro. En este caso, es un libro que había rodado por bastantes premios ya, o sea, que llevaba un recorrido. Para presentarlo a esta convocatoria añadí algún cuento más y le di otro toque.

Fue un orgullo total, porque lo importante es haber ganado dos veces el Ciutat de València con cuentos, con libros de relatos. De hecho, creo que soy el único, en toda la historia del premio que ha ganado con cuentos.

Entonces para mí esto también ha supuesto cerrar una etapa, porque son libros que están escritos en una etapa muy concreta. Esto ha sido como un regalo de la vida.

P. Assegut a la dreta del pare, ¿por qué ese título?

R. Es un título que parece religioso, pero lo que intento transmitir es que siempre vivimos con las creencias y la religión. Las historias que lo guían hablan mucho de los poderes, de las jerarquías, de que existen un poder supremo o unas voces supremas que deciden por nosotros.

Entonces, la influencia de la religión y de determinados pasajes bíblicos tiene que ver con algunos cuentos, pero lo que quiere hablar realmente es del «Dios Omnisciente», de que tenemos un poder arriba que nos guía. Sin embargo, Jesús está sentado a la derecha del Padre, es decir, que dentro de un poder supremo hay más poderes y que todos nos miran para decidir nuestro destino.

P. ¿Por qué ha elegido tratar estos temas (guerra de Ucrania, el terrorismo islamista, la crisis del Covid-19...) en su libro?

R. Es un libro periodístico. Yo soy periodista y escritor y este libro, para mí, es una defensa del oficio del periodista porque -como profesional ya con veinte años de trayectoria- me he cansado de reivindicar muchas cosas. Somos un gremio que estamos siempre en condiciones precarias, amenazados, que tenemos siempre muchas mordazas... entonces este libro para mí era una especie de exorcismo.

En medios externos en los que he trabajado cobraba lo mismo por un reportaje o un artículo hace dos décadas que ahora. Entonces, cuando tengo un buen relato, lo convierto en cuento y así sé que a través de un libro va a estar bien pagado con un premio.

Es una especie de caballo de Troya, la literatura y mi periodismo dentro de esa literatura. Y esa es la parte reivindicativa que quería trabajar con este libro. Lo que ocurre es que el periodismo a veces no te permite ser tan subjetivo y la ficción sí, te da más poder que la objetividad periodística.

Ya son muchos años en la profesión, es mi noveno libro, pero es el más periodístico de todos. Estos cuentos hablan mucho de la realidad, por ejemplo, hay un cuento de Ucrania sobre Zelenski que es de 2023. Hay temas que nunca cambian, de hecho, tengo un relato de ese país en el que hablo de un conflicto de hace exactamente un siglo; ellos (los ucranianos) estaban con el mismo tema territorial desde hace cien años y existen paralelismos entre el tiempo.

P. ¿Cuál es la intención de escribirlo? ¿Qué efecto quiere provocar en el lector?

R. Me gusta que las historias te provoquen sentimientos. Algunos cuentos tienen una parte más irónica o más sarcástica, algunos son muy tristes... Lo que pretenden es ser testigos de mi presente, por ejemplo, hay un cuento sobre la Covid-19 en pleno confinamiento en China, sobre el origen conspiratorio. Quiero despertar sensaciones, porque a mí -como vengo del cine y del audiovisual- es lo que más me interesa.

P. ¿Qué opina del trabajo del periodista en esta época de la inteligencia artificial?

R. Aún no he escrito sobre la inteligencia artificial en el mundo del periodismo, pero veo que a los profesionales nos cuesta tanto reivindicarnos... porque siempre se nos ataca o se nos desprestigia. Ahora parece que la inteligencia artificial es una excusa más para degradar un poco el medio, para cuestionarnos.

Creo que en el siglo XXI el periodismo es aún más heroico porque tenemos que convivir con mil amenazas e intrusismo y el de la inteligencia artificial es otro intrusismo. El periodista hoy en día está mucho más amenazado que antes porque tiene muchos factores en contra, partiendo de la no valoración. Es algo que ocurre más en nuestro país que en otros sitios.

P. ¿Qué le diría a las nuevas generaciones de periodistas?

R. Pues hará dos o tres sábados, en La Sexta salió una becaria de periodismo que dijo que se sentía maltratada en su trabajo y saltó un economista y le dijo que por qué había estudiado periodismo, que se hubiera hecho ingeniera.

Dudo que a cualquier otra persona en otra profesión se frivolizara así con un tema de este tipo o a una persona joven que está estudiando se le dijera algo tan degradante e insultante respecto a lo que es la dignidad profesional de un periodista, que tiene que estar por encima de tantas otras cosas.

Nadie cuestiona la dignidad de un médico o de un arquitecto, pero parece que los periodistas, cuando llegamos a los medios privados, públicos o a la administración pública, nos pueden dar por todas partes. Me afectó muchísimo esa escena, pero es que la he vivido yo con esa edad y después. Y a los que tengan esa vocación, que lo hagan, porque siempre habrá alguien necesario para narrar el presente.

El libro está dedicado a los periodistas, en plural, al periodismo. Es una dedicación muy curiosa, que ya la verá la gente, porque hablo de la precariedad. Pero es una dedicatoria porque, por mi trayectoria, veo que la supervivencia dentro del gremio va a ir ligada mucho a la vocación. Es muy complicado, pero a las nuevas generaciones les diría que se escuchen a ellos mismos, porque, si tú tienes ánimo de ser periodista y vas a quedarte frustrado por hacer otra cosa si no funciona... Al menos hay que intentarlo.

P. ¿Qué cree que deberían hacer los medios para salvar la esencia del periodismo?

R. Le diría a los medios que confíen siempre en las nuevas generaciones y que ofrezcan algún contenido que sea propio. También que posean un punto de diferenciación y que una misma noticia la podamos contar de otras maneras y tener "ese puntito" de cosas genuinas.

P. ¿Dónde guarda sus premios?

R. No soy nada fetichista, de hecho, hay algunos que no me los guardo. Pero normalmente están en una mesa.

P. ¿Tiene alguna persona de confianza a la que enseña en primicia sus obras para saber su opinión?

R. Pues no lo he hecho nunca. Alguna vez, algún escritor, pero de normal no. En eso soy muy supersticioso. Yo me hago de autolector porque, cuando se lo envías a unos premios y no ganas, dices «oye, lo he hecho mal», entonces me auto corrijo. Creo que debería hacerlo, en eso lo hago mal.

P. ¿Se ha propuesto hacer un número determinado de libros?

R. Nunca me lo he propuesto. Lo que sé es que, cuando estaba en la universidad, miraba novelas que leía y siempre me imaginaba que yo publicaba un libro. Aunque no lo veía factible, porque decía «uy, me falta a mí mucho Colacao para para llegar ahí». Y mira, la vida da muchas vueltas y he llegado a eso. Así que yo creo que los que vengan. Para mí lo más bonito que he hecho nunca es escribir libros.

P. ¿Es usted de los que trabaja con varios proyectos a la vez o prefiere acabar uno para empezar otro?

R. Suelo tener proyectos simultáneos. Este libro está escrito antes que mi anterior novela pero no estaba terminado, por ejemplo. Algunas veces sí que se termina uno, pero de normal suele estar solapado.

P. ¿Ha recibido alguna vez una crítica negativa sobre alguna de sus obras?

R. Yo es que tengo mucho cachondeo y para mí ha sido una experiencia brutal. Tuve un club de lectura una vez en el que había como una especie de hater o es un señor que en todos los clubs de lectura no le gusta nada, entonces pone a parir el autor.

A mí no me había pasado nunca, pero me lo pasé bomba, porque siempre te dicen cosas positivas y a este lector no le gustaba nada del libro; te lo decía y era muy gracioso.

Pero de normal no he tenido, he tenido suerte. Lo que me gustaría es conseguir más críticas en general, pero hay pocos medios y todos pobres, hacen lo que pueden; y de la gente que reseña novelas y libros de cuentos, no hay tantos.

P. ¿Ha recibido alguna disculpa o respuesta por parte de la Diputación de Alicante por la falta de una gala para la entrega de premios Enric Valor? (El escritor no recogió el premio como protesta, ya que le informaron de que el premio sería entregado en el despacho de la vicepresidenta de la Diputación de Alicante y diputada de Cultura, Julia Parra, en lugar de en un acto público)

R. Pues a día de hoy no me han enviado ni el trofeo. El señor Mazón no me lo ha enviado y ellos mantienen que debería haber devuelto el premio, aunque ellos son los que lo hicieron mal. Y sí que han rectificado, porque este año han hecho gala; la ganadora me mencionó a mí.

Gracias al "pollo" que se montó no van a olvidarse más de la gala. He sido el único que no ha tenido, pero bueno, cosas de la vida, el premio en metálico sí.

P. ¿Cree que es un buen momento para la literatura en valenciano?

R. Yo creo que está en el mejor momento de creatividad y de nuevos autores y autoras, pero a nivel lector tenemos un índice muy bajo tanto en valenciano como en castellano, está igual de mal. Nos hacen falta más lectores respecto a otros territorios; y en Europa ya ni te cuento.

La literatura sí que está en un súper buen momento, pero soy consciente que se publica mucho y también está la autoedición. El momento es súper creativo.

P. ¿Le gusta más escribir novela o relatos cortos?

R. Los cuentos que escribo no son convencionales porque no son el «cuento ideal» entre tres y cinco páginas. Yo tengo cuentos de unas treinta, tengo un estándar que no es el habitual. Entonces puedo decir que es narrativa, que la prosa es mi hábitat, no distingo ya.

P. ¿Está preparando ya un nuevo proyecto?

R. Hay una novela en preparación, pero que tardará bastante. Ahora necesito tiempo y parar un poquito porque los tres últimos libros han salido muy seguidos y la promoción también cansa. Es complicado a veces tenerlo todo -premio, publicar y promoción- y de esto he hecho prácticamente ahora cinco años seguidos o seis y es mucho.

P. ¿Hay fecha de publicación para Assegut a la dreta del pare?

R. No tengo fecha aún pero probablemente a mediados de abril. Se presenta en la Feria del Libro de València.

P. ¿Prefiere el oficio de periodista o de escritor?

R. Para mí es lo mismo. De hecho, el libro lo abre una cita de Crimen y Castigo de Dostoyevski. Él es escritor, pero en su época prácticamente el escritor era un periodista, porque ellos no distinguían casi entre géneros y era un narrador de su tiempo.

Entonces yo creo que es muy difícil separar una cosa de la otra, aunque estoy mucho más cómodo en la ficción. Ojalá pudiera vivir de la ficción, pero ya no tengo el tiempo que necesitaría. Entonces, quieras o no, a mí a día de hoy es la radio lo que me da de comer, estoy haciendo periodismo. Pero también la literatura me da dinero con los premios, es otro feedback positivo.

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