La ermita de Sant Sebastià es en la actualidad propiedad privada, por una serie de compras y herencias entre particulares sucedidas entre los siglos XIX y XX. Ubicada en terrenos de la antigua alquería islámica de Benumeia, en Pego, se encuentra en mal estado de conservación. La ermita de Sant Sebastià se construyó sobre una mezquita anterior en la primera mitad del siglo XVIII, con estilo barroco. En la fachada de aprecia el estilo colonial parecido al de la ermita de Sant Miquel.
En el siglo XIX la ermita de Sant Sebastià fue refugio de delincuentes y también lugar donde la gente con enfermedades contagiosas pasaba las cuarentenas.