OPINIÓN | Luisina Daives – Psicóloga de Amadem
Suicidio adolescente, primera causa de muerte en las personas mas jóvenes. ¿Que nos está pasando? Como sociedad, como familias, como profesionales de la salud, como seres humanos…lo primero que tenemos que entender, es que en esta etapa evolutiva hay muchísima vulnerabilidad, fundamentalmente porque el cerebro adolescente, la personalidad, se está desarrollando; y toda la influencia, estímulos, mensajes, entorno, modelos, modas, que reciban del exterior, será clave en cómo se sentirán.
La nuestra, es una generación con muy baja tolerancia a la frustración, y como la función ejecutiva, que esta en
la zona cerebral prefrontal, aún no está conformada, será la encargada del control de impulsos, de la resolución de problemas, de la consecuencia de los actos, además de la memoria, la impulsividad, la planificación, el control del
tiempo. Entonces, en estas edades no tienen ese freno y ese control emocional para poder canalizar situaciones de estrés y buscar una solución al problema.
Pueden tener pensamientos del tipo: «Ojalá me muriera», y como su cerebro tampoco está preparado, pueden cometer un acto sin pensar en la consecuencia de lo que puede llegar a pasar si lo hacen. Y aquí aparece el uso desmedido de las redes sociales, en donde acceden a información a cargo de personas muy jóvenes también, que pueden estar mal emocionalmente, y por supuesto dar malas ideas. Modelos o influencers que determinan cómo la persona adolescente tiene que vestir, ser, tener, etc., esto en una vida tan joven puede llegar a ser letal, si además esa personita no tiene herramientas internas de afrontamiento, tiene baja autoestima, malos hábitos, malas compañías, hogares conflictivos, etc. Es decir, la suma de diferentes factores irá minando la Salud Mental.
En este punto afortunadamente, la nueva ley, contempla todos estos aspectos, controlando edad de acceso, tiempo de uso, detección precoz de una adicción, derecho a la intimidad, etc. Lo que está pasando es realmente alarmante, y se podría prevenir muchísimo, si tomáramos conciencia del perjuicio que les ocasionamos a las personas más jóvenes cuando NO ponemos límites.