El cronista de los incendios en la Marina Alta: un proyecto sobre la destrucción del paisaje hasta que no haya vuelta atrás El cronista de los incendios en la Marina Alta: un proyecto sobre la destrucción del paisaje hasta que no haya vuelta atrás
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El cronista de los incendios en la Marina Alta: un proyecto sobre la destrucción del paisaje hasta que no haya vuelta atrás

03 de septiembre de 2023 - 08:00

Podría decirse que Fran Martínez es el cronista de los incendios en la Marina Alta. Aunque su trabajo no se centra en la narración a través de las palabras, más bien mediante los instantes. Aquellos que capta con su siempre dispuesta cámara de fotos.

En 2014, el fotógrafo de Dénia comenzó a capturar el virulento incendio que quemó el Parque Natural del Montgó y, desde entonces, su labor se ha basado en evidenciar la catástrofe que asola la comarca año tras año. «Mi proyecto se centra en documentar que la Marina Alta se quema, cada vez más por diferentes factores, y para entender el porqué está pasando esto en un futuro», asume. Así resume la motivación que le impulsó a ser de los primeros en llegar a un incendio forestal declarado. Tarea que sigue realizando a día de hoy casi diez años después.

«¿Cuál es el valor de la montaña?»

El fotógrafo apuesta por mostrar al mundo un pellizco de su proyecto en este artículo para concienciar sobre la problemática que causa este tipo de desgracias, a veces naturales y a veces provocadas. «Quizá, para hacer entender a la gente lo que conlleva una desgracia de estas dimensiones, sea necesario valorar lo que supone a nivel material, económico y psicológico. ¿Cuál es el valor de la montaña, de sus árboles, infraestructura, la naturaleza que muere, las secuelas de los desalojados? Es algo incalculable. A lo mejor a la gente que vive lejos de las zonas afectadas les resulta triste y punto, pero a la gente que le toca de cerca tiene que revivirlo todos los días».

Su trabajo es un «proyecto fotográfico de largo recorrido sobre la destrucción de la Marina Alta de la mano de los incendios», el cual resulta difícil predecir cuando terminará. Lo que sí tiene claro es que se materializará en una pieza documental y en un fotolibro, además de exposiciones que ayuden a concienciar sobre el problema a la sociedad.

«Si trabajara junto a los Bomberos, podría contar otras historias que la gente tiene que conocer»

Pero esta labor documental se ha visto obstaculizada en muchas ocasiones. Las autoridades y administraciones, debido a su tarea de proteger a la ciudadanía, «no se sienten cómodas cuando me acerco a los incendios para documentarlos. Si pudiese trabajar junto a los Bomberos, mi tarea sería mucho más segura y podría contar otras historias que se quedan allí y que la gente tiene que conocer. De esa manera entenderían la crudeza de lo que supone un incendio forestal y la dura labor de los profesionales que luchan contra el fuego».

La realidad es que su propósito después de tantos años es lograr unir fuerzas con ellos para que el objetivo de concienciación sea mucho más profundo y cale tanto como pretende.

«El proyecto busca apagar el fuego de otra manera, porque tengo la sensación de que las montañas han perdido valor para la gente. Antes, los bancales estaban limpios. Y el ganado hacía que las zonas no explotadas estuviesen más o menos controladas de vegetación. Hoy la tierra ‘no deja’ (como dicen algunos), y se abandona a su suerte. Este hecho genera una cantidad de superficie sensible de incendiarse muy grande. Pero, por otro lado, nos tenemos que alegrar, porque parece que cada día hay más proyectos de recuperación de suelo agrario, como puede ser en la zona de Pedreguer, Teulada o Jesús Pobre».

«Creo que el urbanismo sin medida será una víctima futura de este cambio»

Para lograr su objetivo, el fotógrafo confiesa las dos caras que se pueden encontrar en las instantáneas de su proyecto. Por un lado, la calamidad, la destrucción o la pena que provoca observar como un incendio puede cambiar tanto la vida de las personas. Por otro, logra capturar «la incomprensible belleza de la desgracia», tal como lo define, que es tan intensa como su crueldad.

Su trabajo se convierte así en un largo proceso para sacar a relucir que el abandono del mundo rural en las montañas está provocando una «transformación paisajística» incendio tras incendio. «Podríais pensar, ¿por qué no menciona la sobreconstrucción, especialmente en las montañas, como causa? Creo que el urbanismo sin medida será una víctima futura de este cambio que estamos sufriendo. Solo tenemos que ver el historial de incendios: las Cumbres del Sol, la Granadella, Moraira, el Tossalet, etc. Qué puede pasar con Llíber?».

A sus fotografías, Fran anhela convertirlas en un instrumento «contra las llamas del futuro». E insiste en que «debemos ser conscientes que no volveremos a ver nuestra comarca como era hace 20 años. Se está produciendo un cambio a muchos niveles. Ahora estamos viendo los síntomas, aunque el tiempo pase y las zonas incendiadas se regeneren de forma manual o natural, debido al cambio climático será muy complicado que las personas que han sufrido un incendio vuelvan a ver su montaña como estaba antes».

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  1. Fernando dice:

    Sí, es cierto que el fuego forma parte de los ecosistemas mediterráneos, como también es cierto que la Tierra ha pasado por muchos ciclos a lo largo de su historia… Pero también es innegable que ahora mismo estamos viviendo un cambio climático PROVOCADO POR LA ACCIÓN HUMANA.

    Un cambio que se ha producido en unos pocos cientos de años, mientras que los ciclos naturales del planeta se miden en miles o millones de años.

    Ese cambio afecta también a la vegetación de nuestras montañas, que debe adaptarse a este nuevo contexto y eso supone incendios descomunales como los que se están viviendo en los últimos años (en todo el mundo).

    En el interior de Alicante agrava el problema el abandono del campo y la agricultura, con más combustible forestal disponible. Se hace necesaria una gestión forestal sostenible para, cuanto menos, intentar que las consecuencias no sean del todo catastróficas.

    Más allá de estas cuestiones, alucino con los comentarios tan negativos hacia una persona que muestra respeto y aprecio hacia nuestras montañas y espacios naturales, y trata de mostrarlo y reivindicar acciones a través de sus fotografías. Ojalá muchas más personas con esta sensibilidad.

    • Ernesto dice:

      Disculpa pero yo no trngo nada en contra de esta persona. Me parece muy bien que le guste la naturaleza y las montañas. A mi también. Por cierto, a qué llamas agresivo?…

      Buena semana

  2. Ernesto dice:

    «El proyecto busca apagar el fuego de otra manera, porque tengo la sensación de que las montañas han perdido valor para la gente. Antes, los bancales estaban limpios. Y el ganado hacía que las zonas no explotadas estuviesen más o menos controladas de vegetación. Hoy la tierra ‘no deja’ (como dicen algunos), y se abandona a su suerte. Este hecho genera una cantidad de superficie sensible de incendiarse muy grande. Pero, por otro lado, nos tenemos que alegrar, porque parece que cada día hay más proyectos de recuperación de suelo agrario, como puede ser en la zona de Pedreguer, Teulada o Jesús Pobre».

    «debemos ser conscientes que no volveremos a ver nuestra comarca como era hace 20 años. Se está produciendo un cambio a muchos niveles. Ahora estamos viendo los síntomas, aunque el tiempo pase y las zonas incendiadas se regeneren de forma manual o natural, debido al cambio climático será muy complicado que las personas que han sufrido un incendio vuelvan a ver su montaña como estaba antes».

    (…)

    Como quedamos; que debemos regenerar los bancales, o que queremos ver la montaña «como esaba antes»?

    – «Como estaba antes» es la naturaleza salvaje sin trabajar, sin bancales. No entiendo el punto.

    Independiente a lo que los desconocedores de los ciclos climáticos del paneta llaman: calentamiento global. El fuego -no provocado-, es un fenómeno natural que el ser humano no puede controlar en origen -siempre y cuando no sea provocado, repito-.

    Hablando del proyecto en cuestión, ¿fotos de incendios? ¿Es eso todo lo que podemos ofrecer? No veo ninguna profundidad intelectual aquí, ni siquiera una pizca de reflexión sustancial, ni un enfoque significativo en la búsqueda de soluciones prácticas y la promoción de acción para prevenir incendios y restaurar áreas afectadas. Hay distintas posibilidades para actuar y prevenir, solo hay que interesarse en saber cuales son. No me veo a los alemanes desbrozando la selva negra, por ejemplo. No podemos pretender tener un parque natural como un césped. Es absurdo y antinatural.

  3. Izrail dice:

    Y si alguno chupa del bote mejor, luego nos vamos a cualquier organismo público, le vendemos la idea, hacemos una exposición,talleres a los niños y algo más que se le ocurra al que maneja la pasta y voila.
    A los bomberos todo mi reconocimiento.

  4. Alberto dice:

    Do todos los tiempos las montañas ardieran y lo seguirán. No critico su trabajo pero el mensaje es totalmente errado. El fuego es natural y regenera la vegetación y solo hay que pasear por el parque del Montgó para comprobarlo. Es claro que cerca de núcleos urbanos es o puede ser catastrófico pero para eso hay que prever corta fuegos y mantener los campos, lo que se hace menos ahora que la agricultura da menos rentabilidad. Si se dejan los campos abandonados eso si que es un peligro y no tiene nada que ver con cambio climático.
    En suma, el fuego es, ha sido y será el regenerador de la naturaleza, fuente de vida y diversidad.


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