OPINIÓN | Compromís Teulada i Moraira
El año 2025 ya ha comenzado, pero, contrariamente a lo que determina y recomienda el reglamento de buen gobierno, el PP aún no ha aprobado las cuentas anuales para Teulada i Moraira. Esta situación implica que el presupuesto de 2024 sigue prorrogado. Tener una mayoría absoluta y no hacer los deberes en tiempo y forma solo puede significar una cosa: el gobierno de Raúl Llobell es un mal gestor de los recursos de todas y todos nosotros.
Acabar el año sin haber aprobado las cuentas significa que, si se aprueban, será fuera de plazo, y esto tiene consecuencias graves: los nuevos presupuestos no serán efectivos hasta bien entrado el segundo trimestre de 2025. Esta situación genera serias limitaciones presupuestarias para nuestro pueblo, ya que durante los primeros meses del año no se podrán ejecutar proyectos que no estén contemplados en el presupuesto prorrogado de 2024. Pero parece que esto no preocupa lo más mínimo a un gobierno que, claramente, no tiene ningún proyecto de futuro para Teulada i Moraira.
Pensemos un momento: ¿qué pasaría si el gestor de una empresa privada con cientos de trabajadores y un presupuesto superior a 20 millones de euros no presentara las cuentas a tiempo? Sin duda, lo despedirían. Raúl Llobell, como alcalde, ya acumula cuatro presupuestos presentados fuera de plazo. Esto no es solo ineficacia, sino también una grave falta de respeto hacia los vecinos y vecinas que confían y pagan a sus políticos para garantizar una gestión responsable, planificada y efectiva.
Hemos visto muchas fotos del gobierno participando en actos navideños, imágenes idílicas y personales publicadas en perfiles institucionales. Pero, entre tanto acto y exhibición pública, parece que el gobierno no ha encontrado tiempo para hacer los deberes que justifican sus salarios a final de mes.
