El pleno del Ayuntamiento de Calp aprobó ayer, con los votos a favor del equipo de gobierno compuesto por Somos Calpe, PSOE y Compromís, iniciar el proceso de desclasificación de los sectores Garduix I y II, Pla Feliu I y II, y Ràfol I y II, con el fin de recalificarlos como suelos dotacionales. La formación Defendamos Calpe votó en contra de esta medida, mientras que el Partido Popular se abstuvo.
La propuesta generó un intenso debate entre los diferentes grupos políticos, tras las explicaciones pertinentes del equipo de Gobierno, que aseguró que el principal objetivo de la propuesta es preservar «el último pulmón verde de Calp». Esta área de 300.000 m², el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1998 lo mantenía clasificado como urbanizable. La intención del Ayuntamiento es destinar estos terrenos a infraestructuras deportivas, educativas, recreativas o culturales.
La medida implica la expropiación del suelo, compensando a los propietarios, aunque aún no se ha determinado a qué precio, para que pase a manos del Ayuntamiento. El proceso está en sus primeras etapas y deberá contar con la aprobación final de la Generalitat, pasando por varios filtros administrativos y legales. En el debate estuvieron presentes algunos de los propietarios afectados.
La opinión del PP y la revelación de Ana Sala
El portavoz del PP, Miguel Crespo, calificó la iniciativa del gobierno local de «utópica», «temeraria» y «populista». Crespo aseguró que advirtió que «no tiene ninguna garantía jurídica para nuestro municipio» y que esta acción «comprometerá el futuro de Calp durante años», llevando al consistorio a un largo proceso judicial sin garantías jurídicas.
Crespo se mostró a favor de preservar el patrimonio medioambiental de los sectores afectados, pero propuso alcanzar un acuerdo con los propietarios que permitiera mantener sus derechos urbanísticos, sugiriendo la posibilidad de construir en otras partes del municipio. Acusó a la alcaldesa Ana Sala de haber impulsado esta decisión para mantener el pacto de gobierno.
La alcaldesa afirmó que la decisión será bien recibida por la ciudadanía y consideró que el PP se encontraba en una posición incómoda al tener que votar. Sala mencionó que César Sánchez, antiguo alcalde de Calp y actual diputado, estaría «feliz de haberse librado de este marrón».
En su discurso, Sala explicó que, junto con el edil de Territorio en la anterior legislatura, Juan Manuel Del Pino, se vio con uno de los propietarios la posibilidad de construir un complejo hotelero a cambio de preservar gran parte de la zona verde. Señaló en este punto que «hemos llegado a la conclusión de que pasado el tiempo nos estaban tomando el pelo, alargando que llegaran las elecciones de mayo de 2023 y por este asunto yo estoy fuera del PP. Por este asunto me apartaron de la alcaldía en febrero de 2023».
Sala siguió defendiendo la necesidad de actualizar el urbanismo en la localidad, adaptándolo a las necesidades actuales: «El urbanismo que tenemos en Calp se decidió hace 30 años, y hoy toca tomar decisiones distintas; necesitamos infraestructuras deportivas y educativas, y no tenemos suelo para ello», explicó. La alcaldesa subrayó que «no existe nada a coste cero» y reveló que actualmente en Calp hay 14 millones de euros en unidades de aprovechamiento pendientes de materializar.
Defendamos Calpe: «Se van a comprometer los presupuestos y la economía de nuestro municipio»
El único grupo que votó en contra fue Defendemos Calpe. Su portavoz, Toni Tur, propuso desclasificar el suelo a rústico sin coste para las arcas municipales, lo que, según él, habría permitido proteger el entorno sin necesidad de expropiaciones. Tur defendió esta alternativa argumentando que existe un informe que respalda esta opción. Además, Tur criticó al concejal de Territorio, Juan Manuel del Pino, por cambiar de postura en relación con este asunto: «Entienda que en un caso donde se van a comprometer los presupuestos y la economía de nuestro municipio, tengamos reticencias ante estos cambios de opinión», señaló.
Guillermo Sendra, portavoz del grupo socialista, rechazó esta propuesta de Defendamos argumentando que, de seguirse esa vía, los propietarios podrían construir 27 macrochalets en las parcelas, lo que dificultaría el acceso público a los terrenos. Añadió que la ciudadanía no podría disfrutar de esos espacios para actividades tradicionales.
El concejal de Territorio y portavoz de Somos Calpe, Juan Manuel del Pino, argumentó que la propuesta surge de una reflexión tanto política como ciudadana, tras un proceso de consulta pública, y que cuenta con el respaldo de jurisprudencia que garantiza su viabilidad jurídica. «Hemos querido aprovechar la potestad que tiene lo público para actuar en el urbanismo de nuestro municipio, diseñando un modelo que atienda al bien general de nuestros ciudadanos y al medio ambiente», afirmó, añadiendo que «el pueblo de Calp nos lo agradecerá».
Compromís: «Es la opción más equitativa y la que más protege el interés público»
Durante el trascurso del debate, Sendra (PSOE) volvió a describir la decisión como «histórica y valiente», destacando que ninguna corporación anterior se había atrevido a tomarla. Según el socialista, esta medida, basada en informes jurídicos, representa un avance sin precedentes en el desarrollo sostenible de Calp y permitirá proteger el último gran espacio verde del municipio. Además, explicó que mantener los terrenos como suelo rústico implicaría que seguirían siendo de propiedad privada, impidiendo su uso por parte de la ciudadanía calpina.
Desde Compromís, su portavoz, Ximo Perles, subrayó que durante la consulta pública su grupo presentó un informe ambiental encargado a una empresa privada, que concluyó que la opción más proteccionista era la obtención de los terrenos mediante expropiación, como finalmente se ha decidido. «Es la opción más equitativa y la que más protege el interés público», afirmó y defendió que esta medida permitirá preservar el entorno para futuras generaciones.
Calpe es una piquena ciudad a escala humane donde se vive bien. El dessarrollo urbanistico incontrolado sirve para enriquecer a promotores y constructores. La ciuda estara abarrotada en verano y vacia el resto del anio y muchos espanoles ya no pueden encontrar alojamiento a precios decantes. Debemos dejar una ciudad agrable a las nuevas generaciones.