El Ayuntamiento de El Verger ha emitido un comunicado alertando sobre la preocupante situación de sequía que atraviesa la localidad. El pozo de Ferrando ha dejado de funcionar tras detectar una «alarmante reducción en el volumen extraído» el pasado 25 de julio. Situación agravada por la temporada estival que conlleva un aumento de la demanda de agua y también del número de población.
A pesar de la gravedad de la situación, el consistorio asegura que el suministro de agua para consumo humano está garantizado. Sin embargo, se han implementado una serie de medidas restrictivas para gestionar el recurso de manera más eficiente. Entre ellas se incluyen la prohibición del riego de jardines durante el día, permitiéndolo solo entre las 19:00 y las 7:00 horas o utilizando agua regenerada de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). Asimismo, se prohíbe el llenado de piscinas con agua potable.
El Ayuntamiento también ha decidido minimizar el riego en jardines y huertos urbanos municipales y cerrar los vestuarios de las instalaciones deportivas. Además, se llevarán a cabo trabajos para reparar fugas y regular la presión del servicio, con el fin de optimizar el uso del agua.
En cuanto a las recomendaciones a la ciudadanía, se sugiere reducir la limpieza de vehículos y utilizar el agua de manera responsable, priorizando su uso para beber, cocinar y para la higiene personal.
Por otra parte, el Ayuntamiento ha informado que la tradicional Batalla de l’Aigua, uno de los eventos más emblemáticos de sus fiestas patronales, programada para el 11 de agosto, se pospondrá hasta el próximo año. Este acto, informan, implica el uso de más de 70.000 litros de agua y ha sido cancelado como medida de prudencia ante la actual situación de sequía. Un hecho que ya se advertía en el programa publicado y que ahora ha sido confirmado.
Restricciones en la Vall de Pop
El pasado 23 de julio, los Ayuntamientos de Xaló, Parcent, Alcalalí y Llíber también se vieron en la obligación de aplicar restricciones al uso no esencial del agua debido a la reducción significativa en la disponibilidad de agua por superar la capacidad de extracción de los pozos de la Comunidad de Regantes de Parcent.
Aplicando las medidas necesarias y con la debida colaboración ciudadana, hace cuatro días anunciaron que se había logrado estabilizar la situación hídrica en la Vall de Pop.
Los niveles del embalse han comenzado a recuperarse parcialmente, lo que ha ayudado a aumentar las reservas de agua. Las autoridades locales han agradecido la actitud cívica de la mayoría de los residentes, quienes han reducido su consumo de agua, evitando así una situación crítica que podría haber dejado sin agua potable a la zona.
Sin embargo, siguen destacando la importancia de continuar con el uso responsable del agua, ya que, aunque la situación ha mejorado ligeramente, las reservas siguen siendo limitadas y se prevén más días de altas temperaturas hasta el final del verano. «No hay alternativa si queremos evitar severas restricciones de agua», advierten, subrayando que la abolición total del servicio sería una medida extrema en caso de no conseguir mantener el consumo bajo control.
